5 de octubre de 2020

Uno para ir, y otro para volver: el Sombrerero y la Liebre a través del espejo

 

 

La presente entrada es una traducción, revisión y ampliación de un artículo que escribí en 2014, durante un curso de literatura fantástica y de ciencia ficción. El breve texto original, en inglés, puede leerse aquí.

 

En el artículo comentaba cómo los personajes del Sombrerero y la Liebre de Marzo, muy populares en Alicia en el País de las Maravillas, repitieron su aparición como mensajeros del Rey Blanco en A través del espejo, llamados respectivamente Hatta (pronunciación de hatter, "sombrerero") y Haigha (deformación de la pronunciación de hare, "liebre"). Las normas del curso limitaban la extensión de los artículos a poco más de trescientas palabras, e incluso después de resumirlo todo lo que pude, hube de suprimir las referencias. No guardé más que la última versión antes del recorte final, pero ahora puedo analizar el tema y no solo mencionarlo. 

 

El Sombrerero y la Liebre de Marzo, que con el Lirón protagonizan el celebérrimo episodio VII, "Una merienda loca", tienen un breve cameo en A través del espejo, en calidad de mensajeros del Rey Blanco, y bajo los pseudónimos - ¿o sus verdaderos nombres? - de Hatta y Haigha. Su aparición suscita muchas preguntas. ¿Qué hacen estos dos habitantes del País de las Maravillas en el Mundo del Espejo? ¿Cómo es que Alicia no reconoce a dos personajes que le parecieron tan irritantes? Y, quizá la más importante, ¿son realmente el Sombrerero y la Liebre? 


Por una vez, no seguiremos las instrucciones del Rey de Corazones ("comienza por el comienzo") y estudiaremos en primer lugar la última pregunta. ¿Son Hatta y Haigha el Sombrerero y la Liebre? En el capítulo VII de A través del espejo, "El León y el Unicornio", Alicia se encuentra en primer lugar con Haigha, que viene "dando saltos, contorsionándose como una anguila, y extendiendo sus grandes manos a ambos lados como si fueran abanicos". El Rey Blanco indica que sus ademanes se deben a que "es un mensajero anglosajón", y lo presenta como Haigha. Éste llega sin resuello, haciendo girar los ojos, y sus "actitudes anglosajonas" se incrementan a cada momento, hasta el punto en que el rey se alarma y le pide a su agitado mensajero que le dé un emparedado de jamón, lo que éste hace al punto. El rey devora el bocadillo y le pide otro, a lo que Haigha, ya recuperado el aliento, le contesta que solo quedan sándwiches de heno. El Rey no tiene problema con ello; se zampa el pan con heno (no olvidemos que, en el Mundo del Espejo, los alimentos secos quitan la sed), y hasta le comenta a Alicia que no hay nada como el heno cuando uno se siente desmayar. A continuación, Heigha le comunica al Rey, gritándole al oído, que "ya están otra vez", y el Rey sale corriendo, seguido de Alicia y de Haigha, para detener la pelea entre el León y el Unicornio. 




Hay varias teorías acerca de la correspondencia entre los ademanes de Haigha y el hecho de que sea anglosajón. Harry Morgan Ayres, en su libro Carroll's Alice, sugiere que Carroll podría haber aprovechado la similitud de la pronunciación de hare con el apellido de Daniel Henry Haigh (1819- 1879), un reconocido filólogo experto en runas sajonas, y autor de dos tratados sobre el pueblo sajón. Por su parte, Roger Green, en un artículo del número de otoño de 1971 de la revista Jabberwocky, llama la atención sobre la entrada del diario de Carroll del 5 de diciembre de 1863, en que asistió a una obra de teatro que incluía una pieza cómica llamada "Alfredo el Grande". Green especula que la ambientación anglosajona de ese número, junto con el vestuario y la gesticulación de los actores, podrían haber gustado a Carroll hasta el punto de reproducirlos en una de sus obras. No olvidemos, además, que el motivo comúnmente atribuido a que la Liebre esté "loca" en marzo es porque, en su época de apareamiento, los machos de esta especie dan brincos desordenados e irregulares, lo que concuerda con el frenético movimiento de Haigha mientras se acerca corriendo a entregar su mensaje. 


John Tenniel, que ilustró A través del espejo como había ilustrado Alicia en el País de las Maravillas, no pareció dudar que Haigha era el mismo personaje que la Liebre de Marzo. Aunque hay algunas diferencias en su fisonomía (sus rasgos leporinos están suavizados, con un morro menos prominente y unos ojos más pequeños), el cambio más significativo es el de su vestuario, que ya no es el elegante traje de chaqué victoriano, sino una túnica y unas calzas, con un gorro que cubre sus orejas.




Después de correr un buen rato, el trío divisa una multitud, en medio de la cual están luchando el León y el Unicornio, y se acercan al otro mensajero del Rey, Hatta, para preguntarle cómo va la pelea. Es la primera vez que Alicia ve a Hatta, pero ya ha oído hablar de él: en el capítulo V, mientras le explica el funcionamiento del tiempo en el Mundo del Espejo, la Reina Blanca ya le ha dicho que Hatta está en prisión, cumpliendo una condena, antes de un juicio que tiene que celebrarse el próximo miércoles, por un delito que aún no ha cometido. Cuando Alicia inquiere qué sucedería si nunca llega a cometer el delito, la Reina solo contesta: "¡Tanto mejor!".




