31 de marzo de 2024

Domingo de Pascua 2024



"Alimentando a los conejos", también conocido como "Alicia en el País de las Maravillas" (circa 1904).
Del pintor británico Frederick Morgan (1847 -1927). 




Feliz Domingo de Resurrección, Aleluyas y/o búsqueda de huevos de chocolate. ¡Que lo disfrutéis mucho, sea cual sea vuestro plan!


18 de marzo de 2024

"Cita feliz en el País de las Maravillas", de Akira Toriyama (1982).

 



Runrun deeto Fushigi no Kuni (るんるんデートふしぎの国, literalmente "Cita feliz, País de las Maravillas") es el episodio número 78 de la serie de animación japonesa Dr. Slump - Arare-chan. Fue emitido por Fuji TV el 20 de octubre de 1982. Dura unos 24 minutos. 


El recientemente fallecido Akira Toriyama es un autor de manga y diseñador de personajes para videojuegos que prácticamente no necesita presentación. Nacido en 1955 en la prefectura japonesa de Aichi, Toriyama manifestó interés por el manga y los dibujos animados desde su infancia, y dibujaba constantemente animales, vehículos, y a sus compañeros de clase. No asistió a la universidad después de graduarse en la secundaria, y estuvo tres años trabajando como diseñador de carteles en una agencia de publicidad. Se introdujo después en la editorial Kodensha, y, tras unos inicios más bien modestos en la revista Weekly Shounen Jump, su editor lo animó a dibujar una historia con una protagonista femenina. Toriyama pensó en una con características poco convencionales: una niña-robot con una fuerza sobrehumana, inventada por un científico genial pero solitario y completamente ignorante de la mentalidad (y hasta de la anatomía) de las mujeres, en un pueblecito habitado por animales parlantes y humanos excéntricos. 


Senbei Norimaki da vida a Arale 
en la primera página de Dr. Slump.

La serie, titulada Dr. Slump ("Doctor Metepatas", en alusión al inventor, Senbei, que crea a la niña-robot, Arale) tuvo un éxito tan apabullante, que el mismo año comenzó a emitirse por Fuji TV la versión animada, en horario de máxima audiencia.  La serie perduró en manga y anime hasta 1984, en que Toriyama la clausuró oficialmente (habiendo dedicado los últimos capítulos a anunciar el final y despedirse de los lectores), y el mismo año de 1984 comenzó la nueva serie que le daría fama mundial para siempre: Dragon Ball. 



El episodio que nos ocupa fue una historia exclusiva de la serie animada, sin equivalencia en el manga. En la introducción, antes del título, se ve a Arale, vestida con un vestido largo rojo y rosa y un lazo en el pelo, acompañada por su inseparable amiga Gatchan (una criatura alada, completamente asexuada y que usa un lenguaje incomprensible), que lleva un disfraz de gato. Las dos persiguen al Conejo Blanco, que mira su reloj murmurando "Llego tarde, llego tarde" y se mete por un agujero en el tronco de un árbol. Arale y Gatchan lo siguen, gatean por la madriguera, y acaban cayendo por un profundo agujero, lo que encuentran muy divertido. 



Un búho ofrece café a Arale, que lo acepta y se lo bebe al revés, hasta que su caída se precipita, y acaba cayendo en un bosque, al que sobrepasa en varios metros. En este momento se sobrepone el título, y comienza la historia del episodio. 



Arale está en la escuela con sus amigos Akane y P-suke. Ambos tienen unos doce o trece años, aunque P-suke es muy pequeño y de aspecto muy infantil, pareciendo más un niño de unos ocho años, a lo que contribuye el que siempre lleva una gorra con orejitas de conejo. En clase se encuentan estudiando lectura (como hace notar Akane, el nivel de lo que les enseña la profesora es muy bajo), y P-suke parece especialmente animado, y contesta correctamente a todas las preguntas. A la salida, los tres amigos se reúnen con Taro, el hermano mayor de P-suke, y todos le preguntan por qué está tan contento. 




P-suke se hace de rogar, pero al final reconoce que esa tarde tiene una cita con su novia, Hiyoko. Arale, muy inocente, se empeña en ir a la cita con él, ya que no tiene noción de la atracción romántica, y no distingue una cita de un encuentro de amigos. P-suke le dice que se busque su propia cita y se va corriendo. 



Al salir de su casa para encontrarse con P-suke, Hiyoko se enfrenta a una situación similar: su hermana pequeña, Suzume, está celosa al ver que se va sin ella, y dice tener también una cita, aunque no es cierto. Sin embargo, una vez Hiyoko se ha marchado, Arale va a buscar a Suzume, y tienen su propia cita, o lo que ellas creen que es una cita: ir andando cogidas de la mano y cantando en voz alta "cita, cita, la la la". 


P-suke y Hiyoko se reúnen junto al río, y Hiyoko le muestra a P-suke el libro que ha traído para leerlo juntos: es Alicia en el País de las Maravillas, y afirma que es su libro favorito y más querido. Se sientan juntos bajo una palmera y Hiyoko comienza a leerlo en voz alta. 



Cae la tarde, y un vecino le dice a Hiyoko que su hermanita la está esperando para la cena. Como no han terminado de leer el libro, Hiyoko se lo presta a P-suke para que lo lea en su casa, y P-suke se compromete a devolvérselo al día siguiente. 



Pero se le olvida guardárselo en la mochila, y el libro queda en el suelo, de donde lo recoge Arale. 



Al día siguiente, P-suke está desesperado buscando el libro por todas partes; ha ido varias veces a la palmera, pero no lo encuentra. Arale, ingenuamente, no piensa en devolvérselo, ni en decirle que lo tiene ella, sino que lo lleva directamente a casa de Hiyoko, llevando además uno de los inventos de Senbei: la máquina de cuentos de hadas. Se trata de un robotito que dispara un rayo que permite entrar en los libros de fantasía (y permite también que salgan los personajes al mundo real). 



Por un malentendido de una frase de Senbei, que le había dicho que "en una cita, los enamorados están en un país maravilloso", Arale cree que el País de las Maravillas es donde hay que ir para tener una cita, y pide a la máquina de cuentos de hadas que las envía a ella y a Suzume al interior del libro. El robotito de la máquina manda también a Hiyoko, que se había acercado accidentalmente, y a P-suke, que va a casa de Hiyoko a confesar que ha perdido su libro. 



Al entrar en el libro, P-suke ve corretear muy contentas a Arale y Suzume, pero él va a parar a una siniestra sala de juicios donde un gigantesco oni (un ogro japonés), vestido de juez, lo acusa de haber perdido el libro más preciado de Hiyoko. El jurado (compuesto de habitantes del pueblo) ratifica el delito. P-suke admite su culpa y acepta cualquier castigo que quieran imponerle, pero se aterra cuando el juez lo condena a muerte. Hiyoko sale en defensa de P-suke, y suplica al juez que no lleve a cabo la ejecución, ya que ella lo perdona por haber perdido su libro, y asegura que hasta las personas más buenas pueden ser descuidadas. El juez oni parece dispuesto a indultar a P-suke, pero en ese momento, una inusualmente agresiva señorita Yamabuki (la profesora de la escuela) declara que P-suke y Hiyoko son culpables de un crimen mucho más grave: de indecencia pública, ya que al final de su cita se cogieron un momento la mano. 



El juez y el jurado se horrorizan ante semejante nivel de perversión, y todos claman la muerte como único castigo efectivo contra tal pareja de desviados. P-suke y Hiyoko escapan de la sala de juicios y huyen a todo correr, y son perseguidos por el ejército de cartas a través de un laberinto de setos (en una escena claramente inspirada en la versión de Walt Disney). 



Llegan al borde de un precipicio; incapaces de seguir avanzando, se caen por él, y P-suke termina agarrado al borde con una mano mientras sostiene con la otra a Hiyoko, que pende sobre el vacío. 



Aparecen Arale y Suzume muy risueñas, y aunque Arale sigue creyendo que P-suke y Hiyoko están en una cita (porque van cogidos de la mano), Suzume, que vuela sobre una alfombra voladora propia, comprende la situación, y salva a su hermana y P-suke cuando este se suelta y caen al precipicio. Arale, que sigue sin ser consciente del peligro, quiere probar ese nuevo sistema de cita, coge al oni-juez de una mano, y se tira al precipicio con él, ante el espanto general. En la casa de Hiyoko, la máquina de cuentos de hadas está pensando que los niños tardan mucho en volver, pero de súbito regresan todos, incluyendo al oni, que Arale tenía cogido de la mano. 



De nuevo al caer la tarde, y bajo la palmera, Hiyoko le dice a P-suke que estuvo maravilloso al salvarla en su aventura. Akane y Taro, que han estado escuchando tras la palmera, se ríen del amor infantil de la parejita, pero dejan de reírse al ver que Arale y Suzume también tienen una cita... el gigantesco oni-juez, con el que van cogidas de la mano y cantando los tres "cita, cita, la la la". 




