25 de diciembre de 2020

Segundo cumpleaños de Estudios Carrollianos

 



Hemos pasado otro año investigando el legado de Lewis Carroll, y seguimos teniendo la sensación de que no hemos hecho más que empezar. Cada lectura, reseña y descubrimiento nos lleva a otros textos, a otras obras, a otros artistas. No parece que se acabe nunca, y no queremos que se acabe. Para nada. Queremos seguir sorprendiéndonos con todo lo que Lewis Carroll creó a lo largo de su vida, y con todo lo que ha sido creado más tarde gracias a él.


De nuevo gracias, queridos lectores, por la compañía y el apoyo, y por las ganas de aprender y asombrarnos que compartimos. 


                                                                                     Irene Martínez   

21 de diciembre de 2020

Trini Tinturé (1938- )

 

 

Trini Tinturé en 2010. 
Fotografía de Guillem Medina, cortesía de Wikimedia
 
 
 

La artista catalana Trinidad Tinturé Navarro (Lleida, 1938), que suele firmar como Trini Tinturé, es una historietista e ilustradora de series para niñas y adolescentes, muchas de ellas publicadas en el mercado exterior. 


Portada del número 66 de la revista Piluchi (1959)

Trini Tinturé nació en plena Guerra Civil Española.​ Su familia de seis miembros vivía de los ingresos de su padre, carpintero de oficio. Desde muy pequeña garabateaba en el reverso de "facturas de la luz, hojas de calendario y cartillas de racionamiento". Cuando tuvo edad para ayudar en casa, decidió tomar los recados para su padre mientras él estaba trabajando fuera, y se entretenía en el taller haciendo dibujos con sus lápices de carpintero en pedazos de madera descartados.

 

Cómic en la revista June and School Friend (1971)


Su madre solía sentarse a dibujar con ella en sus ratos libres, pero, a ojos de su familia, su afición  era "tan encantadora como inútil". A pesar de que en 1955 fue galardonada con la 1ª medalla de dibujo artístico del Círculo de Bellas Artes de su ciudad natal, le costó obtener permiso de sus padres para, dos años más tarde, irse a Barcelona a vivir con una tía abuela e intentar ganarse la vida como ilustradora. No le fue tan difícil, una vez allí, encontrar trabajo como historietista en pequeñas editoriales (Gráficas Soriano, Indedi), ya que las adaptaciones en cómic de cuentos de hadas estaban en boga. También probó con la publicidad, y aunque no le fue mal, prefirió continuar con los cómics para un público femenino. En 1960 consiguió entrar en Bruguera, donde dibujó historias cortas para revistas como Blanca, Celia y Sissi, y desde ahí dio el salto al mercado exterior a través de su agencia Creaciones Editoriales. Sus cómics se publicaron en revistas de Alemania, Austria y el Reino Unido. Algunas de sus series favoritas fueron "Oh, Tinker!", para la revista June and School Friend, sobre una pequeña hada (en España se publicó como "El hada Violeta"), y "Curly", para la revista Twinkle, sobre una niña y su corderito (también publicada en España). 



A partir de 1981, con Andreu Martín y Francisco Pérez Navarro como guionistas,  desarrolló su serie más popular en España: "Emma es encantadora", sobre una bruja adolescente, para la revista Lily. Siguió trabajando en esta serie hasta el cierre de la editorial Bruguera en 1986. 



Durante cinco años trabajó para la editorial alemana Bastei, concretamente en la revista Biggi. Su colaboración más longeva fue con la revista holandesa Penny, para la que dibujó durante quince años "Liefde in de lucht" ("Amor en el aire"), una historia sobre tres adolescentes y su madre, divorciada, que heredaban de forma inesperada una granja  de caballos y debían aprender a cuidarlos, al tiempo que vivían románticas aventuras con los nuevos vecinos. 


Ilustración para Penny (s/f). 

En 2015, el 33 Salón Internacional del Cómic realizó una exposición titulada "Autoras del cómic femenino en el franquismo (1940/1970)", en la que se incluyeron sus trabajos. Más recientemente, en abril de 2019, se le entregó el premio honorífico 2018 del Colectivo de Autoras de Cómic. 



Trini Tinturé realizó en 1973 una adaptación en cómic de Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a Través del Espejo, para la colección "Joyas Literarias Juveniles" de la editorial Bruguera. La adaptación de los textos para el cómic - muy simplificada y con un lenguaje infantil contemporáneo - estuvo a cargo de José Antonio Vidal Sales, "Cassarel". El libro se publicó con portada de la propia Trini Tinturé y un precio de 20 pesetas, y tuvo una segunda edición en 1978, esta vez con un sustancial aumento de precio (pasó a valer 30 pesetas). 



