Arte conceptual para la película Alicia en el País de las Maravillas
de Norman Z.McLeod (1933).
Humpty Dumpty (Tentetieso en la traducción de Ramón Buckley, Humpe Dante en la de Andrés Ehrenhaus, y Zanco Panco en otras versiones) es un personaje que Lewis Carroll adoptó y desarrolló a partir de una rima infantil, y protagoniza el capítulo homónimo de A través del espejo, y lo que Alicia vio al otro lado (1871).
En la cultura popular inglesa, Humpty Dumpty es conocido por un poema de solo cuatro líneas: en la primera se indica que estaba sentado en un muro; en la segunda, que sufrió una gran caída; en la tercera, que acudieron muchos en su ayuda (hay variaciones); y en la cuarta, que nadie fue capaz de recomponerlo. La versión más antigua conocida aparece en el libro Juvenile amusements, publicado en 1797 por Samuel Arnold, y menciona a "cuatro veintenas de hombres, y cuatro veintenas más":
Humpty Dumpty sat on a wall,
Humpty Dumpty had a great fall.
Four-score Men and Four-score more,
Could not make Humpty Dumpty where he was before.
En 1842, el folclorista James Orchard Halliwell publicó en The Nursery Rhymes of England una versión bastante distinta, en que Humpty Dumpty no está sentado en un muro sino tumbado en un arroyo, "con todos sus nervios alrededor del cuello", y que "cuarenta doctores y cuarenta constructores" no pudieron "ponerlo bien":
Humpty Dumpty lay in a beck.
With all his sinews around his neck;
Forty Doctors and forty wrights
Couldn't put Humpty Dumpty to rights!
La versión que se canta desde mediados del s. XIX y hasta la actualidad es la recogida en 1870 por James William Elliott, en su libro Mother Goose's Nursery Rhymes and Nursery Songs Set to Music, que parte de la de Samuel Arnold, modifica el tercer verso a "todos los caballeros y todos los hombres de infantería del rey", e incluye también la partitura para la melodía. Pero en ninguna de estas tres versiones se dice quién o qué es Humpty Dumpty, y de hecho Elliott lo dibuja como un hombrecillo... con cierto aspecto ovoide.
James William Elliott (1870).
Existen varias teorías sobre "el verdadero" Humpty Dumpty que se basan en diferentes hechos históricos. Una se remonta a 1648, durante la Segunda Guerra Civil de Inglaterra (entre parlamentarios y realistas), y lo ubica en el sitio y la toma de Colchester. Esta ciudad de Colchester, del bando realista, estaba bajo asedio, y tenía en sus muros un cañón llamado Humpty Dumpty, manejado por un tal Jack Thompson. El cañón y su artillero causaron grandes daños en las tropas parlamentarias que sitiaban la ciudad, pero Humpty Dumpty acabó cayendo del muro (que tal vez fuera bombardeado desde el exterior con ese propósito) y, debido a su tamaño y su peso, parece poco probable que lograran volverlo a montar. Eventualmente, la ciudad de Colchester se rindió por hambre, y abrió sus puertas a condición de que no se la sometiera a saqueo.
Christian Sell (circa 1870).
En 1956, un prominente historiador llamado David Daube publicó un artículo que sugería un origen muy similar, en que Humpty Dumpty también sería una pieza de armamento de la Guerra Civil. Según Daube, no se trataría de un cañón, sino de un ariete-tortuga, una construcción en forma de pirámide usada para atacar fortalezas, que se habría empleado, sin éxito, en el asedio de Gloucester de 1643. Daube no relacionaba el nombre de este ariete con la canción infantil, y aunque su artículo en principio fue muy comentado y celebrado, pronto otros investigadores declararon que no tenía ninguna base histórica, y acabó considerándose falso.
Una tercera teoría lleva el nombre de Humpty Dumpty más lejos aún en la historia de Inglaterra, al sostener que se refería al rey Ricardo III (1452- 85), a quien Shakespeare, en la tragedia que lleva su nombre, retrató como deforme de cuerpo y perverso de corazón. El apodo "Humpty" se referiría a la joroba, hump, que tenía el monarca. Esta versión de Humpty Dumpty sitúa al rey en la batalla de Bosworth, el 4 de agosto de 1485, durante la cual se caería de su caballo (como inmortalizó, precisamente, la obra de Shakespeare) y sus hombres no lograrían volver a subirlo (en efecto, Ricardo III murió en esta batalla, se cree que de un alabardazo en el cráneo). Esta teoría parece aún menos probable que las anteriores: por una parte, muchos investigadores califican la imagen que dio el bardo de Avon como exagerada, y aseguran que el rey, aunque históricamente padeció escoliosis, no estaba jorobado; y por otra parte, aunque lo hubiera estado, la palabra hump o hunch para referirse a una joroba no aparecería en el idioma inglés hasta varios siglos más tarde.