En el manga y anime de Dr. Slump son habituales las parodias y aventuras relacionadas con cuentos de hadas del folklore japonés (Momotaro, Taro Urashima...) y occidental (Blancanieves, Cenicienta, la vendedora de cerillas...). Los episodios relacionados con cuentos de hadas pueden presentarse de dos maneras: como una aventura en que Arale y sus compañeros viajan a la historia mediante alguno de los inventos de Senbei, normalmente interfiriendo en las vidas de los protagonistas y causándoles problemas (por ejemplo, interrumpiendo y molestando a Miyamoto Musashi y haciendo que nunca llegue a su duelo con Sasaki Kojiro), o como una parodia en que ellos mismos toman el papel de los personajes del cuento (por ejemplo, una versión de Caperucita Roja en que la niña protagonista es interpretada por Senbei). 


Arale y los suyos en Las mil y una noches (ep. 70).

Este episodio, sin embargo, no llega a ser ninguna de las dos cosas. La introducción parece remitir al segundo caso, ya que Arale aparece caracterizada como Alicia, y Gatchan, aparentemente, como Dinah, pero, después de una primera parte en que el cuento de Alicia solo es mencionado, la aventura en el País de las Maravillas tiene lugar en apenas un cuarto del episodio. Solo se ven los escenarios del jardín (bastante sombrío, y sin interacción ninguna con las flores), la sala de juicios, y el laberinto de setos. A pesar de que hay un momento en que el Conejo Blanco pasa corriendo por delante de la escuela, no vuelve a aparecer en el pueblo ni dentro del libro. La sala de juicios tiene los motivos de corazones, diamantes, picas y tréboles, y al final un ejército de Soldados-Carta persigue a P-suke y Hiyoko, pero nada más tiene relación con el cuento original. No aparece ningún personaje reconocible y el Conejo Blanco no interviene para nada. 




Todo el episodio parece enfocado, por una parte, a recalcar valores éticos (hay que cuidar de las cosas de los demás, hay que ser sinceros y admitir si hemos hecho algo mal...), y por otra, a sacar humor de la ingenuidad de Arale, que es amiga de todo el mundo y no entiende nada sobre amor de pareja y relaciones románticas (es un chiste recurrente en la serie que Arale irrumpa en la cita de una pareja, o frustre los intentos de Senbei por intimar con la señorita Yamabuki). El viaje al País de las Maravillas no parece más que una excusa para que P-suke tenga oportunidad de mostrar su valor al enfrentarse a una criatura gigantesca y a un ejército entero para proteger a Hiyoko. Hay varios episodios con una premisa similar, en que Hiyoko está en peligro y P-suke la salva, demostrando que su tamaño y apariencia infantiles no tienen nada que ver con su valentía y determinación. Es una pena que, teniendo la oportunidad de hacer un homenaje o una parodia de un cuento que, por su parte, es muy conocido y querido en Japón, en este episodio no se haya hecho ninguna de las dos cosas, sino que se haya utilizado para crear una situación de peligro genérica. Como curiosidad, sin embargo, el "traje de Alicia" que Arale lleva al principio de este episodio sería reutilizado pocos meses más tarde, en el episodio de Navidad de 1982, titulado "Arale, la vendedora de cerillas", que es parcialmente una parodia de este cuento de Andersen.



Cuando el 8 de marzo de este año se anunció el fallecimiento de Akira Toriyama (ocurrido el 1 de marzo), los tributos en forma de dibujos y viñetas comenzaron de inmediato a llenar las redes sociales. Dibujantes y admiradores en todo el mundo manifestaron tristeza por la pérdida de quien proporcionó aventuras a generaciones enteras con las series de Dr. Slump, Dragon Ball y Sand Land, entre muchas otras, y los videojuegos Dragon Quest, Blue Dragon y Chrono Trigger, al mismo tiempo que agradecimiento por todo lo que ha significado para ellos. 


Homenaje de Eluces Studio.




Homenaje de Juanfutbol.


En España, donde el fallecimiento del autor Francisco Ibáñez aconteció hace apenas unos meses, no han faltado los admiradores que han rendido homenaje conjunto a quienes, para muchos, fueron los dos héroes de su infancia.  


Homenaje de Antonio Mesa.


Homenaje de DocZeta.


Como sucede con cualquier artista, la mejor y más sincera manera de rendirle homenaje es mantener vivas sus obras. Dr. Slump tiene dieciocho tomos de manga, doscientos setenta y tres episodios de anime, once películas y unos quince videojuegos, además de los setenta y cuatro episodios del remake de la serie que se hizo en 1997. Y eso solamente Dr. Slump; no tendríamos blog suficiente para contar todas las manifestaciones mediáticas de Dragon Ball, ni las docenas de obras de pocos tomos o episodios que Akira Toriyama creó a lo largo de su vida. Sigamos disfrutando de todo lo que nos ha dejado. No hay motivo para que renunciemos en el presente a las aventuras a las que nos llevó en nuestra infancia.


Bye'cha, Toriyama-sensei.

Fuentes:


Álex Muñoz Herreo, "DocZeta". Ficha del autor en Tebeosfera.

"Cita al País de les Meravelles". Episodio en catalán en The Internet Archive.


"Happy Date in Wonderland". Episodio en japonés, subtitulado en inglés, en GenoAnime (aparece con el número y título de un episodio diferente).

20 de febrero de 2024

El Gato de Cheshire (primera parte).

 



Esta es la primera parte de un artículo dividido en tres. Trata sobre los orígenes del personaje; la segunda trata sobre sus principales representaciones e interpretaciones; y la tercera, sobre sus versiones modernas y su legado en la actualidad. 


En el capítulo 6 de Alicia en el País de las Maravillas "Cerdo y pimienta", Alicia entra en la cocina de la casa de la Duquesa, después de haberse reducido de tamaño y de haber intentado dialogar con el Lacayo-Rana. La cocina está saturada de humo y de pimienta, que la Cocinera está echando continuamente en un caldero de sopa; la especia hace estornudar enseguida a Alicia, y estornudan también la Duquesa, sentada en un taburete en medio de la cocina, y el bebé que lleva en brazos. Como muy pronto observa Alicia, los únicos que no estornudan son la propia Cocinera, y "un gran gato, que estaba tumbado en el hogar y sonriendo de oreja a oreja". Alicia, tímidamente, le pregunta a la Duquesa por qué su gato sonríe así, a lo que la Duquesa contesta que lo hace porque es un gato de Cheshire. Aunque a la Duquesa le parece suficiente explicación, a las preguntas de Alicia sigue contestando que todos los gatos pueden sonreír, y que de hecho la mayoría lo hace. Pero, ¿cómo el gato y su sonrisa han llegado desde Cheshire hasta el País de las Maravillas?



Willy Pogány, 1922.


El condado de Cheshire se encuentra al noroeste de Inglaterra, limitando con Gales al oeste, con los estuarios de Dee y Mersey al noreste, y con la formación montañosa de los Peninos al este. Fue en un pequeño pueblo de este condado, llamado Daresbury, donde en 1832 nació Lewis Carroll. La expresión "sonreír como un gato de Cheshire" ("grin like a Cheshire cat") era común en la época victoriana - documentada por primera vez en 1788, en la segunda edición de A Classical Dictionary of the Vulgar Tongue de Francis Grose - y no cabe duda de que, siendo originario de Cheshire, Carroll la oiría y recordaría desde muy temprana edad. 


Los orígenes de la frase son desconocidos. Martin Gardner cita dos teorías principales: la del queso de Cheshire, y la de los leones pintados en los carteles. Según la primera, tradicionalmente se elaboraba en Cheshire (una región en la que abundan las granjas de leche, y famosa aún en la actualidad por sus productos lácteos) un queso con una forma que recordaba a la de un gato con una mueca o sonrisa; como este queso comenzaba a cortarse por la "cola", lo último que quedaba del queso, cuando ya se habían cortado todas las porciones, era la sonrisa. La segunda, propuesta por el escritor Samuel Maunder en 1853, alude a un artista, al parecer no demasiado bueno, que pintó leones rampantes en los carteles de varias posadas y establecimientos en el condado. El parecido de estos presuntos leones con la versión doméstica de la especie felina, y que el gesto de su rostro, lejos de noble, asemejara una mueca o sonrisa, hicieron que el público general comenzara a referirse a ellos como "gatos sonrientes". Es el mismo proceso de asimilación popular que sucedió en España, en 1870, con las monedas de diez y cinco céntimos de peseta: el león estaba tan dudosamente grabado en ellas, que a la gente le parecía un perro; de ahí que comenzaran a llamarse, respectivamente, "perra gorda" y "perra chica".


La frase en sí sería suficiente para estimular la imaginación de Carroll: como han sugerido otros autores, Carroll pensaría que, si un gato hecho de queso intentara comerse un ratón, tal vez sería el ratón quien se lo comería a él. Pudo pensar también en que la Luna, en cuarto creciente, semeja una sonrisa en el cielo sin nada más alrededor (y tengamos presente que, según una metáfora popular en los países de habla inglesa, la propia Luna está hecha de queso). Otros autores sugieren que Carroll también podría estar pensando en una catenaria, la curva que forman una cadena o una cuerda que cuelga de dos puntos sin estar tensa... y que también puede recordar a una sonrisa. 