En 1986 se incluyó en la colección "Historias Color", con la portada de Antonio Bosch Penalva, y con el apellido de la autora "castellanizado" a "Tintoré". Esta versión tuvo también varias reediciones. Posteriormente, tras la compra de los derechos por Ediciones B, ha aparecido en la colección "Grandes Aventuras" de El Periódico y en otras publicaciones. 



Siendo como era ya una especialista en dibujar adolescentes y mujeres jóvenes, no es de extrañar que la Alicia de Trini Tinturé sea una niña de proporciones realistas y un aspecto vivo y alegre.




Sin embargo, merced a un entintado de pésima calidad, el Conejo Blanco es naranja, Alicia es pelirroja en la mayoría de la historia pero rubia en algunas viñetas (y del color del fondo en muchas otras), y tiene los ojos azules de vez en cuando, pero sin colorear en la mayoría de ocasiones. 


"¡Caramba!" se queda corto.


La interpretación de Trini Tinturé de los conocidos personajes carrollianos difiere, a veces, del canon: la Liebre y la Tortuga Falsa son de sexo femenino; el León y el Unicornio son piezas de ajedrez; el Sombrerero y algunos personajes humanoides como la Oruga y los Jardineros tienen orejas puntiagudas; y, notablemente, la Duquesa fea es la más hermosa de cuantas he visto. Las orejas del Sombrerero, por lo menos, pueden tener su origen en la infame traducción de Maricel Lagresa Colom, quien, en el texto al que este cómic acompaña, no tiene ningún empacho en llamar "Duende" y "Gnomo" al Sombrerero.



La rara fiesta del té.


Una máxima tan hermosa como quien la dice.


Trini Tinturé es también uno de los pocos ilustradores que, en el Mundo del Espejo, ha dibujado un Caballero Blanco joven y apuesto: en ningún momento del texto se menciona su edad, pero la gran mayoría de versiones sigue al anciano de cabellos blancos de Tenniel. Aquí, a pesar de montar un incómodo caballo de ajedrez, es un gentil doncel medieval. 




A pesar del terrible coloreado, que a veces impide apreciar las ilustraciones en lo que valen, los dibujos de Trini Tinturé son muy adecuados para narrar las aventuras de Alicia: los gestos de la niña son variados y expresivos, el movimiento está muy bien conseguido y los fondos dan una gran vida al mundo por el que se mueven los personajes.




El texto, como comentábamos anteriormente, está muy abreviado, simplificado y adecuado a un lenguaje juvenil, lleno de onomatopeyas y expresiones coloquiales. Aun así, no está exento de frases algo más elaboradas y un vocabulario que hoy dejaría perplejo a un lector de la edad recomendada, desde "equidad" a "sugestivas", pasando por "inusitadamente" y "liza", además del exquisito "pérfido y alevoso" con que uno de los animales de la Carrera Loca califica al gato que menciona Alicia. 



Las versiones dobles - en texto y en cómic -  eran habituales en los libros juveniles de los sesenta a los ochenta. Las colecciones mencionadas como "Joyas literarias juveniles", "Historias color" o "Grandes Aventuras Color" incluían siempre una versión en viñetas paralela al texto, fuera para añadir diversidad y color a una lectura que, para niños de nueve u once años, podría ser todavía demasiado extensa, o para entretener a niños de menor edad. La de Trini Tinturé no fue la primera: ya había versiones en cómic de Alicia por la también catalana María Barrera (1959) y el aragonés Adolfo Buylla (1963). Sin embargo, Trini Tinturé es la primera que adapta también las aventuras de la niña al otro lado del espejo, y que proporciona movimiento y animación a los personajes, que en otras versiones parecen figuras recortables. 




Esta versión en viñetas, si bien adolece de algunos defectos no achacables a la ilustradora - el texto original está demasiado resumido, y el trabajo de coloreado es penoso - constituye una muestra significativa de lo que durante muchos años fue el tebeo "para niñas" en nuestro país, y posiblemente sea el mejor ejemplo de adaptación en cómic del clásico de Carroll. Me gustaría que ésta y otras versiones de Trini Tinturé de novelas y cuentos juveniles se reeditaran, con un nuevo coloreado que les hiciera justicia. Sin embargo, en vista de que Glénat dejó a medias una reedición de la obra más popular de la autora, "Emma es encantadora", dejando frustrados a fans y nostálgicos, es poco probable que obras sueltas como ésta vean alguna vez de nuevo la luz. Pero yo me guardo, para futuros usos, una viñeta en la que me veo a mí misma cada vez que descubro una nueva y espantosa versión cinematográfica de Alicia, y pienso que tarde o temprano la tendré que reseñar.