Estas posibles explicaciones, aunque interesantes, no son más que especulación sin ninguna evidencia. De lo que sí hay registros es de la existencia del sobrenombre “Humpty Dumpty”, en el siglo XVIII, para referirse a personas bajitas y torpes. Lo más probable es que la rima fuera concebida desde el principio como una adivinanza para niños, en que la inestabilidad y fragilidad del personaje sugerirían que se trataba de un huevo.
Lewis Carroll logra convertir este infortunado personaje de tan breve historia en uno de los individuos más memorables del Mundo del Espejo. Es posible que, tratándose Humpty Dumpty de un experto en semiología y semiótica, y con un comportamiento tan arrogante y fatuo, estuviera inspirado en varias personas reales del entorno de Carroll; no en un individuo concreto, como otros de sus personajes, sino en un conjunto de profesores y colegas de la misma laya. Desde el principio destaca su carácter irascible y pomposo, cuando se enfada y riñe a Alicia porque se le ha escapado en voz alta que parece un huevo. Alicia se disculpa, y Humpty se muestra magnánimo al permitirle que le estreche la mano.
John Tenniel (1871).
Aunque no soporta que lo comparen con uno, Humpty Dumpty está muy pagado de su particular estructura ovoide ("¡Una forma bien bonita!") y hasta dice que su nombre hace alusión, precisamente, a su figura. Alicia la encuentra algo problemática: se pregunta para sí misma qué sucedería si Humpty Dumpty sonriera tanto que los dos extremos de su boca se juntaran en la parte posterior de su cabeza, y hace que se enfade más aún cuando intenta decir algo bonito sobre una cinta de tela que lo rodea, pero no sabe si es una corbata o un cinturón (es una corbata).
John Vernon Lord (2011).
El mencionar esta prenda llevará a dos de los temas favoritos de Humpty Dumpty, uno de los cuales ha pasado a la cultura popular: su amistad con el Rey Rojo (quien enviará a todos sus caballeros y toda su infantería si él cayese del muro), y los incumpleaños o no-cumpleaños (o "cumpledías" según Ramón Buckley). Humpty Dumpty aclara que su corbata fue un regalo del Rey Rojo por su no-cumpleaños, y le explica el concepto a Alicia: todos los días que no son el cumpleaños de uno (364 días en un año no bisiesto) son días de no-cumpleaños, en los que, por lo menos en el Mundo del Espejo, también se reciben regalos. Carroll aprovecha para satirizar la incompetencia matemática de los lingüistas de Oxford, al hacer que Alicia deba realizar por escrito la resta de 365 menos 1 para que Humpty se convenza de cuántos días al año son no-cumpleaños. Alicia dice que prefiere los regalos de cumpleaños (pensando, quizá, en la abrumadora cantidad de regalos que ella debería hacer, a su vez, si celebrara los no-cumpleaños), y Humpty le contesta que es mucho mejor tener 364 regalos de no-cumpleaños frente a un solo regalo de cumpleaños, añadiendo al final "¡Te has cubierto de gloria!".
Milo Winter (1916).
Alicia no entiende el porqué de este último comentario, y Humpty le explica que quiere decir: "Ese argumento te ha dejado aplastada". Cuando la niña insiste en que "cubrirse de gloria" no significa para nada "usar un argumento aplastante" comienza uno de los segmentos más interesantes de la conversación entre Humpty y Alicia: el nominalismo en la semántica. Las palabras que designan objetos son completamente arbitrarias; no guardan ninguna relación con el objeto al que se refieren. Cualquiera que emplee palabras puede, por tanto, utilizarlas para referirse a cualquier cosa, y de ahí que si Humpty quiere que "cubrirse de gloria" signifique "un argumento aplastante", puede hacer que así sea, ya que no existe ninguna relación indisociable entre concepto y palabra. Del mismo modo, Humpty usa la palabra "impenetrabilidad" para cambiar de tema, pues, para él, esta palabra significa: "ya hemos hablado bastante de eso, y estaría bien que me dijeras qué tienes intención de hacer a continuación, ya que supongo que no piensas quedarte aquí parada el resto de tu vida". Descubrimos, de paso, que Humpty paga a las palabras para que signifiquen lo que él quiere, y que significar algo tan largo supone una paga extra. Por desgracia, Alicia no se atreve a preguntar con qué paga Humpty a las palabras, de modo que nos quedaremos sin saberlo. Esta cercanía con las palabras anima a Alicia a preguntarle al semiólogo por el poema "Jabberwocky" que leyó en la Casa del Espejo, y del que apenas entendió nada. Como podemos ver en este artículo, Humpty tiene a bien explicarle las palabras desconocidas de la primera estrofa - en especial, de las criaturas del bosque a las que alude - y él mismo admite que se trata de "cosas difíciles".
