Runrun deeto Fushigi no Kuni (るんるんデートふしぎの国, literalmente "Cita feliz, País de las Maravillas") es el episodio número 78 de la serie de animación japonesa Dr. Slump - Arare-chan. Fue emitido por Fuji TV el 20 de octubre de 1982. Dura unos 24 minutos.
El recientemente fallecido Akira Toriyama es un autor de manga y diseñador de personajes para videojuegos que prácticamente no necesita presentación. Nacido en 1955 en la prefectura japonesa de Aichi, Toriyama manifestó interés por el manga y los dibujos animados desde su infancia, y dibujaba constantemente animales, vehículos, y a sus compañeros de clase. No asistió a la universidad después de graduarse en la secundaria, y estuvo tres años trabajando como diseñador de carteles en una agencia de publicidad. Se introdujo después en la editorial Kodensha, y, tras unos inicios más bien modestos en la revista Weekly Shounen Jump, su editor lo animó a dibujar una historia con una protagonista femenina. Toriyama pensó en una con características poco convencionales: una niña-robot con una fuerza sobrehumana, inventada por un científico genial pero solitario y completamente ignorante de la mentalidad (y hasta de la anatomía) de las mujeres, en un pueblecito habitado por animales parlantes y humanos excéntricos.
Senbei Norimaki da vida a Arale en la primera página de Dr. Slump.
La serie, titulada Dr. Slump ("Doctor Metepatas", en alusión al inventor, Senbei, que crea a la niña-robot, Arale) tuvo un éxito tan apabullante, que el mismo año comenzó a emitirse por Fuji TV la versión animada, en horario de máxima audiencia. La serie perduró en manga y anime hasta 1984, en que Toriyama la clausuró oficialmente (habiendo dedicado los últimos capítulos a anunciar el final y despedirse de los lectores), y el mismo año de 1984 comenzó la nueva serie que le daría fama mundial para siempre: Dragon Ball.
El episodio que nos ocupa fue una historia exclusiva de la serie animada, sin equivalencia en el manga. En la introducción, antes del título, se ve a Arale, vestida con un vestido largo rojo y rosa y un lazo en el pelo, acompañada por su inseparable amiga Gatchan (una criatura alada, completamente asexuada y que usa un lenguaje incomprensible), que lleva un disfraz de gato. Las dos persiguen al Conejo Blanco, que mira su reloj murmurando "Llego tarde, llego tarde" y se mete por un agujero en el tronco de un árbol. Arale y Gatchan lo siguen, gatean por la madriguera, y acaban cayendo por un profundo agujero, lo que encuentran muy divertido.
Un búho ofrece café a Arale, que lo acepta y se lo bebe al revés, hasta que su caída se precipita, y acaba cayendo en un bosque, al que sobrepasa en varios metros. En este momento se sobrepone el título, y comienza la historia del episodio.
Arale está en la escuela con sus amigos Akane y P-suke. Ambos tienen unos doce o trece años, aunque P-suke es muy pequeño y de aspecto muy infantil, pareciendo más un niño de unos ocho años, a lo que contribuye el que siempre lleva una gorra con orejitas de conejo. En clase se encuentan estudiando lectura (como hace notar Akane, el nivel de lo que les enseña la profesora es muy bajo), y P-suke parece especialmente animado, y contesta correctamente a todas las preguntas. A la salida, los tres amigos se reúnen con Taro, el hermano mayor de P-suke, y todos le preguntan por qué está tan contento.
P-suke se hace de rogar, pero al final reconoce que esa tarde tiene una cita con su novia, Hiyoko. Arale, muy inocente, se empeña en ir a la cita con él, ya que no tiene noción de la atracción romántica, y no distingue una cita de un encuentro de amigos. P-suke le dice que se busque su propia cita y se va corriendo.
Al salir de su casa para encontrarse con P-suke, Hiyoko se enfrenta a una situación similar: su hermana pequeña, Suzume, está celosa al ver que se va sin ella, y dice tener también una cita, aunque no es cierto. Sin embargo, una vez Hiyoko se ha marchado, Arale va a buscar a Suzume, y tienen su propia cita, o lo que ellas creen que es una cita: ir andando cogidas de la mano y cantando en voz alta "cita, cita, la la la".
P-suke y Hiyoko se reúnen junto al río, y Hiyoko le muestra a P-suke el libro que ha traído para leerlo juntos: es Alicia en el País de las Maravillas, y afirma que es su libro favorito y más querido. Se sientan juntos bajo una palmera y Hiyoko comienza a leerlo en voz alta.
Cae la tarde, y un vecino le dice a Hiyoko que su hermanita la está esperando para la cena. Como no han terminado de leer el libro, Hiyoko se lo presta a P-suke para que lo lea en su casa, y P-suke se compromete a devolvérselo al día siguiente.
