25 de octubre de 2022

Alicia de Dominique Debar (2003)

 



Alice de l'autre côté du miroir (Alicia al otro lado del espejo) es un cortometraje de animación tradicional producido por la televisión francesa y dirigido por Dominique Debar. Fue el capítulo 6 de la primera temporada de la serie Les grands textes de l'enfance y se emitió en 2003 por la cadena FR3. Dura 26 minutos.



Dominique Debar (en algunos sitios, DeBar o De Bar) comenzó su carrera en la animación como intervalista en Los mundos sumergidos o Espartaco y el sol negro (Les mondes englutis, 1985-86). Posteriormente fue artista de storyboard de El joven Robin Hood (Young Robin Hood, 1991-92) y director de la serie Les grands textes de l'enfance, en su mayoría adaptaciones de cuentos de autor franceses, en los que se incluyó esta versión de A través del espejo. Sus trabajos más recientes han sido algunos guiones para la adaptación en animación por ordenador del cómic Bill y Bolín (Boule et Bill, 2018- 2019). 



El texto de Carroll, por su parte, fue adaptado por Alexandre Révérend, compositor, cantante, actor y guionista. Nacido en 1958 en Seresnes (departamento de Altos del Sena), Réverend grabó su primer disco en 1975, y en los nueve años siguientes compuso e interpretó tres más; en 1984 dejó de cantar y decidió dedicarse solo a los guiones teatrales y a la composición de canciones y bandas sonoras de series infantiles y dibujos animados (aunque grabaría un quinto álbum en 2021). En un viaje a Oxford en 1985 descubrió las partituras de las canciones de Alicia en el País de las Maravillas (probablemente las de la adaptación teatral de Henry Savile Clarke), lo que daría lugar a su interés por las obras carrollianas y a varios trabajos relacionados con Alicia. Así, el mismo año de 1985 montó una obra de teatro, Le sacre d'Alice, ou les chansons retrouvées de Lewis Carroll (La consagración de Alicia, o las canciones reencontradas de Lewis Carroll), en que él interpretaba al escritor; en los años siguientes tradujo y anotó Isa's visit to Oxford (un breve texto de Carroll de 1888); colaboró en una edición rigurosa de las obras del autor; y escribió el libreto del ballet ANA, inspirado en A través del espejo, para la coreógrafa Régine Chopinot. En 1989 participó en el cortometraje Phantasmagoria de Tiziana Caminada, en el papel del mayordomo Gaspard, y a finales de los años 90 se dedicó a la animación, como escritor de guiones y productor. En 2003 produjo esta adaptación animada de A través del espejo


La banda sonora del episodio fue compuesta por Cyril de Turckheim, el mismo autor del anteriormente mencionado ballet ANA. La voz de Alicia es Camille Donda, actriz de doblaje habitual de Miley Cyrus y Taylor Momsen (en la serie Gossip Girl) y del personaje de Lilo en las diferentes animaciones de Lilo y Stitch, entre otras docenas de papeles. Los demás actores de doblaje aparecen acreditados, pero sin especificar quién dobla a cada personaje. 



La animación está ambientada en la época actual. Comienza, como es relativamente común en las obras que adaptan uno de los libros de Alicia, con un recorrido por la habitación de la niña, en el que se ven objetos y juguetes que luego aparecerán en sus aventuras: un tablero de ajedrez, un gran peluche de Humpty Dumpty, unas flores, unos muñecos idénticos... La habitación es moderna y está algo desordenada, y parece más propia de una chica cercana a la adolescencia que de una niña pequeña, como sugiere el póster de un joven cantante, Ricky, encima de la cama. Alicia entra en su habitación; es una muchachita de unos trece o catorce años, de ojos verdes y cabello castaño recogido con una coleta y pinzas, sencillamente ataviada con una chaqueta turquesa sobre un vestido amarillo. 



