19 de marzo de 2021

Alicia de John Henderson (1998)

 




Alice through the Looking Glass, conocida en España como Alicia y el espejo mágico, es una película británica del director John Henderson, hecha directamente para televisión en 1998. Tiene una duración de una hora y veintitrés minutos, y adapta casi en su totalidad A través del espejo, sin formar parte de Alicia en el País de las Maravillas. Fue filmada en la Isla de Man.



Portada de la edición española.


La obra más popular de John Henderson es la miniserie de 1992 The Borrowers, y su continuación The return of the Borrowers, sobre una familia de hombrecillos diminutos que vive en casa de personas de tamaño normal, basada en una serie de novelas del mismo título de Mary Norton. Ha dirigido también películas de cine como el drama Lago Ness (1996) y la comedia Traedme la cabeza de Mavis Davis (1997), pero la mayor parte de su trabajo consiste en series y películas televisivas. En el mismo año en que dirigió Alicia, ya había adaptado un cuento de fantasía con Jack y las alubias mágicas


Kate Beckinsale como Alicia.

El papel de Alicia fue interpretado por Kate Beckinsale, que había aparecido en algunas comedias románticas como Mucho ruido y pocas nueces (1993) y el drama La tabla de Flandes (1994), entre otras películas de bajo presupuesto, desconocidas fuera del Reino Unido. En la década de los 2000 saltaría a la fama interpretando a Selene en la saga Underworld. Beckinsale tenía veinticinco años y estaba embarazada cuando hizo de Alicia en esta película, siendo una de las actrices de mayor edad que ha interpretado al personaje, solo superada por Kate Burton en la versión de Kirk Browning, que tenía veintiséis; y por Meryl Streep en Alice at the Palace, que tenía treinta y tres (y también estaba embaraada). 

 

 

 

La película tiene un comienzo poco ortodoxo, al ambientarse en una habituación infantil moderna. Una niña de unos siete años (Charlotte Curley, que en los créditos aparece como "Pequeña Alicia", pero en cierto momento es llamada con otro nombre) está acostada en la cama, y su madre está a su lado, leyéndole el cuento de A través del espejo



Cuando llega a la parte en que Alicia se pregunta cómo será la casa del otro lado del espejo, la niña dice que el espejo de su habitación es como el del libro, y que hay un mundo diferente al otro lado. Insiste en ello hasta que su madre se levanta y se acerca al espejo para asegurarle que no tiene nada especial. Pero entonces la superficie se vuelve translúcida, y la Alicia madre atraviesa el espejo y pasa a la habitación del otro lado, en la que lleva un vestido con enaguas en vez de jersey y vaqueros. No se inmuta en lo más mínimo, y enseguida comienza a fijarse en las piezas de ajedrez del Rey y la Reina Blancos (Geofrey Palmer y Penelope Wilton) que pululan por allí buscando a su bebé Lirio Atigrado (Louise J. Tylor). 




A partir de ese momento, la película sigue fielmente los episodios de A través del espejo. Alicia lee el poema "Jabberwocky" y, deseando explorar los alrededores, sale al jardín, donde conoce con unas surrealistas flores parlantes: la Rosa (Rebecca Palmer) y las Margaritas (Paulette Williams y Tanya Luternauer). 

 

 


 

A continuación se encuentra con la Reina Roja (Sian Phillips), quien le explica que puede moverse por el Mundo del Espejo como un peón de ajedrez y convertirse en reina al llegar a la última fila. 


 

 

Alicia cruza la primera fila a través de un portal dimensional (cada avance de una fila del tablero a la siguiente se indicará de esta manera) y se encuentra viajando en el compartimento de un tren. El revisor (John Tordoff) le pide el billete, y cuando Alicia explica que no lo tiene, un hombre vestido con un traje de papel (Jasper Holmes) intenta echarle una mano. El tren desaparece en otro portal dimensional, y Alicia está ahora bajo un árbol. Oye el sonido de un mosquito, que primero aparece como una marioneta pero después se muestra como un ser humanoide (Steve Coogan). 



El Mosquito le habla de los diferentes tipos de insectos del Espejo y le advierte sobre el bosque en el que uno puede perder su nombre, y desaparece, entristecido, cuando Alicia le dice que sus chistes son malos y no debería contarlos. Sola nuevamente, y cambiando de vestido y peinado en cada escena, Alicia se interna en el bosque y no tarda en encontrarse con Tweedledee (Marc Warren) y Tweedledum (Garry Olsen), quienes le recitan el poema "La Morsa y el Carpintero", en el que los personajes, nuevamente, son representados de modo alterno por marionetas y por actores con disfraz (Brian Gilks como Morsa y John Cashen como Carpintero). 




Terminado el poema, le presentan al durmiente Rey Rojo (Michael Medwin) y le explican que en ese momento está soñando con ella, y que si se despierta, Alicia desaparecerá. 