Cat-enaria en la Giralda de Sevilla. Shuttershock.


Pero también hubo otros gatos en Cheshire, aparte de aquellos moldeados en queso, que pudieron contribuir al personaje. En Grappenhall y Pott Shrigley, dos localidades cercanas al pueblo natal de Carroll, hay dos iglesias donde encontramos sendos grabados que podrían haberse quedado en la imaginación del joven Carroll como inspiración de su futuro personaje. En Grappenhall se encuentra la iglesia de San Wilfredo, y en la cara oeste de la torre hay esculpido un animal que muchos consideran un prototipo de Gato de Cheshire.



Grabado en arenisca en la torre de la iglesia de San Wifredo, Grappenhall.

Por su parte, en Pott Shrigley se encuentra la iglesia de San Cristóbal, en cuyo interior, en un arco sobre el altar, aparecen varios grabados medievales de animales. Entre ellos, uno que también es considerado un gato, y que luce una gran sonrisa. 


Grabado en gres en la iglesia de San Cristóbal, Pott Shrigley.


Incluso fuera de Cheshire encontramos un gato sonriente al alcance de Carroll. El padre del autor, el reverendo Charles Dodgson, fue llamado a ocupar el cargo de rector de Croft y archidiácono de Richmond en Croft-on-Tees, Yorkshire del Norte, desde 1843 a 1868. La familia se mudó de Daresbury a Croft-on-Tees en 1843, y Carroll vivió allí hasta que, en 1850, se fue a estudiar a Oxford. En la iglesia de San Pedro de Croft, donde su padre ejercía su magisterio, había un sitial excavado en la piedra sobre el cual había tallada la cabeza de un animal, tal vez un gato. En 1992, Joel Birenbaum, un aficionado a Alicia en el País de las Maravillas que visitaba la iglesia con un grupo de iguales, observó que, pasando por debajo del grabado, un niño no habría visto toda la cabeza, sino solo la sonrisa.


Bajorrelieve en San Pedro de Croft.


Aunque Alicia no habla con el sonriente gato mientras se encuentra en la casa de la Duquesa, vuelve a verlo en el exterior, en la rama de un árbol. Su diálogo críptico y sus continuas apariciones y desapariciones marean a Alicia, que llega a decirse a sí misma que una sonrisa sin gato es la cosa más curiosa que ha visto en su vida. Pero más tarde, cuando ve su sonrisa aparecer en la caótica partida de croquet de la Reina de Corazones, se alegra de tener a alguien con quien hablar, y lo presenta a la Reina como "un amigo mío". Es el único personaje de todo el País de las Maravillas a quien Alicia se refiere como tal. 


En el siguiente artículo veremos la primera y más recordada versión ilustrada del Gato de Cheshire, la de John Tenniel, y la segunda más popular, la de Walt Disney.


Fuentes:


BLACKBURN, Jonathan. "Where does the grinning 'Cheshire Cat' come from? We go on the hunt across the county", en CheshireLive, 6 de noviembre de 2021.


CARROLL, Lewis; GARDNER, Martin (ed.). The Annotated Alice, Penguin, Londres, 2001.


COHEN, Morton N. Lewis Carroll: A Biography. Random House, Nueva York, 1995.





11 de febrero de 2024

Alicja (Jacek Bromski y Jerzy Gruza, 1982)





 

Alicja (Alice en su versión inglesa, y Alicja im Horrorland en la alemana) es una coproducción belgo-polaca de 1982, codirigida por los directores polacos Jacek Bromski y Jerzy Gruza. Es un drama musical que utiliza los nombres de los personajes y algunas citas de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, pero no tiene ninguna relación con la historia. Dura 90 minutos. 



Esta película fue la primera obra del director Jacek Bromski, que más tarde dirigió Love Stories (1997, con Juliusz Machulski y Jacek Moczydłowski), U Pana Boga w ogródku (2007), To ja, zlodziej (2000) y One Way Ticket to the Moon (2013). En años más recientes ha sido productor de Horror Story y Tile Co Nic (ambas de 2023). En cuento a Jerzy Gruza, es conocido por películas como Motylem jestem, czyli romans czterdziestolatka (1976), Pierscien i róza (1987) y Dariusz (2019), aunque fundamentalmente trabajó en televisión. 

Sophie Barjac, en el papel de Alicja, es una actriz francesa con una larga trayectoria en cine para televisión y series, principalmente en papeles secundarios y apariciones únicas. Para las canciones fue doblada por la cantante escocesa Lulu (nombre artístico de Marie McDonald McLaughlin Lawrie), conocida por su participación en Eurovisión con "Boom bang-a-bang" (1969) y por su interpretación de la canción de la película de James Bond El hombre de la pistola de oro (1974).  

El interés romántico de la protagonista, "Conejo", es interpretado por Jean-Pierre Cassel, también francés, conocido por El discreto encanto de la burguesía (1972), Pret-à-porter (1994) y La ceremonia (1995); su último papel fue el de druida Panorámix en Astérix en los Juegos Olímpicos (2005). La antagonista de la película, "Queenie" o "Reina de Corazones" fue interpretada por la británica Susanna York, conocida por su aparición en Danzad, danzad, malditos (1969) y por su papel de Lara en Superman (1970) y Superman II (1980), y con una continuada trayectoria en televisión y cortometrajes. 

La película comienza una soleada mañana en un gran parque público. Una mujer de edad madura y aspecto acaudalado (Susanna York como "Queenie"), ataviada con un gran abrigo de pieles, baja de un coche conducido por un chófer, y saca a varios perros para pasearlos. Un grupo de niños corre y juega a perseguirse. Un hombre de unos cincuenta años (Jean-Pierre Cassel, como "Conejo"), corre al trote por el parque, con un chándal blanco. Una mujer joven, Alicja (Sophie Barjac), se acerca paseando a un banco, cuando una de las niñas la ve, la llama y corre a su encuentro. La niña le reprocha que ayer faltara a la cita de verse todos los días, como le prometió, y empieza a señalarle a los niños que corren por los alrededores y a presentarlos como sus novios. Dice que, en la sociedad actual, se está volviendo habitual tener muchos novios, por si alguno se cansa de ella, o ella de ellos. 


Sophie Barjac como Alicja.


Se fijan en el hombre que hace jogging con el chándal blanco, y la niña comenta que parece un conejo. Alguien más se ha fijado en él: dos hombres que, desde el exterior del parque, lo observan con unos prismáticos. Uno (Andrzej Wasilewicz) le dice al otro (Wieslaw Golas) que ese hombre debe una fortuna a "su organización", que "su jefe" lo quiere muerto, que ofrece "cincuenta de los grandes", y que si le parece un trabajo que pueda hacer. El asesino dice que está chupado. 



En un momento en que la niña se ha ido, Alicja sigue observando al "Conejo", y ve también cómo uno de los hombres, con una máscara, saca un rifle y le dispara. Alicja se desmaya de la impresión, pero a los pocos segundos la reaniman la niña y el propio Conejo, que le preguntan qué le ha pasado y si se encuentra bien. Avergonzada, Alicja dice que está muy bien en el suelo y que no necesita nada. Queenie, que está paseando a sus perros, observa la escena desde cierta distancia. Conejo se ofrece a llevar a Alicja a casa en su coche, pero ella insiste en que no hace falta. Conejo dice que llega tarde a una cita y se despide; la niña ríe y vuelve a decir que parece un conejo con tanta carrerita. 



Al día siguiente, Alicja está en su trabajo (supervisa la cadena de montaje de una fábrica de piezas de televisor) y una compañera está intentando organizarle una cita con un amigo de su amante, pero Alicja se niega en redondo, ya que sabe que el amante de su compañera es un hombre casado, y sospecha que el amigo lo sea también. La compañera le dice que están en el siglo XX, que esas cosas no importan y que es una estrecha. Llegan unos jefes de la fábrica que le están mostrando la cadena de montaje a Conejo, quien aparentemente va a invertir o comprar piezas a la empresa. Conejo ve a Alicja, y cuando sus anfitriones le invitan a comer, él se niega con una excusa y va a buscar a Alicja al restaurante donde suelen comer los empleados. 


Tras un largo número musical de claqué que tiene lugar en los talleres de la fábrica, Conejo encuentra a Alicia en el restaurante y se sienta a comer con ella, intentando conquistarla con su humor e imitaciones. Aunque Alicja básicamente lo ignora, Conejo le confiesa algunas verdades, como que está al filo de la bancarrota, y que siempre va a correr al mismo parque porque suele verla allí, en el banco con la niña. Cuando le pregunta cómo es que una mujer tan joven y hermosa trabaja en una fábrica, y no como modelo o actriz, ella contesta secamente que es el trabajo que encontró al divorciarse de su marido, que era piloto, y corta la conversación y vuelve al trabajo, dejando a Conejo con la cuenta. En el restaurante hay también dos hombres jóvenes, compañeros de trabajo de Alicja, que solo son nombrados como Grifo (Dominic Guard) y Tortuga Falsa (Jack Wild); los dos están enamorados de Alicja, y contemplan con recelo a Conejo, pero no intervienen. 


