31 de octubre de 2020

American McGee's Alice (2000)

                          

 



 

Cuando fue estrenada en 2010, la versión de Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton dio mucho que hablar por su ambientación "oscura" y el giro "siniestro" que daba a las disparatadas aventuras inventadas por Carroll. Pero, al convertir el sueño de Alicia en una pesadilla, no fue, para nada, ni el primero ni el mejor. Diez años antes, una Alicia adulta ya había vuelto a un País de las Maravillas convertido en un infierno por la tiranía de la Reina de Corazones, y se había aliado con sus antiguos amigos para intentar rescatarlos de un horror sin nombre y recuperar su propia cordura. Era el videojuego American McGee's Alice, y se anticipó al goticismo descafeinado de "Burton conoce a Disney y se hacen amigos" con un País de las Maravillas extremadamente macabro, violento y dantesco. 



 
¿Te echo una mano?


American James McGee nació en Dallas en 1973. Hijo de una madre soltera que cambiaba continuamente de novio, tuvo una infancia difícil,  y vio a su padre una sola vez, a los trece años. Su madre vendió su casa y todo lo que contenía para pagar la operación de cambio de sexo de su última pareja y abandonó a su hijo literalmente en la calle, por lo que McGee tuvo que dejar los estudios a los dieciséis años y emplearse en cualquier trabajo que encontrara para sobrevivir. Más tarde, y para sorpresa de nadie, comentaría en entrevistas que su atípica infancia inspiró parte de lo angustioso de sus juegos. 


 
¿Quién dijo "trauma"?


A los
veintiún años comenzó a trabajar en id Software, para quienes desarrolló niveles y música en varios juegos de las series Quake y Doom. Fue despedido en 1998, lo que le provocó un sentimiento de "terror y libertad", pero no tardó en ser contratado por Electronic Arts y crear en solitario el juego de Alice (2000), aunque nunca estuvo muy de acuerdo con que llevara su propio nombre en el título. A pesar de las críticas favorables que recibió Alice, el propio McGee dejó Electronic Arts, en parte por solidaridad con el despido de un compañero, y en parte por la cancelación del lanzamiento del juego en la plataforma PlayStation 2. 


En 2002 fundó su propia compañía, Carbon6, que tuvo una corta vida, y fue lanzando juegos de modo independiente o en colaboración con otras; de esta época son Scrapland (2004) y Bad Day L.A (2006). Tras establecerse en Shangai en 2005, McGee fundó otra empresa, Spicy Horse, con la que desarrolló los juegos American McGee's Grimm (2007) y una secuela de su primer éxito, titulada Alice: Madness Returns (2011), al tiempo que trabajaba en juegos para teléfono móvil. En 2013 inició otros dos proyectos financiados a través de mecenazgo en Kickstarter: el juego American McGee's OZombie, que se canceló sin llegar a completarse por falta de fondos, y los cortos de animación por ordenador y en volumen Alice: Otherlands, cuya financiación sí se completó, y han ido publicándose en varias plataformas desde entonces. 


En 2016, McGee cerró Spicy Horse, y desde entonces vive la mayor parte del tiempo en el mar, navegando alrededor de la costa de Tailandia, y realizando videojuegos que financia a través de Patreon. En 2019 anunció que había comenzado a trabajar en un tercer juego de Alice, titulado Alice: Asylum, y que constituiría una precuela del primero. Su lanzamiento está previsto en 2021. 



American McGee's Alice vio la luz el 6 de octubre para PC, y el 20 de julio del año siguiente para MAC, acompañado por un expediente con el historial clínico de la protagonista.  Una anécdota interesante es que éste fue el primer juego de Electronic Arts que recibió la calificación "M" (mature), para un público adulto; el propio McGee expresó su preocupación de que los compradores solo lo miraran por encima y se lo dieran a niños pequeños, pensando que era una historia infantil. 

 

La portada original, en la que Alicia sostiene un cuchillo ensangrentado, fue censurada en ediciones posteriores, y se cambió el cuchillo - el arma inicial en el juego - por una varita de hielo o una baraja de cartas, que también se usan como armas pero tienen un aspecto inofensivo. En la edición de la banda sonora, un año más tarde, se mantuvo el cuchillo... completamente limpio de sangre, al igual que el delantal de Alicia.




