9 de junio de 2021

Alicia de Walt Disney (1951). Quinta parte.




Esta es la quinta y última parte de un artículo sobre la Alicia de Walt Disney. La primera trata sobre sus orígenes, la segunda sobre la adaptación de los libros de Carroll, la tercera sobre el diseño de personajes, y la cuarta sobre la banda sonora. 


Walt Disney había soñado con adaptar Alicia en el País de las Maravillas desde los años 30, y su sueño se hizo realidad en 1951. Distribuida por RKO Radio, la película se estrenó en Londres, en el Leicester Square Theatre, el 26 de julio, y en Nueva York, en el Criterion Theatre, dos días después. El estudio puso especial interés en que todos los carteles promocionales recalcaran que el color era exclusivamente en Technicolor, y que era una película de dibujos animados al cien por cien, para evitar posibles confusiones con la Alicia de Dallas Bower (que combinaba animación de marionetas con imagen real, y usaba un coloreado de menor calidad), la cual, a pesar de sus intentos de sabotaje, se estrenaba la misma semana. 

Sin embargo, todos los desvelos de Disney y el inmenso trabajo en equipo de dibujantes, animadores y músicos culminaron en una acogida muy fría. Los puristas de la obra original, especialmente en el Reino Unido, acusaron a Disney de "americanizar" un clásico de la literatura inglesa, y los críticos atacaron la estructura episódica de la película, resaltando las diferencias entre el estilo de los tres directores y la amalgama de personajes y escenas de ambos libros. "El señor Disney se ha tirado de cabeza a estas obras, ha agarrado los personajes favoritos, y los ha metido juntos, lo quieras o no... Luego ha esparcido un montón de canciones, y lo ha presentado todo en Technicolor", observó un crítico de The New York Times. Por su parte, al público no le gustó que la historia no se desarrollara como las anteriores películas de Disney, en que el héroe o la heroína superaban una serie de dificultades hasta derrotar al villano y regresaban triunfantes. Aparentemente, que la muchacha protagonista no acabara convirtiéndose en princesa al final de la película, como había sucedido con Blancanieves y Cenicienta, fue algo que defraudó a gran parte de los espectadores. 

 
Básicamente, esto pasó en el estreno.
©Disney, 1951.


Los frustrados animadores de Disney no se privaron de lanzar dardos envenenados unos contra otros. "Alicia no nos daba nada con lo que trabajar. Coges a una niñita buena y la metes en una casa de locos, y no tienes nada... Ella no tenía nada que hacer, más que encontrarse con un chiflado tras otro", dijo Mark Davies. Otro de los "nueve viejos" de Disney, Ollie Johnston, recordaría más tarde: "Walt nos culpaba a nosotros, nosotros lo culpábamos a él. Nos decía: 'No le pusisteis corazón; era muy mecánico'. Tenía razón, pero no fue necesariamente culpa nuestra. Fue culpa de todos, supongo". Un tercero, Ward Kimball, opinó que tres directores y dos jefes de animación eran demasiados cocineros para un solo plato, y que la rivalidad que les hacía intentar superar con sus escenas a las de los otros acabó teniendo consecuencias desastrosas:
 "Tuvo demasiados creadores y directores. Es el caso de cinco realizadores, cada uno intentando resaltar más sobre el otro, hacer su secuencia más memorable, más grande y más desquiciada... todo esto provocó que el resultado final no fuese el deseado". El propio Walt afirmó en una entrevista de 1964 que la película fracasó porque "nadie quería hacerla".

La hostil recepción y los pobres resultados en taquilla (5.6 millones de dólares frente a un presupuesto de 3 millones) constituyeron un varapalo para el estudio, que salvó los muebles gracias a los enormes beneficios de Cenicienta del año anterior (partiendo de un presupuesto ligeramente inferior, Cenicienta había recaudado 263 millones). Alicia recibió una nominación a los Oscar para la mejor banda sonora de una película musical, pero perdió ante Un americano en París de Vincente Minnelli. También compitió en la 12ª edición del Festival de Cine de Venecia; el León de Oro se lo acabó llevando Rashoumon de Akira Kurosawa.