A la salida del trabajo, se ofrecen a llevarla a casa en sus flamantes motos, pero ella no muestra ningún interés en uno ni en el otro y se marcha sola. La compañera de Alicja les aconseja que se rindan, porque ella está muy dolida por el divorcio y no tiene interés en salir con nadie. 

Más tarde, Conejo está en un coche con Queenie, a la que le pide dinero porque dice deber muchísimo "a la gente equivocada". Queenie le reprocha que tuvo ocasión de casarse con ella y acceder a su riqueza y no quiso, y quita importancia al hecho de que Conejo deba dinero a gente peligrosa, porque cree que no lo atraparán. Alicja sale de su casa, y las vecinas la saludan, pero apenas se ha alejado, comienzan a cotillear y murmurar entre ellas cómo su marido la engañó con otra y sus peleas y gritos se oían a través de las paredes. Durante sus compras por el barrio, se ve que Grifo y Tortuga están jugando al ajedrez en una cafetería y planean volver a invitarla a salir, y que Conejo la está siguiendo en coche. Queenie va al jardín del Sombrerero Loco (Peter Straker), al que le cuenta la conversación que acaba de tener con Conejo, mientras él repite frases del Sombrerero de Carroll sin que vengan a cuento. 



Mientras, Conejo llega a la calle de Alicja y comienza a preguntar a la portera dónde vive y si es soltera. Pero no la encuentra, porque Alicja ha ido al aeropuerto en taxi para encontrarse con su exmarido, Gato de Cheshire (Paul Nicholas, el "primo Kevin" en Tommy). Este le dice que va a dejar a su amante, Chris (que era además la mejor amiga de Alicja), porque se arrepiente de haberse divorciado de Alicja a causa de ella. Pretende volver con Alicja, pero esta replica que ya ha superado el divorcio, que no lo necesita para nada, y que va a celebrar su libertad. 



Todo esto ha sido solamente el primer tercio de la película. En el segundo tercio, se irán repitiendo todas las situaciones: Conejo por un lado, Tortuga y Grifo por otro, y Gato por otro, forzarán encuentros con Alicja para pedirle una cita e intentar conquistarla; Alicja se irá enamorando de Conejo; Conejo intentará conseguir dinero de Queenie; y los matones del principio irán rastreando a Conejo para hacerse una idea de sus itinerarios y rutinas. Queenie invita a Conejo a una gran fiesta con la esperanza de reconquistarlo a su vez, pero, cuando este se presenta con Alicja, pierde los estribos, y al día siguiente convoca (y amenaza) a uno de los sicarios para que mate a Conejo. El sicario va a buscar al tirador con el que habló al principio de la película y le dice que ha llegado el momento. 


Alicja va a visitar a Conejo para encontrarse con que está haciendo el equipaje precipitadamente; cuando le pregunta qué ocurre y adónde se va, él contesta bruscamente que se va lo más lejos posible porque tiene problemas y no piensa volver nunca. Alicja le dice que lo ama y que quiere irse con él, a lo que Conejo contesta que no hay nada entre ellos y que se vuelva a su casa por su propia seguridad. Alicja se marcha desolada, y vaga por las calles en un estado alucinatorio. De vuelta en su casa, pasa la noche llamando a Conejo, pero este, aunque aún no se ha ido, no coge el teléfono. Alicja se toma unas pastillas que la sumen en un largo "viaje" psicotrópico que incluye bailes de multitudes en la calle, una carreta medieval de las que se llevaban a los locos, y un helicóptero de rescate que estalla en pleno vuelo. Se da a entender que alguien (seguramente el Grifo y la Tortuga, que habían estado telefoneando a Alicja) la encuentran inconsciente, o que realmente ha salido a la calle todavía drogada, porque cuando se despierta está en un manicomio. 



Queenie, que está desayunando en su mansión, le comenta a su anciano mayordomo que le ha dado a Conejo dos días para escapar, y que ahora es mejor que corra. Conejo, en efecto, está bajando de su casa y cargando una maleta en el coche; Tortuga y Grifo, que están acicalando sus motos allí cerca, lo ven y deciden seguirlo. El tirador también prepara sus armas para ir a la caza del Conejo. 


Conejo ya está saliendo de la ciudad cuando Tortuga y Grifo lo adelantan con sus motos, le cortan el paso y le obligan a detener el coche, pero antes de que puedan preguntarle nada, Conejo se libra de ellos a patadas. El sicario y el tirador, que también lo han seguido a distancia, los están observando. Cuando vuelve a su coche, Conejo pasa al carril contrario y regresa a la ciudad, seguido por los asesinos. En el parque del principio de la película, Alicja está paseando sola, y se sienta en su banco de siempre con aire abatido, cuando ve a Conejo correr hacia ella. Se pone en pie con una gran sonrisa, pero entonces vuelve a ver al tirador enmascarado que saca un rifle y dispara a Conejo, y cae desmayada. De nuevo, la niña y Conejo la despiertan, mientras Queenie, con sus perros, observa lo que pasa, y Conejo se ofrece a llevarla a alguna parte, lo que ella rechaza. Conejo se va haciendo jogging, y la niña ríe y dice que le recuerda a un Conejo. 



Esta película se menciona en las páginas de cine como "una fantasía musical", pero, aunque ciertamente más de la mitad está compuesta por canciones y números de baile, la única "fantasía" es el viaje alucinatorio de Alicja. Mucho menos es una película de horror, como puede sugerir el título en alemán. Es un drama romántico, con todas las relaciones amorosas no correspondidas, y sobre todo un musical, con largos números de danza a cargo del ballet nacional de Varsovia, y canciones a cada momento, como en el trayecto en taxi cuando Alicja vuelve del aeropuerto, o en la breve estancia de Alicja en el manicomio, en que hasta los pacientes con camisa de fuerza tienen consejos en verso para darle. Como coproducción belgo-polaca, rodada directamente en inglés, filmada en Francia, Polonia e Inglaterra, con todos los actores principales franceses o ingleses, y con Polonia aportando el ballet y algunos actores secundarios (me imagino que Bélgica puso el dinero y poco más), es una película bastante oscura, que llegó a Alemania y Estados Unidos, pero aparentemente solo fue apreciada por los fans de la cantante Lulu. Tiene siete reseñas en IMDb, y ninguna en Rotten Tomatoes, lo que da una idea de su rareza. He encontrado alguna reseña en polaco, que he leído a través del traductor de Google.


Como película que está inspirada u homenajea los libros de Carroll, realmente no significa nada. Solamente Conejo, Queenie y el Sombrerero dicen en alguna ocasión frases de sus personajes del libro, y Queenie vive en una mansión con motivos de rosas rojas y corazones. Por lo demás, no hay nada que nos recuerde a Carroll. Podemos pensar, como mucho, que todo lo que ocurre entre los dos desmayos de Alicja en el parque es un sueño, quizá un sueño premonitorio. 


Como drama romántico musical, por último, se puede ver, pero se hace un poco cargante. Las canciones tienen cierto encanto, pero los números de baile son demasiado largos, y no ayuda que haya muchas escenas que no sirven para nada, como la reunión entre Queenie y el Sombrerero, en que la mujer repite al joven (no se sabe muy bien si un amigo o un sirviente) la conversación que acaba de tener con Conejo; o el momento en que el tirador sale del hotel en el que se ha alojado un par de noches: cuando paga la cuenta, la recepcionista mira los billetes con lupa, y cuando le da el cambio, el tirador coge la lupa y examina los billetes a su vez. También hay una escena de Alicja en la peluquería, en que se siente muy feliz porque se ha enamorado de Conejo, o sus paseos por la ciudad, a veces triste y a veces alegre... Son secuencias que alargan la película sin aportar prácticamente nada. Tampoco lo hacen personajes como la Tortuga y el Grifo, que solo están ahí para estar enamorados de Alicja, o el propio Sombrerero, que no lleva sombrero y soporta en una única escena el malhumor de Queenie. En los créditos, de hecho, se nombra un actor como la Liebre de Marzo, pero no he logrado distinguir quién es. Puede que el mayordomo de Queenie o uno de los invitados a la fiesta. 


Aunque, según Wikipedia, la película se editó en VHS en Estados Unidos (por la muy oscura Karl Lorimer Home Video, y con el título de Alice), y me parece haber visto la edición alemana en DVD, solo he encontrado a la venta la edición polaca de 2008, que incluye un CD con la banda sonora. 




En Internet se puede ver en alemán con canciones en inglés, o totalmente en inglés subtitulada en polaco. En mi opinión, no es una película que valga la pena ver más que una o dos veces, a no ser que uno sea fan de las canciones de Lulu o de los números de danza. Lo que más me ha gustado ha sido la carátula de inspiración psicodélica, y la pesadilla/ viaje psicotrópico de Alicja, que si no causa "horror", por lo menos da una buena idea de un trance alucinatorio. 