McGee nos presenta a una Alicia adolescente que ha pasado los últimos diez años encerrada en un manicomio, después de que un incendio acabara con su familia. Sola, traumatizada por el síndrome del superviviente, en estado semicatatónico y con tendencias suicidas, la joven parece condenada a pasar el resto de su vida en el Rutledge Asylum, sometida a tratamientos tan sádicos como infructuosos.






Hasta que una noche, su muñeco del Conejo Blanco, lo único que la niña se llevó con ella al huir del incendio, cobra vida y la hace caer por un agujero al País de las Maravillas.





Al llegar al fondo, el Conejo, transformado - o deformado - en una versión demacrada del caballero victoriano con chaleco y reloj del primer sueño, sale corriendo sin hablarle a Alicia, pero ésta no tarda en encontrarse con un Gato de Cheshire esquelético que le da la bienvenida. Alicia comenta el que el Gato está "mucho más delgado" que la última vez que lo vio, pero, por lo demás, no parece sorprenderse lo más mínimo de encontrarse en el País de las Maravillas, lo que sugiere que ha sido su refugio durante los diez años en que las psicosis han ido devorándola.



El Gato de Cheshire pone a Alicia en situación: el País de las Maravillas ha caído bajo la dictadura de la Reina de Corazones, y se ha convertido en una tierra de pesadilla donde los opositores a la Reina son ejecutados de modo sumario, y los demás enloquecen hasta el punto de matarse unos a otros. El Conejo Blanco ha prometido a todos que Alicia será su salvadora, y por ello la ha traído de vuelta a su mundo. Al mismo tiempo, el Gato realiza un tutorial de controles y funcionamiento: se trata de un juego de acción en tercera persona, en que hay que equipar un arma, combatir cuerpo a cuerpo y saltar plataformas, y la resistencia se mide con las barras de "meta-esencia" y "cordura". Los golpes recibidos, las caídas y cualquier tipo de herida hacen perder ambas, y Alicia ha de ir recuperándolas... aniquilando a sus enemigos.



Que le corten la cabeza.



Los primeros pasos de Alicia en este desquiciado mundo son reminiscentes de su aventura original: va siguiendo al Conejo Blanco,  y debe reducirse de tamaño para atravesar alguna puerta. A lo largo del camino encuentra a muchos de sus viejos amigos... pero no todos sobreviven a la corrupción de este país de pesadillas. La Duquesa se ha vuelto caníbal, y el Sombrerero realiza experimentos abominables con las criaturas que tienen la desgracia de sentarse a su mesa.




Pronto Alicia descubrirá, como parecía anunciado desde el principio, que la única manera de salvar el País de las Maravillas es destruyendo a la Reina de Corazones. Pero puede que no sea algo tan evidente como ir y matar al malo. No debemos olvidar que las aventuras de Alicia son un sueño, y ya no es el sueño de una niña alegre e imaginativa, sino el de una adolescente torturada por la culpabilidad y el deseo de acabar con su propia vida. ¿Y si el una vez hermoso y divertido País de las Maravillas ha ido degenerando al mismo tiempo que la psicótica mente de la persona que lo sueña? ¿Y si la Reina de Corazones es una manifestación espantosa del trastorno mental de Alicia, y son su dolor y su culpa los que ha convertido su lugar de ensueño en un infierno? 


 
El Jabberwocky y sus bofetadas emocionales.


Conforme la joven se adentra en un mundo que combina elementos de los principales libros de Carroll (Alicia en el País de las Maravillas, A través del espejo y La caza del snark) y de la sórdida realidad que vive en el manicomio, se hace evidente que el destino del País de las Maravillas y el de Alicia son el mismo: se salvarán juntos, o juntos se sumirán para siempre en la locura.
 
 
Una partida que no puede acabar en tablas.

 
American McGee's Alice recibió críticas positivas por la ambientación y el apartado gráfico. Si bien el sistema de juego no ofrecía tantas opciones como otros juegos de acción en tercera persona o supervivencia (un solo personaje que se puede controlar, un número reducido de movimientos y de armas, un recorrido lineal sin posibilidad de exploración...), la atmósfera inmersiva y la elección de convertir unos personajes infantiles en monstruos grotescos para representar la locura y el trauma causaron una impresión duradera. 


El Conejo Blanco al que no apetece seguir.


