23 de junio de 2019

Alicia de Jonathan Miller (1966)







Esta versión de 1966 de Alicia en el País de las Maravillas es una producción para la televisión de la BBC, dirigida por Jonathan Miller, quien, en la época, era conocido como autor y director del programa satírico Beyond the Fringe. La película formaba parte de una serie llamada “La obra del miércoles”, para la cual habitualmente se escribían piezas nuevas. Una de ellas, dirigida por Dennis Potter, estrenada en octubre de 1965, y titulada sencillamente Alice, había tratado la relación entre el reverendo Charles Dodgson y Alice Liddell, aunque ninguno de los actores repetiría en la producción de Miller.

Esta película destaca entre las adaptaciones de Alicia en el hecho de que los actores no están caracterizados con disfraces, ropa ni maquillaje como los personajes a los que representan. Todos los actores van sobriamente vestidos con atuendos victorianos, y actúan como el Conejo Blanco, el Sombrerero o la Oruga, sin ningún atavío especial. Jonathan Miller se enfrentaría así a una de las más famosas adaptaciones de la obra, la de Norman McLeod de 1933, en que famosos actores quedaron completamente irreconocibles bajo capas de disfraces, enormes máscaras y sobrecarga de utilería. “Una vez que retiras la cabeza del animal, te comienzas a dar cuenta de qué va [la historia]. Una niña pequeña rodeada de gente con prisas y preocupada, que se pregunta: '¿Es esto lo que significa ser adulto?'”. Curiosamente, para el papel protagonista fue elegida Anne-Marie Mallik, de trece años, que no tenía ninguna experiencia de actuación previa y que, después de su aparición en la película, tampoco manifestó el menor interés en dedicarse al cine. Según él mismo declaró, Jonathan Miller escogió a la niña por su “aire de solemnidad victoriana”. El resto del elenco, por el contrario, estuvo constituido por actores consagrados.

Anne- Marie Mallik en el papel de Alicia.

La banda sonora de la película estuvo a cargo del virtuoso del sitar Ravi Shankar, muy popular en la época por sus actuaciones en grandes salas del Reino Unido y su relación con el beatle George Harrison, de quien fue maestro. El contraste entre la ambientación estrictamente victoriana y el anacrónico exotismo de la música tradicional india fue también uno de los aspectos más comentados de esta versión.

En principio, nos encontramos ante una adaptación clásica del libro de Carroll, que sigue cronológicamente casi todas las escenas del País de las Maravillas, y no añade material a los diálogos originales, aunque los puede alterar un poco. Comienza con una niñera (Freda Dowie) peinando y arreglando a Alicia ante un espejo, mientras Lorina (Jo Maxwell-Muller) la observa en silencio. Las hermanas salen al jardín y pasean un rato por el bosque antes de sentarse en la ribera del río, todo ello sin intercambiar palabra; Lorina se pone a leer y Alicia tumba en la hierba y se duerme. 

Wilfrid Brambell como el Conejo Blanco.

Cuando aparece el Conejo Blanco (Wilfrid Brambell), Alicia lo sigue a la madriguera, que es el arco de un antiguo puente o canal. La película mantiene los efectos especiales al mínimo, de modo que Alicia no cae, sino que recorre un laberinto de escaleras y pasillos (la escena fue filmada en un hospital abandonado) hasta llegar al Vestíbulo de las Muchas Puertas. Mira el jardín a través de la puertecita, prueba las llaves, bebe y encoge, come y crece, recita para sí misma, llora… 


Hay un momento en que se insinúa el Lago de Lágrimas, pero en realidad Alicia simplemente pasa a otra habitación donde se encuentra con el Ratón (Alan Bennett) y el resto de animales (entre los que se puede ver a Eric Idle, muy joven, que no aparece en los créditos). Los animales hablan de secarse (aunque todos están perfectamente secos), y el Ratón comienza a contar una historia, pero todos suspiran, bostezan y carraspean, y el Dodo lo interrumpe y propone realizar en su lugar una Carrera Loca. 


Se produce la Carrera Loca, que en efecto consiste en correr convulsivamente por las habitaciones, pasillos y patios interiores. Al final de la carrera, los participantes comienzan a pelearse, hasta que el Dodo declara que todos han ganado. Alicia reparte los premios, y los demás animales le piden al Ratón que continúe su historia, pero éste se marcha, molesto porque antes lo habían interrumpido.  