Pero se le olvida guardárselo en la mochila, y el libro queda en el suelo, de donde lo recoge Arale.
Al día siguiente, P-suke está desesperado buscando el libro por todas partes; ha ido varias veces a la palmera, pero no lo encuentra. Arale, ingenuamente, no piensa en devolvérselo, ni en decirle que lo tiene ella, sino que lo lleva directamente a casa de Hiyoko, llevando además uno de los inventos de Senbei: la máquina de cuentos de hadas. Se trata de un robotito que dispara un rayo que permite entrar en los libros de fantasía (y permite también que salgan los personajes al mundo real).
Por un malentendido de una frase de Senbei, que le había dicho que "en una cita, los enamorados están en un país maravilloso", Arale cree que el País de las Maravillas es donde hay que ir para tener una cita, y pide a la máquina de cuentos de hadas que las envía a ella y a Suzume al interior del libro. El robotito de la máquina manda también a Hiyoko, que se había acercado accidentalmente, y a P-suke, que va a casa de Hiyoko a confesar que ha perdido su libro.
Al entrar en el libro, P-suke ve corretear muy contentas a Arale y Suzume, pero él va a parar a una siniestra sala de juicios donde un gigantesco oni (un ogro japonés), vestido de juez, lo acusa de haber perdido el libro más preciado de Hiyoko. El jurado (compuesto de habitantes del pueblo) ratifica el delito. P-suke admite su culpa y acepta cualquier castigo que quieran imponerle, pero se aterra cuando el juez lo condena a muerte. Hiyoko sale en defensa de P-suke, y suplica al juez que no lleve a cabo la ejecución, ya que ella lo perdona por haber perdido su libro, y asegura que hasta las personas más buenas pueden ser descuidadas. El juez oni parece dispuesto a indultar a P-suke, pero en ese momento, una inusualmente agresiva señorita Yamabuki (la profesora de la escuela) declara que P-suke y Hiyoko son culpables de un crimen mucho más grave: de indecencia pública, ya que al final de su cita se cogieron un momento la mano.
El juez y el jurado se horrorizan ante semejante nivel de perversión, y todos claman la muerte como único castigo efectivo contra tal pareja de desviados. P-suke y Hiyoko escapan de la sala de juicios y huyen a todo correr, y son perseguidos por el ejército de cartas a través de un laberinto de setos (en una escena claramente inspirada en la versión de Walt Disney).
Llegan al borde de un precipicio; incapaces de seguir avanzando, se caen por él, y P-suke termina agarrado al borde con una mano mientras sostiene con la otra a Hiyoko, que pende sobre el vacío.
Aparecen Arale y Suzume muy risueñas, y aunque Arale sigue creyendo que P-suke y Hiyoko están en una cita (porque van cogidos de la mano), Suzume, que vuela sobre una alfombra voladora propia, comprende la situación, y salva a su hermana y P-suke cuando este se suelta y caen al precipicio. Arale, que sigue sin ser consciente del peligro, quiere probar ese nuevo sistema de cita, coge al oni-juez de una mano, y se tira al precipicio con él, ante el espanto general. En la casa de Hiyoko, la máquina de cuentos de hadas está pensando que los niños tardan mucho en volver, pero de súbito regresan todos, incluyendo al oni, que Arale tenía cogido de la mano.
De nuevo al caer la tarde, y bajo la palmera, Hiyoko le dice a P-suke que estuvo maravilloso al salvarla en su aventura. Akane y Taro, que han estado escuchando tras la palmera, se ríen del amor infantil de la parejita, pero dejan de reírse al ver que Arale y Suzume también tienen una cita... el gigantesco oni-juez, con el que van cogidas de la mano y cantando los tres "cita, cita, la la la".
En el manga y anime de Dr. Slump son habituales las parodias y aventuras relacionadas con cuentos de hadas del folklore japonés (Momotaro, Taro Urashima...) y occidental (Blancanieves, Cenicienta, la vendedora de cerillas...). Los episodios relacionados con cuentos de hadas pueden presentarse de dos maneras: como una aventura en que Arale y sus compañeros viajan a la historia mediante alguno de los inventos de Senbei, normalmente interfiriendo en las vidas de los protagonistas y causándoles problemas (por ejemplo, interrumpiendo y molestando a Miyamoto Musashi y haciendo que nunca llegue a su duelo con Sasaki Kojiro), o como una parodia en que ellos mismos toman el papel de los personajes del cuento (por ejemplo, una versión de Caperucita Roja en que la niña protagonista es interpretada por Senbei).