Uno de los aspectos más celebrados del juego fue su banda sonora, que potenciaba los elementos terroríficos de la historia y su ambiente lúgubre. Fue compuesta por Chris Vrenna, conocido por su colaboración en las bandas de rock Tweaker, Nine Inch Tails y Marilyn Mason. Después de las buenas críticas que obtuvo con Alice, compuso también la música de los juegoEnter the Matrix (2003), Area 51 y Need for Speed: Most Wanted (ambos de 2005), Sonic the Hedgehog (2006, aunque para los fans del erizo este juego nunca ha existido), y por supuesto Alice: Madness Returns. 



Un reencuentro para celebrar.


La buena acogida condujo a su lanzamiento en otras plataformas, y a las ya mencionadas secuela (Alice: Madness Returns en 2011), y precuela (Alice: Asylum, actualmente en desarrollo), además de los dos cortometrajes de Alice: Otherlands


Arte conceptual para Alice: Otherlands.


Hubo también un proyecto para una adaptación cinematográfica: a finales del año 2000, apenas unos meses después de su lanzamiento, el director especializado en películas de terror Wes Craven (La última casa a la izquierdaLas colinas tienen ojosPesadilla en Elm Street o Scream, entre muchas otras) firmó para dirigir la adaptación. Sin embargo, después de muchos cambios de guionistas, y compras y cesiones de los derechos de una productora a otra, el desarrollo quedó estancado. En 2015, en una actualización del Kickstarter en que recauda fondos para Alice: Otherlands, McGee declaró que "las negociaciones para la película están mudas", y no ha habido novedades al respecto desde entonces. 


Hmmmmmm.



La interpretación de McGee de los cuentos de hadas que se convierten muy pronto en cuentos de terror - tengamos presente que también realizó juegos sobre  los Cuentos de Grimm y El mago de Oz, aunque el primero  no fue tan popular como el de Alicia, y el segundo no llegó a completarse - no es, evidentemente, del gusto de todos los aficionados. Hay seguidores de Alicia que descartan por completo las revisiones "oscuras", ya que consideran que destruyen el espíritu de los libros originales, pensados para niños. Otros, habida cuenta que el propio Carroll incluyó varias referencias macabras en los libros, y que Alicia llora y siente miedo en numerosas ocasiones, entienden que hay un tono de temor y angustia que se puede desarrollar de modo legítimo. Depende de cada uno dónde poner el listón: se puede tolerar la siniestra originalidad de Jan Švankmajer, pero rechazar la violencia y la sangre de este juego, o admirar las sombras de Tim Burton pero estremecerse ante las ilustraciones de David Hall. Personalmente, creo que nada define la trascendencia de una obra artística como su facultad de inspirar. Y en ese sentido, nos guste o no verla destripando enemigos, American McGee nos demuestra, una vez más, que Alicia es eterna.



Alice pose
La chica de tus sueños.


Fuentes: 


BARKAN, Jonathan. "Chris Vrenna revisits the American McGee's Alice Soundtrack", entrevista en Bloody Disgusting, 28 de octubre de 2012.


CAMPBELL, Gerard. "American McGee talks about Alice: Madness returns", entrevista en GameJunkieNZ [2.0], 26 de mayo de 2011.


"Leviathan" y "A Night at the Opera", los dos capítulos de Alice: Otherlands, subidos y  subtitulados en castellano por Giuly HDR.


Página oficial y blog de American McGee.


Tráiler oficial por Electronic Arts.

 

 

5 de octubre de 2020

Uno para ir, y otro para volver: el Sombrerero y la Liebre a través del espejo

 

 

La presente entrada es una traducción, revisión y ampliación de un artículo que escribí en 2014, durante un curso de literatura fantástica y de ciencia ficción. El breve texto original, en inglés, puede leerse aquí.

 

En el artículo comentaba cómo los personajes del Sombrerero y la Liebre de Marzo, muy populares en Alicia en el País de las Maravillas, repitieron su aparición como mensajeros del Rey Blanco en A través del espejo, llamados respectivamente Hatta (pronunciación de hatter, "sombrerero") y Haigha (deformación de la pronunciación de hare, "liebre"). Las normas del curso limitaban la extensión de los artículos a poco más de trescientas palabras, e incluso después de resumirlo todo lo que pude, hube de suprimir las referencias. No guardé más que la última versión antes del recorte final, pero ahora puedo analizar el tema y no solo mencionarlo. 