Pero Alicia seguía siendo el sueño de Walt, y no renunció fácilmente al ingente trabajo que había supuesto convertirlo en realidad. Su siguiente película fue también la adaptación de un clásico de la literatura británica: Peter Pan de J.M. Barrie. Tanto la voz de Kathryn Beaumont como algunos de los temas musicales descartados de Alicia se reutilizaron para la nueva película, y los directores fueron los mismos: Wilfred Jackson, Hamilton Luske y Clyde Geronimi. Cuando en 1954 Disney inauguró una serie de documentales para televisión presentados por él mismo, Alicia, en el segundo programa, fue la primera película de la que incluyó fragmentos, siendo así pues el primer largometraje de Disney que se emitió por televisión, aunque no en su integridad.


Walt Disney presenta su versión de Alicia en televisión.
Noviembre de 1954.


Walt Disney, que falleció en diciembre de 1966, no llegó a ver el renacer del País de las Maravillas. La película de animación psicodélica Yellow Submarine, inspirada en la música de los Beatles y dirigida por George Dunning en 1968, despertó el interés por la animación como un arte capaz de tratar temas contemporáneos y atraer a los adultos tanto o más que a los niños. Junto con Fantasía y Los Tres Caballeros (que también fueron fracasos en su momento), Alicia se convirtió de repente en una película pionera de la animación experimental, y comenzó a proyectarse en universidades y escuelas de arte. Los estudios Disney estaban muy contrariados por la relación de Alicia con las drogas alucinógenas (relación a la que había contribuido, en gran medida, la canción de 1965 "White Rabbit" de Jefferson Airplane), y llegaron a retirar copias de la película para impedir que se proyectara en espacios "alternativos". Sin embargo, viendo la creciente atención que generaba, el estudio decidió finalmente reestrenarla en los cines en 1974, con un cartel que claramente intentaba sacar partido del auge de la psicodelia. 





El gran éxito de público de todas las clases y edades despejó el temor de que solo los jóvenes fumadores de marihuana pudieran estar interesados en verla. Este triunfo inesperado hizo que se reestrenara en el Reino Unido en 1979 y de nuevo en Estados Unidos en 1981, el mismo año en que se editó por primera vez en formato doméstico. Así, en la década de los 80, Alicia quedaría consagrada como uno de los grandes clásicos de Disney, y en la actualidad se considera una de sus obras más brillantes.


Primera edición en VHS, en diciembre de 1981.
Foto de Maxwell Goudiss.



Aunque no ha vuelto a proyectarse en cines, las ediciones en vídeo doméstico no han dejado de venderse desde entonces: existen por docenas en VHS; se lanzaron por lo menos seis diferentes en el formato LaserDisc, y las que hay en DVD son incontables. Solo en la década de 2010 se realizaron tres ediciones distintas: una en 2010, para promocionar la película de Tim Burton; otra en 2011, con motivo del 60 aniversario de su estreno; y otra en 2016, por su 65 aniversario; estas dos últimas ya en un doble formato de DVD y Blu-Ray. Los cinco parques temáticos de Disneyland tienen una atracción - las Tazas Locas - inspirada en la película; y los parques de París y Shanghái tienen además un laberinto de setos - El Curioso Laberinto de Alicia -, si bien el de Shanghái toma elementos de la película de 2010, mientras que el de París está íntegramente basado en la de 1951.


El Curioso Laberinto de Alicia en Disneyland París.
Foto propiedad de Disneyland Paris Discovered.


Poco después de su estreno en los países de habla inglesa, el doblaje al español se llevó a cabo en los Estudios Churubusco Azteca, de Ciudad de Méjico, bajo la dirección de Edmundo Santos, quien hizo además las voces del Lirón y Tweedledee. Así, Méjico fue el primer país de habla hispana en estrenarla, el 17 de enero de 1952, en el Cine Alameda de Ciudad de Méjico. A España no llegaría hasta el 17 de abril de 1954, proyectada en los cines madrileños Palace y Pompeya, y se emitió por primera vez en televisión el día de Navidad de 1986. 


