25 de diciembre de 2018

Alicia de Hepworth y Stow (1903)


La primera versión cinematográfica de Alicia en el País de las Maravillas fue también una de las primeras películas de la historia. Dirigida por los británicos Cecil Hepworth y Percy Stow en 1903, con una duración original de doce minutos (aunque la restauración realizada por The British Film Institute en 2010 solo ha recuperado unos ocho minutos), la película se titula sencillamente Alice in Wonderland y muestra algunas de las escenas más significativas y personajes más recordados de la novela.


La película comienza con Alicia, interpretada por la actriz May Clark (que a la sazón tenía dieciocho años), cayendo dormida bajo un árbol. 




Las pantallas de intertítulos preceden a la acción, de modo que inmediatamente aparece el texto que explica lo siguiente: "Alicia sueña que ve al Conejo Blanco y lo sigue por su madriguera, hacia el Vestíbulo de Muchas Puertas". En efecto aparece el Conejo (Margaret Hepworth, esposa del director, que también interpretará a la Reina de Corazones) y se introduce en la madriguera; Alicia lo sigue a través del túnel, pero lo pierde de vista al llegar al vestíbulo. Para una película tan temprana, son extraordinarios los efectos de apariciones y desapariciones repentinas de objetos, así como la disminución de tamaño de Alicia al tomar la pócima “bébeme” o abanicarse.





El siguiente intertítulo nos indica que “Alicia, ahora muy pequeña, ha conseguido entrar al Jardín, donde encuentra un Perro e intenta hacer que juegue con ella”. Desgraciadamente, esta secuencia se ha perdido casi por completo: llega a verse durante un segundo al Perro (interpretado por un collie real, Blair, que actuaría en otras películas de Hepworth), pero se salta enseguida a la siguiente. Dice el texto: “Alicia entra en la casita del Conejo Blanco, pero, habiendo recuperado repentinamente su tamaño normal, es incapaz de salir hasta que recuerda el Abanico Mágico”. En efecto, vamos a Alicia atascada en la casa del Conejo, y cuando se abanica su cuerpo se hace transparente, en otro efecto visual memorable.



Tras salir de la casa del Conejo, Alicia llega a la de la Duquesa, encontrándose al lacayo-Rana (uno de los directores, Cecil Hepworth) en la puerta. La Duquesa tiene a su bebé en brazos, pero cuando Alicia ve que la iracunda Cocinera arroja toda la batería sobre ellos, toma en brazos al niño y lo saca de tan caótica cocina. A salvo en el exterior (después de que la Cocinera la siga y le tire un último plato), Alicia mece un poco al bebé, el cual de repente se transforma en un cerdito y se va correteando. No constan los nombres de la Duquesa, la Cocinera ni el Cerdito.


El siguiente intertítulo nos explica que: "El Gato de Cheshire de la Duquesa aparece y la dirige a casa del Sombrerero Loco. La Loca Fiesta del Té". Alicia agita su pañuelo e intenta acariciar al Gato de Cheshire (también un animal real, cuyo nombre no está registrado), el cual aparece y desaparece.



Después se une a la merienda del Sombrerero Loco (Norman Whitten) y la Liebre de Marzo (actor o actriz sin identificar). El Lirón está también presente, como una marioneta de guante (no muy lograda) que maneja el Sombrerero. Tras un rato, Alicia deja a los dos vecinos con sus locuras.



El último intertítulo reza lo siguiente: "LA PROCESIÓN REAL. La Reina invita a Alicia a unirse. Alicia, involuntariamente, ofende a la Reina, que llama al Verdugo para que la decapite. Pero Alicia, insolentándose, le da una bofetada y, en la confusión resultante, se despierta". Se trata de la escena más larga de la película, en la que aparece un gran número de actores niños y adultos como las Cartas y miembros de la Familia Real, de los que solo están identificados los hermanos Geoffrey y Stanley Faithfull. 




Alicia disfruta y aplaude el desfile, y después traba conversación con la Familia Real, pero discute con la Reina y golpea al verdugo. A la orden de la Reina, las Cartas llegan a todo correr para atraparla, y Alicia sale huyendo. 





La escena termina mostrando a los últimos perseguidores (la propia Reina y el que parece su hijo más pequeño) y se funde en la imagen de Alicia despertándose, lentamente al principio pero luego con un sobresalto.


La película, de la que solo se conserva una copia muy deteriorada, es una joya tanto para admiradores de Alicia como para cinéfilos. Cecil Hepworth estuvo involucrado en la industria del cine británico desde sus principios, escribió el primer libro sobre cinematografía - El A.B.C del Cinematógrafo, 1897 - y desde que fundó su propio estudio en 1899 se dedicó explorar intensamente todo el potencial que le ofrecían tanto la tecnología como los actores humanos y animales. No es casual, pues, que eligiera para una de sus primeras películas la adaptación de un libro que presenta desafíos impensables para una industria recién nacida: animales y objetos que aparecen y desaparecen, personas que se agrandan y se encogen, bebés que se transforman en lechoncillos. Fue un desafío que los directores, los actores y el equipo superaron de modo sobresaliente, y solo podemos lamentar que, a pesar del gran trabajo realizado por The British Film Institute para restaurarla, el tiempo haya sido inclemente con la única copia de la película.


Al estar libre de derechos de autor, el corto puede verse de modo gratuito en cualquier canal de vídeos o cine, tanto en su versión original muda como en versiones con una banda sonora añadida. The British Film Institute, por desgracia, restringe la reproducción de sus películas al Reino Unido, por lo que fuera de esta zona no puede usarse.


Fuentes:


The British Film Institute


Internet Movie Database


Who's Who of Victorian Cinema


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