La mujer comienza a marcharse cuando se tropieza con la carraca rota, lo que lleva a los hermanos a pertrecharse con todo lo que encuentran (incluyendo un disco del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band) para pelear durante unas horas. Como la propia Alicia adivina al recordar el final de la cancioncilla, aparece un cuervo que ahuyenta a los hermanos, con lo que se zanja la discusión. Alicia sigue paseando por el bosque, atraviesa otro portal, y entra en una casa abandonada murmurando para sí "aquí no podrá cogerme", aunque no se había visto que huyera del cuervo. En la casa se encuentra con la Reina Blanca, quien le ofrece un trabajo de asistenta personal y le explica el funcionamiento del tiempo en el Mundo del Espejo. 



De pronto, la casa es una tienda, y la Reina está haciendo ganchillo. Alicia le compra un huevo, pero cuando va a cogerlo, este se aleja cada vez más, y al seguirlo se ve de nuevo caminando por el bosque, quitándose ramas de la cara. Llega a un claro en el que se alza una altísima torre, en cuya cúspide se encuentra sentado Humpty Dumpty (Desmond Barrit). Alicia le dice sin pestañear que tiene siete años y medio.






Humpty Dumpty recita completo el poema "Jabberwocky", que es representado por un niño, como guerrero, y una marioneta como monstruo (el niño es Jonathan Bailey, y su personaje aparece en los créditos como "Lewis"). A continuación le explica a Alicia algunas de las palabras difíciles del poema; sin embargo, su conversación termina bruscamente, y Alicia se marcha algo molesta, sin darse cuenta de que Humpty Dumpty se cae de la torre y se hace pedazos. Llegan todos los hombres de pie y los jinetes del rey para recomponerlo, pero acaban tropezándose unos con otros y armando un gran revuelo. Alicia sigue su camino y atraviesa otro portal, tras el cual se encuentra al propio Rey Blanco y a Haigha, uno de sus mensajeros anglosajones. Cuando estos se marchan a ver la pelea del León y el Unicornio, Alicia cruza otro portal, y no tarda en aparecer un Caballero Rojo (Greg Wise) que la reclama como su prisionera. Pero se cae del caballo, y antes de que vuelva a montar aparece el Caballero Blanco (Ian Holm) que la defiende, y también se cae del caballo. De nuevo sobre sus cabalgaduras, ambos acuerdan luchar por Alicia y respetar las reglas del combate. Tras muchos golpes y varias caídas más, el Caballero Rojo reconoce su derrota y se marcha. 




Alicia sigue por el bosque intentando ayudar con sus tropiezos y caídas al Caballero Blanco, quien le habla de sus múltiples inventos mientras la acompaña a la última fila del tablero de ajedrez, donde se convertirá en Reina. Al despedirse de ella, le recita el poema "Ojos de bacalao". 




Tras separarse del Caballero, Alicia está a punto de atravesar el último portal, pero oye algo que llama su atención y retrocede para ver qué es. Son los lamentos de la Avispa (Ian Richardson), un anciano que se queja de dolor de huesos. 





Alicia se sienta a su lado e intenta darle algo de conversación y leerle el periódico, pero el hombre está malhumorado y resentido. Le explica que todos sus males se deben a que se dejó convencer para raparse al cero y ponerse un peluquín amarillo, lo que solo le ha valido burlas desde entonces, ya que nunca le volvió a crecer el cabello. Pero se anima un poco al ver que Alicia tiene una mandíbula y unos ojos poco funcionales (desde el punto de vista de una avispa, claro) y Alicia, viendo que ya ha dejado de lamentarse, decide despedirse y atravesar el último portal. Cuando lo cruza, se convierte en Reina y una corona aparece sobre su cabeza. 



Llegan las Reinas Roja y Blanca y le explican que no es suficiente una corona para ser Reina, y que debe pasar un examen de aptitud. 





Le hacen preguntan retorcidas y capciosas, y la critican por no saber resolverlas, hasta que se quedan dormidas sobre los hombros de Alicia. Esta se las quita de encima y se dirige al cercano castillo, donde una puerta pone claramente "Reina Alicia". 




Tras recorrer varias dependencias completamente vacías, Alicia llega a un ruidoso salón lleno de invitados, alrededor de una gran mesa repleta de  comida. Las Reinas Roja y Blanca le dicen que se ha perdido los dos primeros platos pero llega a tiempo del asado, a quien le presentan. Alicia intenta servirse un trozo, pero las Reinas le recriminan que es de mala educación comerse a alguien a quien le han presentado, y retiran el asado. Cuando los camareros traen el pudín de postre, Alicia pide que no se lo presenten, pero la Reina Roja lo hace igualmente, y el camarero vuelve a llevárselo. Alicia recuerda entonces que ella es Reina también, ordena al camarero que ponga de nuevo en la mesa el pudín, y comienza a cortar un trozo, lo que no le parece nada respetuoso al Pudín.