Fuentes:


Alice, en el canal de Curiouser Archive. En inglés, con subtítulos integrados en polaco.


Alicja im Horrorland, en el canal de matz cap 2. En alemán, con canciones en inglés.


KUŹMA, Darek "Beowulf". "Alicja", en Poltergeist, 11 de diciembre de 2008.

28 de enero de 2024

Los osos amorosos en el País de las Maravillas (Raymond Jafelice, 1987)

 



The Care Bears Adventure in Wonderland es una película canadiense de animación tradicional, que toma el mundo y los personajes de Alicia en el País de las maravillas y A través del espejo de Lewis Carroll, y el argumento de El prisionero de Zenda de Anthony Hope. Fue dirigida por Raymond Jafelice y estrenada en Estados Unidos y Canadá el 7 de agosto de 1987 por la distribuidora Cineplex Odeon Films. Dura ochenta minutos. 


Los Osos Amorosos (Ositos Cariñositos en Latinoamérica) son unos personajes que no necesitan presentación en nuestro país, donde fueron recibidos con gran éxito cuando llegaron en los años ochenta, y fueron los peluches más vendidos durante una década. Originalmente, los Osos Amorosos se crearon en 1981 por la artista Elena Kucharik como personajes de tarjetas de felicitación para American Greetings (al igual que otro personaje enormemente popular de la misma compañía, Tarta de Fresa). Cada uno tenía un color específico y un símbolo en su vientre, que identificaba su poder o habilidad, siempre orientados a ayudar a los niños: el oso azul con una luna acompañaba a la hora de dormir; el verde con un trébol daba buena suerte, el marrón con un corazón transmitía cariño; el rosa con un arco iris daba ánimos y alegría, etc. A finales de 1982, se lanzarían oficialmente como franquicia, y a principios de 1983 se presentarían al público, con tarjetas, libros de cuentos, y peluches elaborados por la empresa juguetera Parker Brothers. 


Tarjeta de felicitación de 1984. 
©American Greetings.

Entre 1983 y 1987, Parker vendió unos cuarenta millones de peluches. El mismo año de 1983 se emitió un especial de dibujos animados, La tierra sin corazón (The Care Bears in the Land Without Feelings), para las que se creó un villano, el doctor Cold Heart. En 1984 se amplió la línea original de diez personajes con sus diez "primos", que no eran ya osos, sino otros animales como un león, un elefante, un mono... También se estrenó el segundo episodio especial, La máquina del hielo (The Care Bears Battle the Freeze Machine). 


Edición en VHS del primer especial de animación 
de Los Osos Amorosos (1983).

El éxito de los dos especiales fue tan contundente, que en 1985 se estrenó la serie de animación televisiva (que duraría hasta 1988) y el primero de los largometrajes, Los Osos Amorosos (The Care Bears Movie, 1985), al que siguieron Los Osos Amorosos 2 (Care Bears Movie II: A New Generation, 1986), y Los Osos Amorosos en el País de las Maravillas (The Care Bears Adventure in Wonderland, 1987). Esta tercera película, sin embargo, fue tan pobremente recibida, que nunca ha llegado a editarse en DVD en Canadá ni Estados Unidos (aunque sí se vendió internacionalmente), y no se estrenarían en cines más películas de estos personajes: la de 1988 fue para televisión, y las animadas por ordenador en la primera década de los 2000 fueron directamente al formato doméstico. 


El director, Raymond Jafelice, era principalmente artista de storyboard, pero había dirigido episodios sueltos de otras series de animación como Tarta de Fresa (Strawberry Shortcake, 1980-88) o Nuestra pandilla (Get along gang, 1984-86), y El inspector Gadget (Inspector Gadget, 1983- actualidad). Aunque solo ha dirigido unos pocos largometrajes, como artista y animador tiene una larga y fructífera carrera que llega hasta 2022 con La patrulla canina (Paw Patrol, 2013-22). 



Existen dos doblajes en español de esta película: el de España y el de Méjico. Los nombres de los personajes cambian según la traducción; por ejemplo, el país de Mucho Cariño es Mucho Mimo en América Latina; Quejoso es Gruñonosito, etc. La reseña está elaborada a partir de la versión orginal en inglés y la de español de España.





La película comienza sobre las ocho de la mañana en el mundo de los Osos Amorosos, Mucho Cariño. Estrellitas y pájaros se asoman a las ventanas de cada casa para despertar a sus habitantes, los repartidores de periódicos y leche entregan su mercancía, y poco a poco los osos y sus primos comienzan el día: salen a correr, preparan el desayuno, riegan sus plantas... Un pajarillo se detiene en la ventana del dormitorio de Quejoso (Bob Dermer), se desgañita cantando, y Quejoso no se despierta, aunque son ya casi las nueve. El pájaro acaba encogiéndose de hombros y marchándose, y Quejoso sigue durmiendo. El Conejo Blanco (Keith Knight) intenta entrar a su habitación a través de un espejo de mano, pero, al sonar el despertador, Quejoso le tira una almohada encima, y debe intentar pasar de nuevo a través del espejo del cuarto de baño.




Quejoso, que se levanta medio dormido, al principio no se da cuenta de que el Conejo Blanco está al otro lado del espejo, pero cuando lo ve, lo ayuda a entrar tirándole de los brazos. De inmediato, el Conejo Blanco sale al exterior gritando que se le hace tarde y que debe encontrar a su sobrino Airoso (que es un conejo, uno de los primos de los osos amorosos, interpretado por Eva Almos). Cuando lo encuentra, junto con otros osos y primos, le enseña la foto de una niña y le explica que está desaparecida y deben encontrarla cuanto antes. Los osos y primos se ponen en marcha, cogen sus coches-nube, y bajan al mundo humano a buscar a la niña. 





Al principio no hay suerte: reparten fotos por todas partes, preguntan a los franceses, a los mejicanos, a los australianos, a los esquimales, a la guardia del palacio de Buckingham, a un pequeño alien, a la Esfinge y a un canguro, pero nadie conoce a la niña. 



Un frustrado Quejoso - que aún no ha desayunado, lo que será un chiste recurrente en la película - se sienta en un banco a descansar, y un niño que está allí ve por casualidad la foto y le dice que conoce a la niña, que se llama Alicia, y que vive justo en la casa de enfrente. En su habitación, Alicia (Tracey Moore) está mirándose en un espejo de cuerpo entero y lamentándose a su gatita Dina de que no es más que una niña corriente y vulgar y nunca será especial, como Supergirl o "la pequeña pirata".




Entran Quejoso y Airoso con el Conejo Blanco, y este dice que Alicia se parece mucho a la princesa, y que "servirá". Airoso y Quejoso le explican a la niña que, en el País de las Maravillas, el malvado brujo ha secuestrado a la Princesa de Corazones, y que si esta no aparece el día de su inminente coronación, será él quien se corone rey, y todos tendrán que obedecerlo. El plan del Conejo Blanco es hacer pasar a Alicia por su princesa mientras encuentran a la auténtica. 



Alicia comienza con que ella no es más que una niña normal y corriente, que nunca daría el pego como princesa, etc., pero el Conejo Blanco le suplica que los ayude (llorando muy fuerte y mirando de reojo a ver si la conmueve), y Airoso le pone ojitos dulces, hasta que ella accede. Llegan también Bondadoso (Jim Henshaw), Venturoso (Marla Lukofsky), y los primos, el león Valentoso (Dan Hennessey) y el elefante Candoroso (Luba Goy) para acompañarlos al País de las Maravillas.


De izquierda a derecha: Airoso, Quejoso, Valentoso, 
Venturoso, Candoroso y Bondadoso.


Atraviesan el espejo de cuerpo entero del cuarto de la niña, pero el Brujo los ha descubierto, y rompe el espejo cuando Quejoso, Airoso y el Conejo Blanco aún no lo han cruzado. Nadie resulta herido, pero el Conejo Blanco dice que se retrasarán porque han de buscar otro camino, y le pide al grupo liderado por Bondadoso que intenten llegar por su cuenta al Palacio de Corazones. El Conejo Blanco, Airoso y Quejoso buscan y encuentran una conejera que los conduce al País de las Maravillas, con Quejoso lamentándose todo el tiempo de que aún no ha desayunado y no puede hacerse con nada de comida. 

En el País de las Maravillas, el Brujo (Colin Fox) llama a sus dos inútiles secuaces, Dim (John Stocker) y Dum (Dan Hennessey) y les cuenta que está al corriente del plan de la Reina de Corazones de sustituir a su hija por una niña que se le parece e impedir así que él sea coronado, de modo que los manda a secuestrar también a la impostora.


Estoy encantado con mi pérfido plan.


El grupo de Bondadoso pide ayuda a un agente de tráfico, la Oruga (Don McManus), para llegar al Palacio de Corazones. Este les da unas indicaciones muy enrevesadas, pero, al ver que no las comprenden, les señala un atajo. 