En la actualidad, la versión de Disney de Alicia en el País de las Maravillas es la más conocida y recordada por el público en general. No se ha vuelto a realizar ninguna otra adaptación en dibujos animados para la gran pantalla: todas las demás versiones (como las de las productoras Hanna-Barbera, Jetlag o Burbank Films) se realizaron directamente para televisión o formato doméstico. Hay una serie completa de dibujos animados inspirada en los libros de Carroll (la de Nippon Animation) y muchos capítulos sueltos en series que adaptan cuentos clásicos (como en Cuentilandia o Castillo de Cuentos). Algunas de estas versiones son más fieles a los textos originales; otras tienen más coherencia interna; y otras modernizan la historia para atraer al público del momento; pero ninguna se ha acercado a la popularidad que consiguieron los personajes y las canciones de Disney, ni ha rozado siquiera el nivel de su animación. Independientemente de la opinión que nos merezca el imperio Disney en general y esta película en particular, no se ha hecho aún otra adaptación que la supere. El sueño que Walt logró cumplir en 1951 sigue siendo el referente absoluto, y tal vez definitivo, de las adaptaciones en dibujos animados de Alicia en el País de las Maravillas.





Fuentes:
 
CROWTHER, Bosley. "Disney's Cartoon Adaptation of 'Alice in Wonderland' Arrives at Criterion", en The New York Times Archives, 30 de julio de 1951.

FINCH, Christopher. The Art of Walt Disney: From Mickey Mouse to the Magic Kingdom, Harry N.Abrams INC, Nueva York, 1975.

MASLIN, Janet. "At the movies", The New York Times, 19 de abril de 1985. 

MERLOCK JACKSON, Kathy (ed.). Walt Disney: Conversations, University of Mississippi Press, Jackson, 2006. 

STEPHEY, M.J. Top 10 Disney Controversies: Alice in Wonderland, en Time, 9 de diciembre de 2009.

THOMAS, Bob. Disney’s Art of Animation: From Mickey Mouse to Hercules, Hyperion, Nueva York. 1992.
 
Why Was "Alice in Wonderland" Poorly Received by Audiences in 1951?, en The Take.







4 comentarios:

  1. Todo perfectamente expuesto, como siempre.
    Hay una cosa que me llama mucho la atención de la primera foto. Entiendo que es el cartel original con el que se promocionaba la película, en el que se recalcaba el uso del Tecnicolor. Sin embargo, el cartel no refleja los colores que después se verían en esa misma película. La ropa de Alicia, el pelaje del gato, el plumaje del flamenco, el cabello del Sombrerero... No parece efecto de la decoloración natural, así que debió ser falta de comunicación con el departamento de publicidad.

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    1. Hay diferentes diseños de los carteles originales de cine de 1951, y aún no he conseguido clasificarlos (doy por hecho que algunos fueron del estreno del Reino Unido y otros los de Estados Unidos). El que encabeza este artículo corresponde a la paleta de colores de las "tarjetas de vestíbulo" o postales promocionales que se exhibían en el interior de los cines antes del estreno de la película, por lo que es posible que se encargara a un artista diferente a los que formaban parte de la producción. Esto no explica necesariamente que los colores fueran distintos (porque desde los primeros bocetos a color ya se sabía que el vestido de Alicia iba a ser azul, por ejemplo), sino a que al artista se le permitió alterar colores para lograr un efecto más atractivo, o que, como sugieres, al departamento de publicidad se le pasaron ilustraciones en blanco y negro y las colorearon un poco a su antojo.
      Si te fijas, también el cartel de 1974 tiene algunos colores cambiados (en especial la ropa del Sombrerero) para que encajara con la estética chillona del resto de la composición. Me imagino que daban libertad al equipo para realizar cambios que estimaran adecuados.

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  2. Y yo sin ver aún esta película, aunque la tengo por ahí copiada de no recuerdo dónde. Cuando la vea, leeré los cuatro artículos anteriores. Las cosas que cuentas, en especial sobre el reestreno de los años setenta, me llaman poderosamente la atención. Sobre cine alucinógeno se ha escrito mucho, pero después de ver algunas películas adscritas a este subgénero de cualquier cosa, he pensado, buah, no era para tanto, o, no sé de dónde se sacan esas teorías.

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    1. Ya sabes dónde me tienes para cuando veas la película y quieras comentar cualquier cosa. De cine psicodélico e inspirado por "sustancias" también he visto bastante, porque sucede que Yellow Submarine es otra de mis películas de animación favoritas, así que conozco el asunto (aunque no las sustancias).

      En el caso de Alicia, la asociación se debe a que sale la Oruga fumando en narguile, y a las teorías de que Carroll tomaba drogas alucinógenas. Muchos medicamentos de la era victoriana contenían opiáceos como si tal cosa, pero de ahí a consumirlos por sus cualidades recreativas hay un trecho, y eso ya ha quedado refutado.

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