Lo siguiente que vemos es a Alicia corriendo en dirección a la casa del Conejo Blanco, mientras la voz éste, en off, le manda buscar sus guantes. Alicia bebe un frasco que encuentra en la casa del Conejo y aumenta de tamaño. Oye al Conejo impacientarse, y hablar con otros animales. 


A través de la ventana le tiran pastelitos, se come uno y vuelve a disminuir. Sale corriendo de la casa (en cuyo exterior, solo por un momento, se ve al Conejo, Pat y Bill), atraviesa un jardín donde le ladran unos perros enjaulados, y, a través de un invernadero derruido, llega a un despacho o biblioteca donde tiene la conversación con la Oruga (Michael Redgrave). Alicia recita, a trompicones, algunas estrofas de Eres viejo, padre William”.


Alicia oye ruidos en una habitación cercana, y conversa con el Lacayo-Pez (Anthony Trent) y el Lacayo-Rana (John Bird). 


Entra en la habitación, donde están la Cocinera (Avril Elgar), la Duquesa (Leo McKern, travestido), el bebé- cerdito y un gato real vivo, además de los cadáveres, también reales, de un cerdo, gallinas y otros animales destinados a la olla. Hay algunos primeros planos desagradables de la cabeza del cerdo muerto. Alicia, que no se inmuta ante lo que contempla en la cocina, sale de ella con el bebé-cerdito en brazos y lo deja libre en el bosque. Mientras camina sin rumbo, habla (¿telepáticamente?) con el que, adivinamos, es el Gato de Cheshire; nunca se han presentado.


A través de una puerta- espejo, Alicia, con un traje diferente y un sombrero que llevaba al salir de su casa pero no al entrar en la madriguera, llega a la casa de la Liebre de Marzo, y se sienta a la mesa con el Sombrerero (Peter Cook), la Liebre (Michael Gough), y el Lirón (Wilfrid Lawson). Alicia se aburre soberanamente durante la merienda y pasa la mayor parte del tiempo hundiéndose en su asiento, sin mirar siquiera a los demás comensales.


Luego entra paseando en el jardín de la Reina y encuentra a los Soldados-Carta que pintan las rosas. 


Llega el desfile y conoce al Rey (Peter Sellers) y a la Reina de Corazones (Alison Leggatt). Se incorpora a la comitiva y charla un rato con el Conejo Blanco.Tras dar un largo paseo con cada vez más acompañantes (músicos, tamborileros, portaestandartes…), llegan a un gran campo donde celebran la partida de croquet. Alicia no juega; se aburre, se pone a tejer guirnaldas, ojea un libro; una de las camareras de la Reina le cepilla el cabello. Habla con el Gato de Cheshire, y luego la Duquesa la encuentra y se une a ella en su paseo mientras le habla de las moralejas.


Luego se encuentra con el Grifo (Malcolm Muggeridge) y la Tortuga Falsa (John Gielgud), con los que habla sobre sus días de colegio y asignaturas, y pasean por la playa mientras le muestran el baile de la “Cuadrilla de Langostas”.


Alicia entra entonces en la sala del juicio, y actúa ella misma como escribana, tomando nota de las disparatadas declaraciones de los testigos, que canturrean, hacen ruidos y en general pierden el tiempo; el mismo Rey dormita en su silla. 


Alicia comienza a crecer de modo inesperado, y cuando le replica a la Reina, ésta comienza a gritar “¡Que le corten la cabeza!”. Alicia no se inmuta cuando el ruido y la confusión aumentan a su alrededor. Y entonces simplemente se despierta, se incorpora, se pone el sombrero, y ella y Lorina se levantan y se marchan. Los créditos, con más música de sitar, muestran las ilustraciones que hizo Lewis Carroll para la primera versión del cuento.