 

Fuentes: 


La biblioteca de la marmota, blog de Marta Mata, en el que puede leerse otra reseña de esta adaptación.


La memoria frívola, blog de Alejandro Capelo, en el que se puede leer el cómic completo.


Trini Tinturé, página oficial de la autora.

 

Trini Tinturé en Lambiek Comiclopedia.

 

Trini Tinturé en Tebeosfera, cultura gŕafica.

 
 
 
 

 

1 de diciembre de 2020

Alicia encuentra el jardín de flores vivas (1951)

 




Little Golden Books es una colección de libros infantiles fundada en 1942 por Georges Duplaix, de Simon & Schuster. Se trata de libritos de pequeño formato, tapa dura y un lomo cubierto con una característica etiqueta dorada, que contienen tanto cuentos originales como historias basadas en personajes de películas y series populares. Duplaix pretendía sacar una línea de cuentos infantiles que fueran atractivos, coloridos y duraderos, pero también económicos: se vendían a 25 centavos, y su precio se mantuvo así hasta 1962, en que Western Publishing, que había adquirido los derechos de la colección unos años antes, subió el precio a 29. 


Primera edición de Three Little Kittens.


Los doce primeros títulos de la colección se lanzaron simultáneamente. El primer libro se tituló Three Little Kittens, y fue escrito por Marie Simchow Stern. El octavo de la colección, The Poky Little Puppy, de Janette Sebring Lowrey, es el libro infantil más vendido de la historia, y un ejemplar de la primera edición se considera un valioso artículo de coleccionista. Cada libro tiene un autor distinto, tanto si escribe un cuento original como si recurre a personajes de otras licencias. Muchos autores que comenzaron escribiendo o ilustrando estos cuentos en los años 40 alcanzaron posteriormente gran relevancia en la literatura infantil, como Corinne Malvern, Tibor Gergely, Gustaf Tenggren, Feodor Rojankovsky, Richard Scarry, Eloise Wilkin o Garth Williams. 


Primera edición de The Poky Little Puppy.


La temática de los Little Golden Books es variada, desde cuentos de hadas y canciones tradicionales hasta historias de la Biblia; e incluye cuentos educativos, como los que tratan sobre el desarrollo emocional del niño, enseñan los números, colores o formas, o instruyen en aspectos de naturaleza, ciencia o tecnología. Las franquicias de cine, televisión y juguetes que han aparecido en los libros a lo largo de los años son muy numerosas: hay cuentos con personajes de Barrio Sésamo, los Teleñecos, Thomas la Locomotora, Rin Tin Tin, Lassie o Barbie; más recientemente, hay también de Power Rangers, Marvel, La Guerra de las Galaxias o Parque Jurásico. A lo largo de los años, se han ido introduciendo novedades, como los Big Golden Books, para niños mayores de cinco años, o los Melody Golden Books, que contenían un chip de música que tocaba canciones tradicionales o de series y películas, según el cuento correspondiente. Sin embargo, los Little Golden Books originales han mantenido su formato y apariencia, de modo que una ejemplar actual es idéntico a las primeras impresiones, y continuamente se reeditan en cajas de coleccionista, por años o temática. 


Una edición conmemorativa del 75 aniversario, 
con doce cuentos escogidos entre los más populares.


En 1944, Walt Disney en persona firmó un acuerdo con Simon & Shuster para que usara sus personajes y sus películas en los Little Golden Books. En una época en que los libros infantiles ya eran un lujo, los editados por Disney eran aún más exclusivos, y los precios económicos de esos libritos pondrían a Disney al alcance de todo el público. El estudio no escatimó recursos para hacer que se vendieran, y encargó a sus propios artistas las ilustraciones de muchos de esos libritos: Bill Peet, Mary Blair, Al Dempster, John Hench, Bill Justice, Ron Dias y Reta Scott Worcester, entre otros, trabajaron en los Little Golden Books, aunque los libros no indican el nombre del ilustrador. El primer título de Disney en la colección se publicó en septiembre de 1944 y fue Through the Picture Frame, una adaptación del cuento "Ole Lukoie" ("Pegaojos") de Hans Christian Andersen, escrito por Robert Edmunds. Los primeros títulos de Disney formaban parte de una colección separada de los Little Golden Books llamada "Walt Disney's Little Library" y, aunque el tamaño y formato eran idénticos, no tenían la banda dorada cubriendo el lomo. 