Se acerca al espejo de cuerpo entero que hay en la puerta del armario y comienza a ensayar posturas, gestos, miradas y risas. Al cabo de unos momentos se tumba en la cama con expresión frustrada, abraza su muñeco de Humpty Dumpty y suspira. Al mirar las fotos familiares del corcho de la pared, comienza a recordar el momento en que su padre le comunicó que se divorciaba de su madre y que ella viviría con él y su nueva novia. Recuerda que la nueva pareja de su padre le exige obediencia y le dice que ella no tiene nada de especial ni diferente de las otras niñas. Su madre, por el contrario, la trata con mimo exagerado, le asegura que es hermosa y la anima a aprovechar la "gran oportunidad". No queda muy claro a qué se refiere, pero se deduce que habla de presentarse a algún tipo de prueba o audición (más tarde veremos que se trata de un concurso de belleza), algo que a Alicia no le apetece en absoluto. 



Agobiada por la perspectiva, vuelve a levantarse y a contemplarse en el espejo, pero sigue oyendo la voz de la pareja de su padre, diciéndole despectivamente que fracasará, y la de su madre, insistiéndole en que podrá convertirse en todo lo que ella deseó y no pudo ser. De pronto, se ve a sí misma en el espejo con el pelo suelto, descalza y con el vestido amarillo sin la chaqueta, y murmura: "Lo que quiero ser es una chica que se sienta bien en su propia piel". La Alicia del espejo se ríe y sale corriendo por la puerta de su propia habitación; Alicia va a seguirla, pero se da de narices contra la superficie del espejo. Toma aliento, vuelve a intentarlo, y lo atraviesa limpiamente. Se ve en su propia habitación, pero invertida: las agujas del reloj van hacia atrás, y el nombre de Ricky en el póster está al revés. Pero Alicia no pierde el tiempo y sale de la casa para seguir a su reflejo. 




Toma un ondulante sendero amarillo con la intención de adentrarse en el campo, pero acaba volviendo a la puerta de la casa. Cuando se lamenta en voz alta de la situación, las flores del jardín le aconsejan que para ir hacia delante debe caminar de espaldas, y le dicen que han visto a alguien como ella en el camino. Aunque al principio no entiende la lógica tras el sistema, Alicia prueba a caminar de espaldas, y pronto el propio sendero comienza a avanzar. 



En él, Alicia encuentra no a su reflejo, sino a la Reina Roja... que es idéntica, en aspecto y en carácter, a la nueva novia de su padre. La Reina le da órdenes, la obliga a correr un trecho (para no moverse del sitio) y, tras mostrarle un campo que parece un tablero de ajedrez, le indica que no es más que un peón y que no cree que nunca pueda llegar a nada. Molesta, Alicia le responde que va a convertirse en Reina, mas la Reina Roja se marcha sin creérselo demasiado. 



Alicia camina por el gran campo ajedrezado, hasta que se da cuenta de que lo atraviesa una vía por la que se está acercando un tren. Este se detiene justo donde está ella, y la niña se sube al vagón con una Cabra, un Insecto y un Hombre de Periódico, contenta de poder avanzar tan deprisa. 



Pero pronto llega el Revisor pidiendo los billetes, y cuando Alicia intenta explicar que no había una taquilla en el lugar donde ella se ha subido, los demás pasajeros se quejan de que está siendo una molestia y hace perder el tiempo al Revisor. Alicia se enfada y tira del freno de emergencia para bajarse de inmediato, pero resulta ser la barba de la Cabra, lo que enoja más aún a los pasajeros. El tren se detiene, y Alicia se baja entre exclamaciones de "¡Vete con viento fresco!". 


Alicia vuelve a caminar por el campo de ajedrez; el enfado se le pasa al ver a un peón blanco y otro rojo persiguiéndose y jugando como si fueran cachorros. Llega hasta una charca en medio de la cual hay una barquita con dos personajes vestidos con bañadores y gorros, como los muñecos que Alicia tenía en su cuarto. 