Cuando ya se alejan, el agente les grita que no se acerquen al damero, pero con el ruido de los abundantes vehículos y habitantes que pasan, no oyen la advertencia, y cuando llegan al prado con cuadros de ajedrez comienzan a cruzarlo sin sospechar nada. Dim y Dum se les acercan e intentan engañarlos diciéndoles que les ha enviado la Reina de Corazones para llevarlos al Palacio, pero Bondadoso no se fía y les dice que no se irán a ningún sitio con extraños. 



Dim y Dum se marchan sin insistir, pero al poco aparece una fila de robots que avanza hacia ellos en el tablero. Son solo nueve pequeños robots, pero se fusionan por grupos de tres, y se convierten en tres grandes robots, o, como concretan Dim y Dum, que aparecen sentados en un sofá, en pijama y con un cuenco de palomitas para disfrutar del espectáculo, "grandes y malvados robots". Al principio, Alicia y los osos solo pueden huir corriendo, pero acaban descubriendo que los pueden hacer caer poniéndoles la zancadilla, y que si trepan por ellos y manipulan la antena de su cabeza, vuelven a hacerse pequeños. Además, Dim y Dum pelean constantemente y rompen los mandos que controlan los robots, con lo que son más fáciles de evitar. Con todo, en la confusión, Dim y Dum intentan llevarse por la fuerza a Alicia, pero los osos ya han logrado librarse de los robots y reunirse, y ponen en fuga a Dim y Dum. 


No quieras cabrear a un Oso Amoroso.

Justo a continuación llegan Quejoso, Airoso y el Conejo Blanco, que habían estado buscándolos. El Conejo Blanco aún les está riñendo por haber ido directos al campo donde están los robots del Brujo ("¿No os advirtió la Oruga que no os acercarais al damero?") cuando oyen un ritmo y ven un extraño gato (John Stocker) que cambia de color, forma y  estampado, y les dice, rapeando, que la princesa es prisionera del Brujo, y que el Sombrerero tiene la manera de rescatarla. Les aconseja que se dividan en dos grupos: uno que lleve a Alicia sana y salva al Palacio de Corazones, y otro que encuentre al Sombrerero y le pida ayuda. 





Cuando el gato se desvanece, el Conejo Blanco explica que se trata del Gato de los Deseos, el cual sabe todo lo que pasa en el País de las Maravillas, y que más vale hacer caso a lo que dice. Valeroso y Bondadoso están de acuerdo en dividirse, según ha aconsejado el Gato, de modo que Bondadoso indica a Valentoso, Quejoso, Airoso y Venturoso que busquen al Sombrerero, mientras que el resto acompañará a Alicia al Palacio de Corazones. El brujo ha visto toda la escena a través de un telescopio que tiene en su torre, y vuelve a mandar a sus inútiles secuaces a que le traigan a Alicia, y los amenaza con darlos de comer a una enorme tarántula como vuelvan a fracasar. Dim y Dum, que padecen aracnofobia, no se preocupan demasiado, porque no saben qué es una tarántula, pero cuando el Brujo se lo dice, se marchan aterrados.


¿Que la tarántula es un tipo de araña??

 

El grupo de Valentoso va buscando al Sombrerero, pero no tiene ninguna pista. Mientras Quejoso se queja de que aún está en ayunas, una flor-León intenta comérselo a él, pero Valentoso le hace cosquillas para que se ría y lo suelte. Al caer de la boca de la flor-León, Quejoso lleva puesto un sombrero de tres picos con muchos adornos, y comienza a hablar y comportarse como un capitán de navío; arranca una planta cuya forma recuerda a un catalejo, y llama "grumete" a Airoso. Sale disparado, ordenando que todos sigan el rumbo, y los demás dan por hecho que el sombrero que lleva los va a guiar hasta el Sombrerero. 



El grupo del Conejo Blanco vislumbra por fin el Palacio de Corazones, pero Alicia se detiene antes de llegar, de nuevo con su discurso de que una chica tan poco especial, tan plebeya, nunca podrá asumir las responsabilidades y obligaciones de una princesa. Bondadoso la anima y le insiste en que sí es especial, solo por su deseo de ayudar desinteresadamente al País de las Maravillas. 


¡Claaaaro que eres especial! ¡No permitas que ser blanca, rubia, 
de ojos azules y de clase media-alta te deprima!


Oyen entonces la melodía de una caja de muñeco con resorte, de la que salen unas marionetas de Dim y Dum. Mientras el Conejo Blanco, Bondadoso y Candoroso están distraídos mirando los muñecos, los auténticos Dim y Dum secuestran a Alicia, la meten en un carro y se la llevan... al Palacio de Corazones, que era donde iba todo el grupo desde el mismo principio. 



Dim y Dum llegan a un patio del palacio, sacan a Alicia del carromato y la obligan a entrar a una oscura habitación, donde la aguarda el Brujo. El Brujo dice que el País de las Maravillas lo necesita, hace que su entorno cambie para mostrar varias localizaciones del País de las Maravillas, y le explica a Alicia, mediante una canción, que él será mucho mejor gobernante que la Princesa, porque pondrá orden "en todo el caos y confusión" que impera en su mundo, hará respetar las leyes, y realizará algunos cambios que acabarán con todas las locuras. Convencido él mismo de que "una niñata vulgar y asustadiza" no conseguirá hacer creer a nadie que es la princesa, el Brujo permite que Alicia huya hacia el mismísimo salón del trono, donde la Reina de Corazones (Elizabeth Hannah) y toda la corte parecen estar esperándola. El Brujo se dispone a decir que la niña es una impostora, pero la Reina lo interrumpe y declara en voz alta que es su hija y que al día siguente será coronada. El Conejo Blanco llega precipitadamente y repite que la princesa ha vuelto a casa, ante la celebración y el regocijo de los cortesanos. El Brujo se marcha murmurando entre dientes que ya se verá quién ríe el último. 




En sus aposentos privados, la Reina explica a Alicia que el Brujo tiene a su hija retenida en alguna parte, con el fin de que al día siguiente no pueda ser coronada reina, y que por tanto ella "no tenga otra elección" que coronar al Brujo en su lugar. Le dice a Alicia que, cambiándole la ropa y el peinado, podrá perfectamente pasar por su hija mientras esta es rescatada. 



El grupo de Valentoso sigue buscando al Sombrerero. Accidentalmente, Venturoso se pone otro sombrero, una gorra de detective, que le hace deducir cuál es el camino correcto, y siguen adelante. 




De nuevo en el palacio, la Reina le está haciendo probar vestidos de
gala a Alicia. Todos le dicen está impresionante y espectacular, y ella insiste en que no es verdad, que ella no es especial, hasta que se mira en un espejo y acaba admitiendo que sí, que es muy guapa. 


Ay, sí.

La Reina le enseña a tomar el té, jugar al croquet y montar a un flamenco al mismo tiempo, lo que parece ser la costumbre en el País de las Maravillas. Dim y Dum, por orden del Brujo, intentan sabotearla, construyendo un obstáculo especialmente difícil, pero Alicia y su flamenco parlante (Alan Fawcett) logran completar la partida. 



El Brujo ordena por tercera vez a sus secuaces que le traigan a Alicia. Durante la noche, el grupo de Bondadoso se dispone a montar guardia para que nada le ocurra a Alicia mientras duerme. 


Un tercer sombrero, un casco espacial, guía al grupo de Valentoso hacia una gruta donde vive el Sombrerero (Keith Hampshire), el cual se presenta con una canción, y les dice que la princesa se encuentra en la cueva del "Dragón Farfullón". Como está muy cerca, él mismo los guía hasta allí. 




Llegan a una habitación amueblada donde todo es enorme (ellos tienen, respecto a los objetos, el tamaño de ratoncitos), y encuentran a la princesa (Alyson Court, Sonia Torrecilla en el doblaje de España) encerrada en una jaula que cuelga del techo. Intentan ir trepando por los muebles para alcanzarla, pero llega el Dragón Farfullón (también Keith Hampshire), y deben esconderse. 




En el palacio, Bondadoso y Candoroso vigilan el sueño de Alicia. Dim y Dum se cuelan a través de un cuadro que oculta un pasadizo e intentan secuestrarla llevándosela en un saco, pero lo que sucede es que Dum mete a Dim en el saco sin darse cuenta y lo lleva al Brujo creyendo que es Alicia; Dim tiene a su vez otro saco, pero lo que ha metido en él es una gran almohada. El Brujo golpea a sus esbirros con la almohada y les ordena traerle el "Libro de las Maravillas", con el cuál no solo demostrará que Alicia es una impostora, sino que le impedirá volver a su hogar. 



En su guarida, el Dragón Farfullón se ha quedado dormido, y Quejoso, que se había escondido en uno de sus bolsillos, sale para intentar rescatar a la Princesa. Aprovechándose de la fuerza de un estornudo del Dragón, llega a la jaula de la Princesa y logra abrirle la puerta. El Dragón se despierta, Quejoso lo aturde durante unos momentos soltando la jaula para que caiga sobre su cabeza, y luego todos, con la Princesa, echan a correr. 