 

El Sombrerero y la Liebre de Marzo, que con el Lirón protagonizan el celebérrimo episodio VII, "Una merienda loca", tienen un breve cameo en A través del espejo, en calidad de mensajeros del Rey Blanco, y bajo los pseudónimos - ¿o sus verdaderos nombres? - de Hatta y Haigha. Su aparición suscita muchas preguntas. ¿Qué hacen estos dos habitantes del País de las Maravillas en el Mundo del Espejo? ¿Cómo es que Alicia no reconoce a dos personajes que le parecieron tan irritantes? Y, quizá la más importante, ¿son realmente el Sombrerero y la Liebre? 


Por una vez, no seguiremos las instrucciones del Rey de Corazones ("comienza por el comienzo") y estudiaremos en primer lugar la última pregunta. ¿Son Hatta y Haigha el Sombrerero y la Liebre? En el capítulo VII de A través del espejo, "El León y el Unicornio", Alicia se encuentra en primer lugar con Haigha, que viene "dando saltos, contorsionándose como una anguila, y extendiendo sus grandes manos a ambos lados como si fueran abanicos". El Rey Blanco indica que sus ademanes se deben a que "es un mensajero anglosajón", y lo presenta como Haigha. Éste llega sin resuello, haciendo girar los ojos, y sus "actitudes anglosajonas" se incrementan a cada momento, hasta el punto en que el rey se alarma y le pide a su agitado mensajero que le dé un emparedado de jamón, lo que éste hace al punto. El rey devora el bocadillo y le pide otro, a lo que Haigha, ya recuperado el aliento, le contesta que solo quedan sándwiches de heno. El Rey no tiene problema con ello; se zampa el pan con heno (no olvidemos que, en el Mundo del Espejo, los alimentos secos quitan la sed), y hasta le comenta a Alicia que no hay nada como el heno cuando uno se siente desmayar. A continuación, Heigha le comunica al Rey, gritándole al oído, que "ya están otra vez", y el Rey sale corriendo, seguido de Alicia y de Haigha, para detener la pelea entre el León y el Unicornio. 




Hay varias teorías acerca de la correspondencia entre los ademanes de Haigha y el hecho de que sea anglosajón. Harry Morgan Ayres, en su libro Carroll's Alice, sugiere que Carroll podría haber aprovechado la similitud de la pronunciación de hare con el apellido de Daniel Henry Haigh (1819- 1879), un reconocido filólogo experto en runas sajonas, y autor de dos tratados sobre el pueblo sajón. Por su parte, Roger Green, en un artículo del número de otoño de 1971 de la revista Jabberwocky, llama la atención sobre la entrada del diario de Carroll del 5 de diciembre de 1863, en que asistió a una obra de teatro que incluía una pieza cómica llamada "Alfredo el Grande". Green especula que la ambientación anglosajona de ese número, junto con el vestuario y la gesticulación de los actores, podrían haber gustado a Carroll hasta el punto de reproducirlos en una de sus obras. No olvidemos, además, que el motivo comúnmente atribuido a que la Liebre esté "loca" en marzo es porque, en su época de apareamiento, los machos de esta especie dan brincos desordenados e irregulares, lo que concuerda con el frenético movimiento de Haigha mientras se acerca corriendo a entregar su mensaje. 


John Tenniel, que ilustró A través del espejo como había ilustrado Alicia en el País de las Maravillas, no pareció dudar que Haigha era el mismo personaje que la Liebre de Marzo. Aunque hay algunas diferencias en su fisonomía (sus rasgos leporinos están suavizados, con un morro menos prominente y unos ojos más pequeños), el cambio más significativo es el de su vestuario, que ya no es el elegante traje de chaqué victoriano, sino una túnica y unas calzas, con un gorro que cubre sus orejas.




Después de correr un buen rato, el trío divisa una multitud, en medio de la cual están luchando el León y el Unicornio, y se acercan al otro mensajero del Rey, Hatta, para preguntarle cómo va la pelea. Es la primera vez que Alicia ve a Hatta, pero ya ha oído hablar de él: en el capítulo V, mientras le explica el funcionamiento del tiempo en el Mundo del Espejo, la Reina Blanca ya le ha dicho que Hatta está en prisión, cumpliendo una condena, antes de un juicio que tiene que celebrarse el próximo miércoles, por un delito que aún no ha cometido. Cuando Alicia inquiere qué sucedería si nunca llega a cometer el delito, la Reina solo contesta: "¡Tanto mejor!".