Son los equivalentes a Tweedledee y Tweedledum, pero aquí han sido adaptados a una broma infantil francesa: "Pellízcami y Pellízcame están en una barquita. Pellízcami cae al agua. ¿Quién queda en la barquita?" (podemos imaginar lo que ocurre cuando la ingenua víctima responde "Pellízcame"). Los bañistas se acercan a la orilla y le dicen a Alicia que, cuando uno caiga al agua, tendrá que adivinar quién queda, a lo que Alicia responde que no contestará porque no quiere que la pellizquen. Mientras Pellízcami se cae al agua y vuelve a subir a la barca, Alicia descubre que detrás de un árbol está durmiendo el Rey Rojo. 



Pellízcame le advierte que no haga ruido, porque está soñando con ella, y si lo despierta, ella desaparecerá. Alicia llora unos dos segundos y le pregunta a los gemelos cómo puede ser un sueño, si sus lágrimas son reales, a lo que ellos responden que esas lágrimas pueden ser soñadas también. Los gemelos siguen discutiendo sobre la barca, el Rey Rojo sigue durmiendo, y Alicia se encoge de hombros y se marcha. 



Está pensando qué camino seguir en una encrucijada cuando pasa volando un chal sobre su cabeza; corre para atraparlo, y se lo devuelve a la Reina Blanca, que es igual que su madre. De inmediato, la Reina comienza a recomendarle ropa y accesorios que va sacando al abrir las casillas del tablero. Alicia le pregunta por qué no se pone ella misma esa ropa, si tanto le gusta, y la Reina responde que en el País del Espejo, los sueños propios son cumplidos por otras personas. Alicia declara que tiene el sueño de convertirse en Reina y que lo cumplirá ella misma, y se marcha mientras la Reina Blanca se convierte en oveja y comienza a tejer con un hilo suelto de la sudadera de Alicia, que lo corta antes de que se le estropee la ropa. 



A continuación encuentra un elevado muro hecho de casillas de ajedrez, y trepa por él con grandes dificultades, convencida de que es el final del tablero y se convertirá en Reina al llegar arriba. Pero arriba solo está Humpty Dumpty, igual a su peluche pero mucho más grande, que se balancea de modo precario en el borde del muro. 



En su conversación, Alicia le dice a Humpty Dumpty que ya hace casi doce años que se sabe la cancioncilla sobre él, a lo que Humpty responde que debería haberse quedado en siete años. Alicia se molesta de que opine sobre su crecimiento, y está a punto de caerse ella misma del muro, pero recupera el equilibrio y comienza a bajar con más cuidado, mientras Humpty le restriega que tiene una cara, unos rasgos y un aspecto general tan comunes que no se distingue del resto de las personas. 




Al poco de bajar del muro y seguir caminando por terreno llano, llega al trote una unicornio que se sorprende de ver que las niñas son seres reales y no fantásticos; Alicia le responde que ella también creía que los unicornios eran seres de cuento. Su conversación es mínima: tras prometerse que a partir de entonces cada una creerá en la existencia de la otra, la unicornio le pregunta a Alicia si seguirá en ese lugar dentro de quince minutos, y se marcha de nuevo al trote.


 


Alicia se quita la chaqueta y se sienta en una roca a esperar a su nueva amiga, pero entonces llega el Caballero Rojo, que la hace la prisionera. Resulta que el Caballero Rojo es el atractivo cantante Ricky (de hecho, en vez de espada o lanza lleva su guitarra), lo que hace que Alicia exclame "¡Qué guapo es!", se sonroje y esté encantada de ser su prisionera. 



Sin embargo, su cautiverio de amor dura poco, ya que enseguida llega el Caballero Blanco - que es el padre de Alicia - y ahuyenta al melenudo jinete. 



Alicia intenta ir tras él, pero se resigna a que ha sido "liberada" y le dice al Caballero Blanco que quiere ser Reina. El Caballero la acompaña aproximadamente diez metros (en los cuales se cae un par de veces) y le indica que solo debe cruzar un puente para ser Reina. 




En efecto, Alicia salta las últimas casillas, y al llegar a la más elevada le aparece una corona sobre la cabeza, un cetro en la mano, un vestido rosa sobre el que ya lleva puesto (con una banda que pone "Miss Alice"), zapatos de tacón en vez de sus zapatillas, y maquillaje en su rostro. 