El Dragón los persigue, pero se queda atascado en uno de los túneles de la cueva. Valentoso dice que es su oportunidad de escapar, pero Airoso se da cuenta de que el Dragón tiene una gran espina clavada en una zarpa, y todos se compadecen y deciden sacársela antes de irse. El Dragón se libera, les da encarecidamente las gracias, les dice que pueden llamarlo por su nombre, Paco (Stan en el original), y hasta llora de emoción por la ternura con que lo han tratado. 



El Sombrerero dice de repente que puede ver cómo Alicia se enfrentará a un gran peligro al intentar superar "la prueba de las princesas"; la Princesa dice que solo una auténtica princesa puede superar dicha prueba, y Paco se ofrece a llevarlos a todos al palacio para que puedan salvar a Alicia. 


A la mañana siguiente, llega la ceremonia de coronación, y el aspecto de Alicia, ya vestida con un traje de gala y cubierta de joyas, logra confundir al propio Conejo Blanco, que cree que la Princesa ha regresado. Otra vez comienza Alicia con que, a pesar de dar el pego externamente, no es lo suficientemente especial para pasar por la Princesa, y de nuevo Bondadoso la anima. 




Comienza la ceremonia, y cuando la Reina está a punto de poner la corona en la cabeza de Alicia, el Brujo interrumpe y exige que la "princesa" demuestre su legitimidad pasando "la prueba de las princesas", tal como exige el Libro de las Maravillas, que por lo visto es una constitución nacional a la que está sometida la propia Reina. Según lee el Conejo Blanco, la princesa que vaya a pasar la prueba debe traspasar los límites de la Tierra Hostil y luego subir a la cima de la Montaña del Adiós. Después deberá llenar una taza con agua del "mencionado pozo" (por un error de doblaje, el pozo no se ha mencionado antes; en el original sí dicen que es un pozo que está en la cima) y llevarla de vuelta al Palacio de Corazones, donde deberá usarla para despertar las flores del Jardín Durmiente. 


Los Soldados-Carta conducen a Alicia a la Tierra Hostil; los secuaces del Brujo y el grupo de Bondadoso van también. Todavía en su traje de gala, Alicia trepa por la Montaña del Adiós, cayéndose a cada paso. El Gato de los Deseos aparece para animarla, y los osos amorosos la ayudan para que llegue a la cima, librándola en un par de ocasiones de Dim y Dum. 



Alicia llena una taza de té con agua del pozo, y baja de la montaña por un camino aparentemente más fácil. Pero se encuentra con un potro de unicornio atrapado en unos espinos, y decide liberarlo y darle el agua que llevaba. Vuelve al palacio sana y salva, y con el potrillo en brazos, pero sin el agua con que debía despertar a las flores del Jardín Durmiente. La Reina y el Conejo Blanco dicen que ha superado la prueba, porque al escalar la montaña ha demostrado coraje, y al socorrer al potro en apuros ha demostrado generosidad, las dos principales cualidades que una princesa debe tener. Pero el Brujo insiste en que la prueba no estará completa hasta que despierten las flores del Jardín Durmiente, y que una verdadera princesa tiene el poder mágico para que el jardín florezca son solo tocarlo. 



Van todos al jardín; el Conejo, la Reina y los osos amorosos están desesperados porque saben que Alicia no tiene esa magia. El Gato de los Deseos molesta y distrae al Brujo y sus esbirros, y, antes de que se den cuenta, la auténtica princesa está despertando las flores del Jardín Durmiente con su magia. 



El Brujo, que no se ha percatado del cambiazo, dice que es impostora, y en su furia, se le escapa en voz alta que lo sabe con certeza porque él ha secuestrado a la auténtica princesa. Al ver que ha revelado su traición, intenta huir, pero el Dragón Farfullón le corta el paso, y los Soldados-Carta se lo llevan a rastras. El Conejo Blanco, finalmente, corona a la Princesa como nueva Reina del País de las Maravillas. 



Mientras la antigua y la nueva Reina se despiden de Alicia, el Conejo Blanco dice que por un momento pensó que había sido ella quien había hecho despertar las flores, y Alicia comienza a decir OTRA VEZ que no, que eso solo lo puede hacer alguien muy especial, y por supuesto la nueva Reina le dice que también es especial, y que tiene que aprender a ver lo especial que es. 


¡Eres taaaaaan especial!

La nueva Reina toca un espejo, lo que recompone el que Alicia tenía en su habitación, y la niña vuelve a su cuarto y abraza a su gata Dinah, contándole que ha sido maravilloso sentirse una princesa, pero que se alegra de volver a ser normal y corriente. Los osos amorosos vuelven a Mucho Cariño en sus coches-nube, repitiéndole a Alicia antes de irse que crea en sí misma, porque, claro, es especial. 


¡No olvidéis escribirme, y recordarme 
lo especial que soy!

Los osos amorosos y sus primos llegan a Mucho Cariño en la noche del mismo día en que partieron, y comentan que han sido muchas aventuras para un solo día; Quejoso sale disparado hacia su casa, y saca todo lo que tiene en la nevera y la despensa para darse un banquete. Durante los créditos finales, Quejoso canta un rap en el que, entre bocados y eructos, enumera todo lo que va a comerse, con intervenciones de los otros osos y el Gato de los Deseos. 


Como he comentado al principio, esta película fue un fracaso de taquilla con respecto a las dos primeras, que en sus estrenos habían sido las películas de animación con más recaudación después de las de Disney, y marcó el fin de la gran pantalla para los Osos Amorosos: el siguiente especial, en 1988, fue solo para televisión, y los largometrajes de animación CGI, ya en la primera década de los 2000, fueron directamente al formato doméstico. Por su parte, Los osos amorosos en el País de las Maravillas se editó en VHS y Laser-Disc, pero, a diferencia de las dos películas anteriores, nunca se ha lanzado en DVD en Canadá ni Estados Unidos, aunque sí de modo internacional. La película tuvo un coste de cinco millones de dólares; sumando la taquilla, los alquileres y las ventas en formato doméstico, apenas alcanzó los seis. Las críticas positivas no decían mucho más aparte de "divertida" o "entretenida" para el público infantil; las críticas negativas la calificaron de poco imaginativa, con un villano convencional, y ningún parecido con la obra de Carroll más allá de los personajes prestados. Un crítico de The New York Times dijo, el mismo día del estreno, que los creadores de los Osos Amorosos "son mucho menos especiales de lo que se creen".



¡Uy lo que ha dicho!

En efecto, es decepcionante que la película transcurra en el País de las Maravillas, con personajes como el Gato de Cheshire, el Sombrerero o el Conejo Blanco, pero trate una historia bastante incoherente sobre un brujo y una princesa que no tiene ninguna relación con los mundos de Alicia. Ya es bastante malo que el doblaje español, por algún motivo que se me pasa, haya optado por cambiar los nombres de algunos personajes suprimiendo su origen carrolliano (en el original, el Gato de los Deseos y el Dragón Farfullón sí se llaman Gato de Cheshire y Jabberwocky), pero es peor aún que dos de los personajes originales y exclusivos de esta película, el Brujo y la Princesa, ni siquiera tengan un nombre propio (y el Dragón, que es secundario, sí lo tenga). Los personajes del País de las Maravillas apenas hacen lo que se espera de ellos: el Conejo Blanco va un poco apresurado, y el Gato de los Deseos aparece y desaparece, pero la Oruga es un guardia de tráfico, la Reina de Corazones es un dechado de dulzura, y el Sombrerero... vive dentro de una cueva. Si el público infantil esperaba encontrarse una adaptación de los libros de Carroll, pero con los Osos Amorosos tomando el papel de Alicia, entiendo que recibieran la película con desconcierto y frialdad. 



Se observa, además, una progresiva decadencia del esfuerzo puesto tanto en la historia como en la animación. Cuando una flor-León intenta comerse a Quejoso, y al escupirlo resulta que tiene en la cabeza un sombrero que le hace comportarse como un almirante, uno piensa que el grupo irá encontrándose otros sombreros en otras situaciones igualmente estrambóticas. Pero la siguiente vez que vemos al grupo, el gorro de detective está simplemente colgado de una rama, y va a parar por casualidad en la cabeza de Venturoso, y su escena dura muy poco; y la siguiente vez en que aparece el grupo, Valentoso ya tiene puesto el casco de piloto espacial, que se quita casi inmediatamente. La idea de que vayan encontrando un rastro de sombreros que temporalmente les cambian la personalidad y los guían hasta el Sombrerero no es mala para nada, pero da la impresión de que se cansaron de ella nada más empezar. 