La película, hablando en plata, es rara. Hoy consideraríamos que es “cine experimental” o “cine de autor”: es un proyecto estético más que narrativo. Filmada en 9 mm., con una fotografía perfecta, se centra en mostrar la belleza de los lugares y las escenas más que en contar una historia que la mayoría de espectadores se sabe ya. Carece casi por completo de efectos especiales. Las escenas en que Alicia crece y encoge se realizan con la actriz simplemente acercándose o alejándose de la cámara; muy notablemente, cuando disminuye de tamaño dentro de la casa del Conejo, lo hace corriendo hacia atrás. El Gato de Cheshire se ve un momento, como un animal real, en la cocina de la Duquesa, pero luego solamente se oye su voz, susurrando, cuando habla con ella. Únicamente en la partida de croquet se ve la cara del animal sobreimpresionada en el cielo.

El Gato de Cheshire en su único momento "visible".

La actuación no es la que esperaríamos en una película de fantasía en que una niña conoce a los personajes más dispares. Alicia tiene todo el tiempo la mirada perdida, no sonríe más que en un par de ocasiones (y de modo casi imperceptible), y habla con un tono de voz monocorde y aburrido. No se inmuta ante nada, no se emociona, no se asusta. Vaga de un lugar a otro, se dirige a los seres que encuentra sin mirarlos. Conociendo las ilustraciones de Lewis Carroll, es evidente que han intentado imitar a la Alicia de estos dibujos, pero también conviene recordar que el propio Carroll estaba insatisfecho con ellos. La Alicia de esta película tiene una expresión continuamente melancólica. Solemne tal vez, pero rayana en la tristeza.


Y los habitantes del País de las Maravillas, cierto, se comportan de modo alocado e impredecible, pero quizá no de la manera que imaginamos al leer el libro.  El final de la Carrera Loca, por ejemplo, es uno de los momentos más extraños. Los animales – que, recordemos, no están caracterizados como tales – se arrojan unos sobre otros, golpeándose, gruñendo y emitiendo chillidos como si fueran cerdos, y luego, en el momento en que el Dodo declara que todos merecen premios, se levantan dando tumbos y comienzan a gemir “Premios… premios…” en la manera en que hoy imitaríamos a un grupo de zombies.

Las transiciones entre escenas son irregulares. Muchas comienzan con voces oyéndose en off o en eco, o con Alicia simplemente apareciendo en ella, sin que haya terminado la escena anterior. Incluso dentro de las secuencias hay cortes o fundidos, como si fuera a producirse un cambio, para que después el diálogo continúe. Y algunas escenas son largas, muy largas. Van alargándose, y Alicia está simplemente allí. Y se oyen himnos, y zumbidos de abejas y cricrís de grillos, y no parece que ocurra nada. Es el País de las Maravillas: el Tiempo tiene voluntad propia.

Vale la pena ver esta película, aunque sea solo una vez. El que apenas se usen efectos especiales y que los personajes animales no lleven disfraz “obliga” a explotar lo que puede ser maravilloso y mágico en un entorno real. Los interiores, incluyendo la “caída” por la madriguera del Conejo, fueron filmados en un edificio abandonado de la misma época victoriana (el hospital militar de Netley, cerca de Southampton), con láminas anatómicas en las paredes, y algunas partes derruidas por el paso del tiempo. Es uno de los mejores logros de la adaptación: Alicia está en un mundo que se parece al suyo pero no lo es exactamente, o no del mismo modo. Y, excepto en el caso del Gato de Cheshire, que decididamente no está bien resuelto, los actores en traje victoriano se comportan como todos sabemos que son sus equivalentes animales. Ver a Wilfrid Brambell en el momento en que saca su reloj de bolsillo y lo señala impacientemente es ver al Conejo Blanco, con más nitidez que en versiones donde lleva un disfraz completo.

La película no está editada por ninguna compañía española ni doblada al castellano. Existen al menos tres versiones en DVD, de la que, aparentemente, la más recomendable por la calidad de imagen y contenidos adicionales es la de Warner de 2010. Se puede encontrar con relativa facilidad en canales de vídeo de Internet. Y merece la pena, aunque haya siempre algo que nos resulte incómodo (la tristeza de Alicia, los animales muertos y/o disecados, la extensión de algunas escenas, la mínima presencia del Gato de Cheshire), seguro que hay algo que nos llama la atención por su acierto y belleza.

Fuentes:

Internet Movie Database.



Wikipedia.

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