Las Reinas aparecen también una a cada lado, y le dicen que en el País del Espejo la coronación viene antes de las pruebas de aptitud, y que debe pasar un examen para ser Reina, pero se quedan dormidas antes de hacerle ninguna pregunta. Alicia intenta quitárselas de encima, y de pronto ve que frente a ella han preparado una fiesta sorpresa, en la que están todos los personajes que ha conocido desde que ha atravesado el espejo (con la notable excepción del Caballero Blanco). 



Todos cantan y la felicitan, y Alicia está extasiada de recibir tanta atención, hasta que la Reina Blanca le indica el trono en el que debe sentarse y quedarse para siempre. Alicia vacila, y responde que si hiciera eso se le dormirían las piernas... y que además debe regresar a su propio mundo. El humor de los personajes cambia drásticamente: todos comienzan a decir que es una insolente y una desagradecida. Alicia ve su reflejo multiplicado en un abanico de espejos, se da cuenta de que va vestida como la ganadora de un concurso de belleza y murmura: "No es este el tipo de reina que quería ser". 



Entonces, ve que alguien la llama y le hace señales: es su reflejo, que la invita a seguirla. Alicia sale corriendo, diciendo en voz alta que nunca será "una muñeca, una estatua desgraciada que no puede moverse". Mientras la Reina Blanca-madre y la Reina Roja-madrastra le ordenan que vuelva, Alicia tira el centro y la corona, se saca los zapatos de tacón, se quita el vestido rosa, se limpia el maquillaje con la mano y se suelta el pelo. Sonriendo por fin, se coge de la mano de su reflejo, y juntas corren por un sendero en espiral. Regresan a la habitación por donde entró y, solo con un gesto de cabeza, la otra Alicia la anima a volver. 



Alicia se sitúa de espaldas frente al espejo de la puerta del armario y se deja caer hacia atrás. De vuelta en su propia habitación, Alicia exclama: "¡Por fin me he convertido en mí misma!" y sale alegremente del cuarto tras echar una última mirada al espejo. Durante los breves créditos finales, vemos de nuevo los juguetes y las fotos familiares de Alicia, y a su lazo del pelo, que se ha convertido en una mariposa, y se choca un par de veces en el espejo desde el otro lado, antes de salir también de la habitación. 



Este cortometraje tiene la misma premisa que la película de Nick Willing de 1999: Alicia huye de su casa porque su familia la presiona para que haga algo que no quiere, y en el viaje encuentra la confianza que le permite volver a su mundo con independencia y seguridad. Sus encuentros con los personajes del País del Espejo son muy breves, pero todos hacen un comentario sobre la situación de Alicia: hablan de acatar la autoridad, de crecer, de elegir, de creer en uno mismo, y de distinguir lo atractivo de lo importante. Las voces de los personajes, que resuenan en su cabeza como antes las de sus padres y la pareja de su padre, le hacen replantearse continuamente quién es y qué quiere llegar a ser.


El mensaje de la película, obviamente dirigida a un público preadolescente, se deja bastante claro. Después de huir de un hogar familiar pero incómodo, Alicia cree que el ser Reina le permitirá tomar sus propias decisiones y sentirse bien "en su piel", pero cuando se da cuenta de que en realidad va a representar un papel inútil y decorativo que los demás han preparado para ella, renuncia a las expectativas ajenas. Las metáforas visuales de quitarse adornos y ropas recargadas hasta quedarse descalza y con el pelo suelto, y encontrarse consigo misma (literalmente) son obvias, pero eficaces. La historia invita a los jóvenes a conocerse mejor y decidir lo que quieren hacer sin dejar que la familia les imponga sus propios deseos ni viva a través de ellos. 