En 1951, el mismo año en que Disney estrenó su Alicia en el País de las Maravillas, publicó en los Little Golden Books tres libros que seleccionaban algunas de las escenas de la película: Alice Finds the Garden of Live FlowersAlice Meets the White Rabbit, y Mad Hatter's Tea Party; y uno que resumía la película completa, Alice in Wonderland, todos con textos adaptados por Jane Werner. Estos libros ya tenían en la portada "A Little Golden Book" en lugar de "Walt Disney's Little Library" y lucían orgullosamente su lomo dorado. 



La primera página de Alicia encuentra el jardín de flores vivas introduce a los lectores en la historia de esta manera: "Érase una vez, había una niñita llamada Alicia, una agradable niñita más o menos de tu tamaño. Pero un día se encontró con que medía tres pulgadas: no tan grande como tu mano. ¡Imagínate su sorpresa!". Al principio, a Alicia le parece divertido ser tan pequeña, porque puede usar una hoja como sombrilla y sentarse en una caja de cerillas como si fuera un banquito. 




Pero enseguida se aburre, porque no hay niños tan pequeños como ella, y sale a buscar a alguien con quien jugar. Camina y camina a través de la hierba, y acaba oyendo voces, así que se apresura al lugar de donde proceden, pero solo encuentra un jardín de hermosas flores. 



Al ver unos extraños insectos alrededor, se pregunta en voz alta qué pueden ser, y una voz le contesta que son mariposas panqué y un caballito mecedora. Alicia dice que le gustaría saber quién le habla, y se presentan las flores parlantes, como la Rosa, el Iris, la Gloria de Levantarse por la Mañana, y el Narciso Confuso, que además le muestran otras criaturas del jardín como las perriorugas y gatiorugas. A Alicia le encantan las amables Flores y los graciosos insectos, y decide quedarse un buen rato con ellos. 



Pero pronto las Flores comienzan a preguntarle por su jardín de procedencia, y al enterarse de que Alicia no es una flor, dan por hecho que es una mala hierba. Todas comienzan a gritar que no quieren malas hierbas allí; las perriorugas comienzan a ladrar y las gatiorugas a bufar, y el Diente de León le ruge. Asustada, Alicia sale corriendo, y desea poder recuperar su tamaño normal. 



Mientras descansa sentada sobre una pequeña seta, oye que alguien le pregunta "¿Quién eres tú?" y descubre que hay una gran Oruga sobre un hongo, fumando en una pipa de agua. Le explica su problema, y se lamenta de que tres pulgadas es una estatura miserable, pero la Oruga, que mide exactamente eso, se ofende terriblemente, se pone a fumar con tanta fuerza que los anillos de humo lo envuelven, y acaba desapareciendo entre ellos. Viendo que solo han quedado su pipa y sus babuchas, Alicia piensa que ya no podrá ayudarle, pero entonces descubre que se ha convertido en Mariposa y está revoloteando a su alrededor. La Mariposa le recomienda que coma un trozo de seta. Alicia piensa que cualquier cosa puede ocurrir en el País de las Maravillas (cabe señalar que ninguno de los personajes le ha dicho en ningún momento que está en el País de las Maravillas), y come un trocito de seta, lo que la hace crecer y crecer hasta que alcanza, de nuevo, "más o menos tu tamaño". 



Alicia está satisfecha con haber vuelto a su tamaño: le parece bien que las flores y los insectos sean pequeños, pero ella prefiere ser ella misma. 



El cuento está pensado para niños, como diría el propio Carroll, "de ninguno a cinco años". Las grandes y coloridas ilustraciones ocupan la mayor parte de las catorce páginas del libro, y el texto, claro y simple, remite a los dibujos y se dirige también a los pequeños oyentes. Y es también, como hemos mencionado anteriormente, un pequeño artículo de lujo. Los dibujos son hermosos, con unos contornos apenas visibles y unos colores vivos pero no chillones. La impresión es de calidad; tiene tapas duras, hojas gruesas, y un ex libris en la cara interior de la portada donde aquellos que comienzan a escribir pueden trazar las letras de su nombre. Los juguetes y los libros son las primeras posesiones que un niño puede identificar como suyas, y para los niños que nacieron justo después de una guerra, en una época en la que un libro infantil como Ginger Pye, publicado también en 1951, costaba dos dólares y medio (unos $25 en la actualidad), los pequeños libros dorados debieron de significar oro de verdad.




Fuentes:


Little Golden Books 


LUE, Alex. "Disney Golden Books That Made a Childhood Magical", en Inside the Magic, 24 de septiembre de 2020.


The Disney Wiki 


Wikipedia 


YOSHINARA, Craig. "The Disney Era of Little Golden Books", en Disneynerds, 28 de febrero de 2017.



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