John Tenniel (1871)
No se priva, a continuación, de recitarle él mismo un poema, que dice haber escrito especialmente para ella. A Alicia no le apetece en absoluto escuchar más poesía, pero piensa que no puede negarse si el poema le está dedicado. Este poema no recibe un título en el libro, pero normalmente se le alude como "El mensaje a los peces", ya que trata de que el narrador le ordena varias veces a un mensajero que le lleve un recado a los peces, los cuales ponen excusas para no cumplir sus órdenes y acaban acostándose a dormir.
Peter Newell (1902)
Ni la naturaleza del mensaje ni las pegas que encuentran los peces llegan a quedar claras, y Humpty Dumpty interrumpe el poema sin acabarlo y se despide de Alicia de modo brusco, tendiéndole dos dedos (como hacían los aristócratas al tratar con un inferior) y diciéndole que no cree que la reconozca si vuelven a encontrarse, dado lo anodino de la forma y aspecto de su cara. Alicia se marcha a través del bosque, y refunfuña para sí misma que "de todos los insoportables que ha conocido...", pero interrumpe sus pensamientos un gran estrépito a sus espaldas, seguido - ya en el siguiente capítulo - por una marabunta de hombres de infantería y caballeros, que corren atropelladamente hacia donde ella acaba de dejar a Humpty Dumpty. No queda duda alguna de que la canción popular se ha cumplido al pie de la letra.
Ralph Steadman (1973)
Antes del libro de Carroll, Humpty Dumpty ya era, como hemos visto, un personaje conocido en los países de habla inglesa, y no solamente en los europeos. En Estados Unidos existía una pantomima - una pequeña obra de teatro musical - protagonizada por este personaje, que se permaneció en cartelera en Broadway entre 1868 y 1869, con más de 480 representaciones; en el Reino Unido e Irlanda, las obras en que aparece son incontables. Su presencia en A través del espejo lo consolidó como un personaje conocido y popular, pero además lo sacó de las fronteras. Las traducciones del libro permitieron que lectores de todo el mundo se familiarizaran con él y con su historia: es un personaje que siempre es ilustrado en cualquier versión del libro, y suele aparecer en las películas de los libros de Alicia, tanto en las pocas que únicamente adaptan A través del espejo, como en las versiones de Alicia en el País de las Maravillas que incluyen elementos del mundo del espejo, como la de Norman Z. McLeod de 1933 (interpretado por W.C. Fields) o la de Harry Harris de 1985 (interpretado por Jonathan Winters).
En 1983, apareció en un anuncio de una popular marca de huevos de chocolate, que hubo de ser retirado de la televisión por asustar al público al que iba destinado. También se ha utilizado en innumerables viñetas satíricas como parodia del personaje arrogante y pomposo del momento, desde los tiempos victorianos hasta la actualidad.
Humpty Trumpty en plena campaña electoral.©David Horsey, Los Angeles Times, 2016.
Y, a pesar de sus pocas aptitudes científicas, Humpty Dumpty se usa también como ejemplo de la segunda ley de la termodinámica, la que, grosso modo, establece la irreversibilidad de los fenómenos físicos: después de caer del muro, nadie puede volverlo a poner como estaba.
Marcine Dillon (2010).
Lewis Carroll, tan contrario a las moralejas en los cuentos infantiles, no hace que su protagonista saque ninguna enseñanza vital de su encuentro con Humpty Dumpty. Nosotros, sin embargo, podemos concluir varias cosas: que sentado seguro, no te caes del muro; que tener amigos poderosos e influyentes no es una garantía absoluta de tu bienestar; y que estar en un lugar elevado no te da derecho a mirar a los demás como inferiores. Y es muy probable que, de todos los insoportables que hemos conocido, siempre haya uno que se parezca a Humpty Dumpty más que el resto.
Fuentes:
CARROLL, Lewis. Through the Looking Glass, and what Alice found there, Penguin Books, Londres, 1984.
- BUCKLEY, Ramón (trad.); GARRIDO, Ramón (ed.). Alicia en el País de las Maravillas. A través del espejo, Cátedra, Madrid, 2001.
- GARDNER, Martin (ed.). The Annotated Alice, Penguin, Londres, 2001.- GONZÁLEZ ÁLVARO, Juan (int.), Ana-Emilia (trad. prosa), PASCUAL, Emilio (trad.verso). A través del espejo, y lo que Alicia encontró al otro lado, Ediciones Gaviota, Madrid, 1990.
CARTWRIGHT, Mark. "Artillery in the English Civil Wars", en World History Encyclopedia, 21 de enero de 2022.
John Vernon Lord, blog oficial del artista.
LITTLECHILD, Chris. "The Egg-citing Truth Behind Humpty Dumpty", en Ripley's, 4 de julio de 2019.
Ralph Steadman Art Collection, página oficial del artista.
UPTON, Emily. "The Origin of Humpty Dumpty", en Today I Found Out, 24 de abril de 2013.
Wikipedia.
Er webo malo. Lo vi en la peli esa del Banderas con bigote.
ResponderEliminarSolo he visto una película del Gato con Botas, y creo que no salía Humpty Dumpty. ¿Se parece al de los libros de Alicia?
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