8 de agosto de 2024

El Gato de Cheshire (segunda parte).

 



Esta es la segunda parte de un artículo dividido en tres. La primera trata sobre los orígenes del personaje; esta, sobre sus principales representaciones e interpretaciones; y la tercera, sobre sus versiones modernas y su legado en la actualidad. 


El primer ilustrador de Alicia en el País de las Maravillas, como es bien sabido, fue John Tenniel (1820- 1914). Aunque cuando, en enero de 1864, Lewis Carroll comenzó a buscar un ilustrador profesional para su libro, Tenniel era más conocido por sus viñetas políticas en la revista satírica Punch, desde 1846 había ilustrado abundantes libros de cuentos y poemas, solo o en colaboración con otros autores. Carroll le encargó en principio doce ilustraciones; a lo largo del año, satisfecho con el trabajo de Tenniel y consciente de que las ilustraciones aumentarían el valor de venta y el éxito del libro, fue aumentando el número hasta que acabaron siendo cuarenta y dos. El Gato de Cheshire aparece en cuatro de ellas: en la de la cocina de la Duquesa, en la del árbol desde el que conversa con Alicia, desapareciendo en la rama, y flotando sobre las cabezas de la comitiva real en la partida de croquet de la Reina de Corazones.







Aunque no se sabe si Tenniel utilizó algún gato doméstico en particular como modelo del sonriente Gato de Cheshire, lo que sí se observa es que lo dibujó como un gato británico de pelo corto, una raza muy común en el Reino Unido. En la versión Alicia para los pequeños, en que el propio Tenniel coloreó los dibujos, lo pintó de color marrón, con parte de la cara, la barbilla y la parte inferior de la cabeza blancas, un patrón de color habitual en los gatos de esta raza. 


Ilustración coloreada de 
Alicia para los pequeños, 1889. 

Gato británico de pelo corto en la actualidad.


Aparte de la versión de Tenniel, el Gato de Cheshire más popular y reconocible es, indudablemente, el de la película de Disney de 1951, muy característico por sus grandes franjas magenta y púrpura, sus ojos amarillos, su propensión a separar la cabeza del cuerpo, y su actitud alterna entre soñolienta y frenética. Los diseños originales del Gato de Cheshire fueron de Mary Blair, y se mantuvieron iguales en cuanto a tamaño, forma y colores; solo se le hicieron unos pocos cambios, como redondearle los ojos y añadirle mechones de pelo en los costados de la cara y en las cejas.





Dado que el Gato de Cheshire es uno de los personajes emblemáticos de Alicia en el País de las Maravillas, los autores que ilustran este libro siempre lo incluyen, sea en una sola ilustración, o en todas las escenas en las que aparece. La mayoría optan por un gato doméstico al que otorgan su característica sonrisa y habilidad de desaparición, mientras que otros prefieren destacar el lado malicioso, cuando no siniestro, de su carácter. En este segundo caso, lo normal es que lo dibujen más parecido a un gato salvaje o un lince, delgado, desaliñado, y con una sonrisa algo inquietante. Aquí vemos ejemplos de diferentes interpretaciones:


René Cloke, 1944.

Roberta Paflin, 1955.


Helen Oxenbury, 1999.

Arthur Rackham, 1907.

Mervyn Peake, 1954.


En el siguiente artículo veremos cómo el Gato de Cheshire ha sido representado en la pequeña y en la gran pantalla, y cómo sigue apareciendo en la actualidad. 


Fuentes:





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