Sin embargo, el que hayan decidido crear un marco narrativo para esta adaptación hace que al final tengamos muchas preguntas sobre la situación de esta Alicia y su familia. La secuencia en que se exponen  sus recuerdos se acompaña de fotos que la niña tiene en el corcho de su habitación; algunas son normales (como su padre levantándola en volandas cuando era más pequeña), pero otras son absurdas. Hay una foto de ella y la nueva novia de su padre mirándose de reojo con evidente disgusto. Hay una serie de cuatro imágenes de fotomatón en que está con su madre; en la primera las dos posan sonriendo, pero en las siguientes Alicia se aparta de su madre con gesto decepcionado (se da a entender que le ha dicho lo del concurso de belleza); y sin embargo las cuatro están allí. La más incomprensible, sin embargo, es la primera que se ve, en la que sus padres la han llevado al bosque para decirle que van a divorciarse. ¿Qué niña tendría en el corcho de su habitación la foto del momento en que sus padres le comunican su divorcio? Es más, ¿quién hizo la foto??


"No, no, quédatela tú". "No, ¡te la quedas tú!"

La película tampoco analiza el hecho de que el padre de Alicia tiene como nueva pareja una mujer que desprecia a la niña de manera manifiesta, ni su opinión acerca del concurso de belleza. Es interesante, a ese respecto, la escena en que el Caballero Blanco ahuyenta al Caballero Rojo, con el que la ella estaba muy dispuesta a marcharse: el padre está espantando al guaperas que conquista a las jovencitas con una sonrisa, defendiendo a su hija de los hombres poco serios. Su alter ego del Espejo se muestra afectuoso y protector con Alicia; sin embargo, no sabemos si el padre real es consciente siquiera de que su nueva pareja le exige a Alicia que le obedezca y le dice que nunca será nada, como una auténtica madrastra repelente de cuento. Ya que la película se ha molestado en crear un trasfondo para que Alicia huya al Mundo del Espejo en vez de simplemente caer o soñar, ¿por qué no lo ha hecho un poco mejor? 


En serio, ¿qué niña colgaría esta foto en su cuarto?

En el apartado técnico, la película es correcta. La animación de principios de los 2000, sin ser espectacular, resulta suave y fluida, y los colores ya no son tan chillones como solían serlo en los 90; el efecto de las letras en el Hombre de Periódico, aunque sale poco, está muy bien logrado. El que todos las construcciones del Mundo del Espejo (la tienda de la Reina Blanca-Oveja, el muro de Humpty Dumpty, la sala de fiestas y el trono) estén hechas de las propias casillas del tablero de ajedrez es una muy buena idea que aporta continuidad y solidez al escenario, y que en una película de mayor extensión habría dado muy buen resultado. 



Es esta una animación prácticamente desconocida. No tiene ficha en Internet Movie DataBase (solo se menciona su título como parte de Les grands textes de l'enfance) y no la he visto comentada más que en una vídeo reseña de YouTube. Aparentemente, llegó a emitirse en la televisión rusa, y existe también un doblaje al inglés, pero la fuente no se ha localizado. Se publicó en DVD el mismo año de su emisión por televisión, en una edición doble con Le Proverbe (adaptado del cuento de Marcel Aymé, y que fue el episodio anterior en la serie), pero no tiene más opciones de idioma que el original, y no parece haberse editado en otros países. Y es una lástima que la idea no se desarrollara más. Podría haberse hecho un largometraje para televisión, o una serie, incluso de pocos capítulos, que explorara más el Mundo del Espejo y sus habitantes, y los conflictos de Alicia con su familia. El planteamiento, aun siendo poco original, habría dado más de sí, y la animación estaba a la altura.


Además del DVD, que es fácil y barato de conseguir en diferentes tiendas de Internet, se puede ver en YouTube, en su versión original en francés, o en una versión mixta de la serie emitida por el canal ruso con el audio inglés.


Fuentes: 


Alexandre Révérend, página oficial del artista.


Alice de l'autre côté du miroir, versión original subida por Nestor B.


Alice de l'autre côté du miroir, versión montada y subida por Phantomwise, quien ofrece algo más de información sobre quienes localizaron las diferentes versiones.


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