Para disimular, Alicia comenta que todas las poesías que le han recitado ese día tienen que ver con pescados. Los invitados la vitorean, y la Reina Roja la anima a dar un discurso, pero la fiesta comienza a descontrolarse. Alicia tiene visiones de escenas que le han ocurrido (incluso de algunas que no ha llegado a ver, como a Humpty Dumpty cayendo de la torre), los invitados y las cucharas bailan encima de la mesa, y la Reina Blanca emerge desde el interior de la sopera. Alicia se levanta, da un fuerte tirón del mantel... y está de nuevo frente al espejo de la habitación de su hija. Un poco confundida, le dice a la niña que seguirán leyendo el cuento a la noche siguiente, le da su peluche de morsa y un beso de buenas noches, y se va apagando la luz. Cuando se queda sola, la niña coge una linterna y se mete bajo las sábanas a seguir leyendo el libro. Lee el acróstico con el que se cierra A través del espejo, y en las últimas estrofas la voz de su madre se superpone a la suya.




Esta adaptación es una de las más fieles de A través del espejo, y la única, por el momento, que incluye el recitado de "Ojos de bacalao" y el capítulo perdido de "La Avispa con Peluca". Sin embargo, no están todos los episodios de libro; se echan en falta el Bosque de los Olvidos donde Alicia se encuentra con un Cervatillo, y la pelea entre el León y el Unicornio, además de un mejor desarrollo del jardín (donde debería haber unos elefantes libando polen) y el viaje en tren, en que varios de los pasajeros, como la Cabra, se ven en imágenes sueltas, probablemente debido al bajo presupuesto de la producción. El que la Morsa y el Carpintero aparezcan alternativamente como actores y como marionetas dentro de la misma secuencia resulta algo confuso, y que Haigha no sea más que un holograma es desconcertante.


Alicia, el Rey Blanco y el no-muy-corpóreo Haigha.

Pero lo que más afecta a esta película, que podría haber sido bastante buena, es indudablemente el haber elegido a una actriz adulta como Alicia. Kate Beckinsale es una mujer muy hermosa, y parece claro que tiene el papel protagonista solo por eso. La película no escatima primeros planos de su rostro, y cambia de vestuario y peinado cada vez que cruza una línea del tablero, como si estuviera preparando un libro de fotos de presentación. Por lo demás, no actúa, no interpreta, no hace nada. No reacciona ante lo que ve o lo que pasa, no cambia de tono, no se inmuta. Es exactamente el mismo problema que tienen todas las Alicias de más de veinte años: no pueden interpretar a una niña de modo creíble. Se comportan con calma y serenidad, como si nada fuera con ellas y no estuvieran vistiendo un miriñaque. Como sus predecesoras Kate Burton y Carol Marsh, Kate Beckinsale parece muy consciente de que su papel aquí es sonreír y ser guapa, no interpretar a Alicia. Teniendo, como tenían, una niña actriz de siete u ocho años que sale al principio y al final, la única explicación posible es que el director y el jefe de reparto no querían una Alicia realista, sino una mujer atractiva que saliera en todos los planos, independientemente de lo adecuada que fuera para el papel. Y se nota: esta es la segunda adaptación de los libros de Alicia peor valorada en IMDb (la primera es la versión de Bud Pollard) y los comentarios positivos se refieren a lo preciosa que es Kate Beckinsale, y poco más. 



Si algo tiene esta película que la haga inolvidable - además de la ya mencionada secuencia de la Avispa, que es un buen punto a su favor - es la interpretación de Sir Ian Holm, el Caballero Blanco. Aunque sin duda el papel que le dio una mayor popularidad fue el de Bilbo Bolsón en todas las películas de El Señor de los Anillos y El hobbit en que este personaje aparece como anciano, Holm era un actor de formación teatral shakesperiana, con una extensa carrera de más de cien papeles en teatro, cine, radio y televisión. Anteriormente ya había trabajado con el director John Henderson en la serie The Borrowers, y tampoco era ajeno a los libros de Alicia: en 1985 había interpretado a Lewis Carroll en Dreamchild de Dennis Cooper. Holm hace una maravillosa interpretación del Caballero Blanco, con la torpeza, la dulzura y la ingenuidad casi infantiles que caracterizan a este personaje, y recita de forma sublime el poema "Ojos de Bacalao". Su actuación conmueve de un modo que solo puede equipararse a la lectura del texto original, y aunque ha habido algunos Caballeros Blancos muy grandes, creo que en próximas adaptaciones de A través del espejo va a ser difícil superar a este. 


Portada de la edición francesa.

La película se ha editado en formato doméstico en varios países e idiomas, y en la actualidad es bastante fácil de encontrar en DVD en Estados Unidos y el Reino Unido. En España fue doblada al castellano por los estudios Q.T. Lever de Barcelona, y publicada por Planeta Junior en VHS en 2000 y en DVD en 2008; ahora se encuentra descatalogada, pero se puede encontrar de segunda mano. En el momento de publicación de esta entrada se puede ver también en varios canales de vídeo, tanto en su versión original como doblada al castellano. En este aspecto, quiero destacar que, si bien todos los actores y actrices de doblaje hacen un buen trabajo en esta película, el de Alberto Trifol como Caballero Blanco es realmente magnífico, y no desmerece en nada al de Ian Holm. Es una película que recomiendo ver aunque sea solo por este pasaje. El resto no está mal; da lástima pensar que podría haber sido mucho mejor, pero no es doloroso de ver. 



Fuentes: 


eldoblaje.com


Internet Movie Database


Wikipedia

 

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