Este episodio, sin embargo, no llega a ser ninguna de las dos cosas. La introducción parece remitir al segundo caso, ya que Arale aparece caracterizada como Alicia, y Gatchan, aparentemente, como Dinah, pero, después de una primera parte en que el cuento de Alicia solo es mencionado, la aventura en el País de las Maravillas tiene lugar en apenas un cuarto del episodio. Solo se ven los escenarios del jardín (bastante sombrío, y sin interacción ninguna con las flores), la sala de juicios, y el laberinto de setos. A pesar de que hay un momento en que el Conejo Blanco pasa corriendo por delante de la escuela, no vuelve a aparecer en el pueblo ni dentro del libro. La sala de juicios tiene los motivos de corazones, diamantes, picas y tréboles, y al final un ejército de Soldados-Carta persigue a P-suke y Hiyoko, pero nada más tiene relación con el cuento original. No aparece ningún personaje reconocible y el Conejo Blanco no interviene para nada.
Todo el episodio parece enfocado, por una parte, a recalcar valores éticos (hay que cuidar de las cosas de los demás, hay que ser sinceros y admitir si hemos hecho algo mal...), y por otra, a sacar humor de la ingenuidad de Arale, que es amiga de todo el mundo y no entiende nada sobre amor de pareja y relaciones románticas (es un chiste recurrente en la serie que Arale irrumpa en la cita de una pareja, o frustre los intentos de Senbei por intimar con la señorita Yamabuki). El viaje al País de las Maravillas no parece más que una excusa para que P-suke tenga oportunidad de mostrar su valor al enfrentarse a una criatura gigantesca y a un ejército entero para proteger a Hiyoko. Hay varios episodios con una premisa similar, en que Hiyoko está en peligro y P-suke la salva, demostrando que su tamaño y apariencia infantiles no tienen nada que ver con su valentía y determinación. Es una pena que, teniendo la oportunidad de hacer un homenaje o una parodia de un cuento que, por su parte, es muy conocido y querido en Japón, en este episodio no se haya hecho ninguna de las dos cosas, sino que se haya utilizado para crear una situación de peligro genérica. Como curiosidad, sin embargo, el "traje de Alicia" que Arale lleva al principio de este episodio sería reutilizado pocos meses más tarde, en el episodio de Navidad de 1982, titulado "Arale, la vendedora de cerillas", que es parcialmente una parodia de este cuento de Andersen.
Cuando el 8 de marzo de este año se anunció el fallecimiento de Akira Toriyama (ocurrido el 1 de marzo), los tributos en forma de dibujos y viñetas comenzaron de inmediato a llenar las redes sociales. Dibujantes y admiradores en todo el mundo manifestaron tristeza por la pérdida de quien proporcionó aventuras a generaciones enteras con las series de Dr. Slump, Dragon Ball y Sand Land, entre muchas otras, y los videojuegos Dragon Quest, Blue Dragon y Chrono Trigger, al mismo tiempo que agradecimiento por todo lo que ha significado para ellos.
En España, donde el fallecimiento del autor Francisco Ibáñez aconteció hace apenas unos meses, no han faltado los admiradores que han rendido homenaje conjunto a quienes, para muchos, fueron los dos héroes de su infancia.
Homenaje de DocZeta.
Como sucede con cualquier artista, la mejor y más sincera manera de rendirle homenaje es mantener vivas sus obras. Dr. Slump tiene dieciocho tomos de manga, doscientos setenta y tres episodios de anime, once películas y unos quince videojuegos, además de los setenta y cuatro episodios del remake de la serie que se hizo en 1997. Y eso solamente Dr. Slump; no tendríamos blog suficiente para contar todas las manifestaciones mediáticas de Dragon Ball, ni las docenas de obras de pocos tomos o episodios que Akira Toriyama creó a lo largo de su vida. Sigamos disfrutando de todo lo que nos ha dejado. No hay motivo para que renunciemos en el presente a las aventuras a las que nos llevó en nuestra infancia.
Bye'cha, Toriyama-sensei.
Fuentes:
Álex Muñoz Herreo, "DocZeta". Ficha del autor en Tebeosfera.
"Cita al País de les Meravelles". Episodio en catalán en The Internet Archive.
"Happy Date in Wonderland". Episodio en japonés, subtitulado en inglés, en GenoAnime (aparece con el número y título de un episodio diferente).
Una lástima lo del maestro Toriyama. En el caso del maestro Ibáñez era algo que ya esperábamos de un momento a otro, a sus 87 años, aunque no por ello duele menos. A Toriyama, con veinte menos, en plena actividad con su adaptación a videojuego de Sand Land y sin dolencias conocidas (al menos por el gran público) todavía parecía quedarle mucha vida por delante.
ResponderEliminar