Hatta está tomando té y pan con mantequilla, y Haigha informa a Alicia de que acaba de salir (¿o de no entrar?) de la prisión, y que no había terminado de tomar su té cuando fue detenido. Haigha se muestra afectuoso con su compañero, pasándole el brazo por los hombros y llamándolo "querido niño" mientras le pregunta cómo lo ha pasado en la cárcel (aunque se impacienta enseguida ante la falta de respuesta de Hatta, que está tragando un bocado). Cuando Hatta puede hablar, contesta a la pregunta del Rey sobre cómo va la lucha, y dice que cada uno de los contendientes ha sido derribado unas ochenta y siete veces. El Rey ordena una pausa de diez minutos para refrescarse, y Hatta y Haigha traen bandejas con pan blanco e integral (que Alicia prueba y, no sorprendentemente, encuentra muy seco). Viendo que el León y el Unicornio están demasiado cansados para seguir luchando, el Rey decide dar la jornada por terminada, y ordena a Hatta que avise de que toquen los tambores. Hatta se marcha botando "como un saltamontes", y Alicia, que se convierte en el centro de atención del León y del Unicornio, ya no vuelve a hablar con los mensajeros anglosajones. 


Al igual que Haigha es la Liebre, Hatta es sin ningún lugar a dudas el Sombrerero, que también lleva un atuendo anglosajón, pero conserva su característico sombrero de copa con la etiqueta que indica"10/6"




No sabemos por qué delito - que quizá nunca cometa - ha sido encarcelado el Sombrerero. Recordamos que, en el País de las Maravillas, tenía la facultad de irritar tanto a la Reina de Corazones (que ordena decapitarlo dos veces) como a su consorte el Rey (que lo echa de la sala de juicio, ante su incapacidad de ofrecer un testimonio). Pero su encarcelamiento no parece haber afectado a su nuevo trabajo como mensajero del Rey Blanco, a su amistad con la Liebre, ni a su afición por el té y el pan con mantequilla. 


Philip Gough (1959)


Martin Gardner comenta brevemente que "es curioso que Alicia no reconozca a ninguno de sus dos viejos amigos". No es tan curioso, teniendo en cuenta que para la mayoría de personas los sueños se recuerdan vívidamente durante unos minutos poco después de despertar, pero luego se olvidan por completo. Alicia demostró recordar perfectamente su sueño anterior a la orilla del río, y se lo contó tan bien a su hermana que ella misma acabó imaginándose las voces y los sonidos del País de las Maravillas. Pero eso fue una tarde de primavera, hace meses, y su sueño tan curioso ha sido olvidado: no recuerda al Sombrerero y la Liebre del mismo modo que la áspera y mandona Reina Roja no le hace pensar en la Duquesa, ni le son familiares los encuentros con la realeza por haber conocido antes a los Reyes de Corazones. Y sin embargo, una parte de su sueño ha permanecido con ella, en su memoria, y puede volver en cualquier momento. Incluso dentro de otro sueño. Haigha y Hatta prueban que el País de las Maravillas sigue presente en la mente y en el corazón de Alicia, incluso si ella no se da cuenta.



Mervyn Peake (1954)




¿Cómo han llegado el Sombrerero y la Liebre a ser los mensajeros anglosajones del Rey Blanco? Sabemos, por lo que el mismo Sombrerero le explicó a Alicia, que su condena a estar tomando el té eternamente se debió a un malentendido provocado por la Reina de Corazones, quien, al oír cantar al Sombrerero, dijo que estaba "asesinando al tiempo" (el tiempo del compás). El Tiempo, resentido por la amenaza, lo atrapó para siempre a las seis en punto. Está claro que los amigos han conseguido escapar a ese bucle (o quizá el propio Tiempo, habiendo comprendido su error, los haya liberado de él). Aunque han dejado sus casas y la compañía del Lirón, que probablemente siga durmiendo en la tetera, siguen trabajando para la realeza, y llevan consigo sus bocadillos, tostadas con mantequilla y tazas de té. Muy apropiadamente, el Rey Blanco dice de sus mensajeros que necesita tener dos: "Uno para ir, y otro para volver". En efecto, van y vuelven entre los dos sueños de Alicia, y como ella, exploran otro mundo al tiempo que retienen un pedazo de su propia realidad. Van y vienen, y no se quedan atrás.



Hatta y Haigha cambian el té por una refrescante pinta en este anuncio de Guinness.
Anthony Groves-Raines (1948).



Fuentes:


CARROLL, Lewis; BUCKLEY, Ramón (trad.); GARRIDO, Ramón (ed.). Alicia en el País de las Maravillas. A través del espejo, Cátedra, Madrid, 2001. 


CARROLL, Lewis; GARDNER, Martin (ed.). The Annotated Alice, Penguin, Londres, 2001.


MORGAN AYRES, Harry. Carroll's Alice, Columbia University Press, Nueva York, 1936. 

 


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