Más deficiente es aún el desarrollo del Brujo. No se entiende qué papel tiene en el País de las Maravillas: es el mago de la corte que conspira para hacerse con el poder, sí, y no puedo no mencionar el incuestionable parecido que tiene con Jafar, de la película de Disney de 1990 Aladdin. Pero, ¿en qué consiste su trabajo? ¿Qué misión cumple como empleado al servicio de la Reina? Es más, ¿qué poderes tiene? Las únicas veces que emplea magia son el momento en que rompe el espejo que comunica la habitación de Alicia con el País de las Maravillas, y la secuencia en que le muestra a Alicia el exterior del País de las Maravillas mientras están dentro del palacio. Todo lo que emplea para conseguir sus malvados fines son medios físicos, materiales y tecnológicos: sus esbirros, sus robots, el Dragón Farfullón, y hasta la constitución del País de las Maravillas. Es un Brujo que no tiene nombre, y aparentemente tampoco tiene poderes. Podría haber sido perfectamente el típico canciller o consejero real sin necesidad de llamarse "brujo". Y sus planes son bastante incoherentes: secuestra a Alicia, que va a presentarse ante la Reina, para llevarla él mismo ante la Reina. ¿Por qué rompe el espejo, y envía dos veces a sus esbirros a secuestrar a la niña, si su intención es simplemente abrirle la puerta del salón del trono para que vaya a ver a la Reina?


No puede ser casualidad.

No es el único sinsentido que encontramos en la película. El Conejo Blanco baja a la Tierra, a la Tierra, que ya había superado los cinco mil millones de habitantes en 1987, a buscar a su Princesa, en lugar de comenzar a buscarla en el País de las Maravillas, que parece mucho más pequeño (por no mencionar que los seres humanos constituyen una minoría frente a otras criaturas, y que la Princesa sería mucho más fácil de localizar). Pero, para cuando encuentra a Alicia, los osos amorosos ya están al corriente del plan de reemplazar a la Princesa, lo que da a entender que estaban buscando al mismo tiempo a la Princesa, y a alguien que pudiera ocupar su lugar, por si acaso. Además, cuando van todos al País de las Maravillas, resulta que nadie está buscando allí a la Princesa, a pesar de que hay todo un ejército de Soldados-Carta, y que la Reina sabe ya que es el Brujo quien la ha secuestrado. ¿Cómo se le ocurre, en vez de interrogar al Brujo o a sus estúpidos y manipulables esbirros, mandar al Conejo Blanco a la Tierra a buscar a su hija? Me recuerda a esa serie de videojuegos en que la princesa es también secuestrada, y el único que sale a rescatarla es el fontanero. 


Estos son los agujeros de guion más grandes, pero no son los únicos. Cuando el Brujo rompe el espejo del cuarto de Alicia, ¿por qué el grupo del Conejo Blanco ha de ir a buscar una madriguera que conecte con el País de las Maravillas, en vez de simplemente pasar por otro espejo? (Recordemos que, unas horas antes, el Conejo Blanco había comenzado a atravesar el espejo de mano de Quejoso, y luego había acabado de cruzar por otro espejo diferente). Si solo una auténtica princesa tiene la magia para hacer despertar las flores del Jardín Durmiente, ¿para qué sirve la primera parte de la prueba, que no implica magia, y cualquier persona puede superar? Si el Dragón Farfullón no es malvado, ¿por qué acepta retener como prisionera a la Princesa de su reino?



Aun con todos los despropósitos en las motivaciones y las acciones de los personajes, creo que lo que más perjudica a esta película es precisamente su protagonista, Alicia. Aunque no conozcamos su familia ni su entorno, en principio parece que las cosas no le van demasiado mal: vive en un bonito barrio de los suburbios, en una gran casa, y tiene una enorme habitación para ella sola en la que se ven un tocador, un espejo de cuerpo entero, un sillón, varios juguetes y revistas, y una fuente llena de galletas. Por lo menos desde fuera, no parece sufrir ningún problema físico de los que suelen acomplejar a niños y adolescentes: no está gorda ni flaca, no tiene acné ni orejas de soplillo, no lleva aparato dental ni gafas de culo de vaso. Y sin embargo, desde el momento en que se presenta a los espectadores, y hasta la mismísima despedida de la Princesa, no hace más que lamentarse y gimotear porque no es especial.  


¡Me siento bajo un árbol y me da sombra, como a todo el mundo!
¡No soy nada especial!


Tener inseguridades sobre uno mismo es inherente al ser humano, y no está mal que así se muestre a los niños con un lenguaje que puedan entender, pero que la infelicidad de la protagonista provenga del hecho de no es una superheroína ni una princesa es ridículo. No demuestra falta de autoestima, sino narcisismo: está buscando admiración y alabanzas. Cada vez que se sienta, abatida, y se coge la cara con las manos, Alicia está esperando que alguien venga corriendo a decirle lo súper especial y maravillosa que es. Cuando se prueba los vestidos de gala de la Princesa, y todos prorrumpen en halagos por su belleza, ella insiste en que le están mintiendo para quedar bien, hasta que cede y admite modestamente que se merece los elogios. Si esta película se hubiera ambientado en la actualidad, Alicia sería la típica chica que publica en su red social algo como "llevo todo el día llorando, pero no quiero hablar de ello" o "sé que no le importo a nadie, me lo demuestran continuamente", y se queda mirando y refrescando la pantalla mientras llegan todos los mensajes preocupados de amigos desesperados por saber qué le ocurre. Acaba pareciendo que es esa obsesión por sentirse el centro de atención y recibir elogios, y no un verdadero deseo de ayudar, lo que le hace aceptar el papel de sustituta de la Princesa. 


Y aun así, con todos estos defectos, no me ha parecido una película tan mala como para haber fracasado como fracasó. Las escenas iniciales en Mucho Cariño, y las de la vida cotidiana que se vislumbra en el País de las Maravillas, son coloridas, divertidas y tiernas. El ritmo es movido sin ser frenético; las canciones (con los inevitables raps ochenteros, tres en total), aunque poco llamativas, no resultan tampoco molestas; el trabajo de voces originales y de doblaje al castellano es más que correcto (aunque ya he mencionado errores, omisiones y cambios innecesarios en la versión española, como hacer que Airoso sea de sexo masculino, cuando es una conejita en la versión original); y hay suficiente acción para que el público más joven no se aburra, pero también una historia que la sustente. Me he reído de algunos chistes y salidas de los personajes; como en un momento en que Quejoso, que ha salido disparado por el resorte de una ratonera, está gritando mientras vuela por los aires, pero en el momento en que pasa por delante de la jaula de la Princesa deja de gritar y la saluda con exquisita cortesía, para seguir gritando al caer en picado. También está la escena en que el Brujo ordena a sus lacayos, muy lentamente y con una sonrisa siniestra, que le traigan el Libro de las Maravillas. Dim y Dum exclaman: "¡No! ¡El Libro de las Maravillas, NO!", y el Brujo tiene que gritar su orden para que le obedezcan. Uno piensa que el libro contiene algún hechizo espantoso; después resulta que solo es enormemente grande y pesado, y Dim y Dum a duras penas pueden cargarlo entre los dos. Quiero decir que, aunque los personajes del País de las Maravillas no pinten nada, y podrían haber sido originales sin que cambiara la historia, la película en sí es simpática y competente, perfectamente adecuada al público para la que está pensada, y no me ha parecido peor que sus dos predecesoras. Como espectadora adulta, veo sus defectos, pero reconozco que no son la clase de errores que impiden que un niño pequeño disfrute de una película, y que la actitud fatua y egocéntrica de Alicia es lo único que me parece un mal ejemplo para un público infantil. 


Como una curiosidad final, la secuencia en la que el Brujo revela sus propósitos a Alicia incluye una imagen de su rostro distorsionado de un modo terrorífico. Pasa muy rápidamente, en un visto y no visto, pero, por lo que he leído, algunos niños que tuvieron la desgracia de fijarse en ese mismo momento rompieron a llorar en el cine. 


No será para taAAAAAAAH!

No tan terrible, pero sí más curioso, es que toda la canción del Brujo, "Cuando sea el rey del País de las Maravillas", tanto en la melodía como en la animación, recuerda de un modo más que notable a la "Canción de la galaxia" de la película de Monty Phyton El sentido de la vida. Dejo enlaces a ambos números musicales para que el lector saque sus propias conclusiones. 


"Reeeeeeeeeecuerda que te encuentras
en un planeta que gira...".

Como ya he mencionado, esta película nunca ha llegado a editarse en DVD en los Estados Unidos ni Canadá, pero sí se publicó en su idioma original en Australia y el Reino Unido. Además de los doblajes en España y Méjico, también ha recibido doblajes y ediciones en francés, alemán, portugués, sueco, polaco y catalán. 


Edición portuguesa por Filmes LNK.



Edición australiana por MRA Entertainment Group.


Edición francesa por UFG Junior.


Edición alemana por Screen Entertainment.


La versión en DVD en español de España se puede encontrar con relativa facilidad en tiendas y mercadillos de segunda mano, y también se puede ver por canales de vídeo en Internet.


Fuentes:

Care Bears in Wonderland, reseña del Crítico de la Nostalgia en YouTube.


CARYN, James. "Film: 'Care Bears' Adventure'", The New York Times, 7 de agosto de 1987.


Los osos amorosos en el País de las Maravillas, en YouTube. Español de España. Esta subida corta las dos canciones de los créditos iniciales y finales.

The Care Bears Adventure in Wonderland en YouTube, película completa.

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