Hatta está tomando té y pan con mantequilla, y Haigha informa a Alicia de que acaba de salir (¿o de no entrar?) de la prisión, y que no había terminado de tomar su té cuando fue detenido. Haigha se muestra afectuoso con su compañero, pasándole el brazo por los hombros y llamándolo "querido niño" mientras le pregunta cómo lo ha pasado en la cárcel (aunque se impacienta enseguida ante la falta de respuesta de Hatta, que está tragando un bocado). Cuando Hatta puede hablar, contesta a la pregunta del Rey sobre cómo va la lucha, y dice que cada uno de los contendientes ha sido derribado unas ochenta y siete veces. El Rey ordena una pausa de diez minutos para refrescarse, y Hatta y Haigha traen bandejas con pan blanco e integral (que Alicia prueba y, no sorprendentemente, encuentra muy seco). Viendo que el León y el Unicornio están demasiado cansados para seguir luchando, el Rey decide dar la jornada por terminada, y ordena a Hatta que avise de que toquen los tambores. Hatta se marcha botando "como un saltamontes", y Alicia, que se convierte en el centro de atención del León y del Unicornio, ya no vuelve a hablar con los mensajeros anglosajones. 


Al igual que Haigha es la Liebre, Hatta es sin ningún lugar a dudas el Sombrerero, que también lleva un atuendo anglosajón, pero conserva su característico sombrero de copa con la etiqueta que indica"10/6"




No sabemos por qué delito - que quizá nunca cometa - ha sido encarcelado el Sombrerero. Recordamos que, en el País de las Maravillas, tenía la facultad de irritar tanto a la Reina de Corazones (que ordena decapitarlo dos veces) como a su consorte el Rey (que lo echa de la sala de juicio, ante su incapacidad de ofrecer un testimonio). Pero su encarcelamiento no parece haber afectado a su nuevo trabajo como mensajero del Rey Blanco, a su amistad con la Liebre, ni a su afición por el té y el pan con mantequilla. 


Philip Gough (1959)


Martin Gardner comenta brevemente que "es curioso que Alicia no reconozca a ninguno de sus dos viejos amigos". No es tan curioso, teniendo en cuenta que para la mayoría de personas los sueños se recuerdan vívidamente durante unos minutos poco después de despertar, pero luego se olvidan por completo. Alicia demostró recordar perfectamente su sueño anterior a la orilla del río, y se lo contó tan bien a su hermana que ella misma acabó imaginándose las voces y los sonidos del País de las Maravillas. Pero eso fue una tarde de primavera, hace meses, y su sueño tan curioso ha sido olvidado: no recuerda al Sombrerero y la Liebre del mismo modo que la áspera y mandona Reina Roja no le hace pensar en la Duquesa, ni le son familiares los encuentros con la realeza por haber conocido antes a los Reyes de Corazones. Y sin embargo, una parte de su sueño ha permanecido con ella, en su memoria, y puede volver en cualquier momento. Incluso dentro de otro sueño. Haigha y Hatta prueban que el País de las Maravillas sigue presente en la mente y en el corazón de Alicia, incluso si ella no se da cuenta.



Mervyn Peake (1954)




¿Cómo han llegado el Sombrerero y la Liebre a ser los mensajeros anglosajones del Rey Blanco? Sabemos, por lo que el mismo Sombrerero le explicó a Alicia, que su condena a estar tomando el té eternamente se debió a un malentendido provocado por la Reina de Corazones, quien, al oír cantar al Sombrerero, dijo que estaba "asesinando al tiempo" (el tiempo del compás). El Tiempo, resentido por la amenaza, lo atrapó para siempre a las seis en punto. Está claro que los amigos han conseguido escapar a ese bucle (o quizá el propio Tiempo, habiendo comprendido su error, los haya liberado de él). Aunque han dejado sus casas y la compañía del Lirón, que probablemente siga durmiendo en la tetera, siguen trabajando para la realeza, y llevan consigo sus bocadillos, tostadas con mantequilla y tazas de té. Muy apropiadamente, el Rey Blanco dice de sus mensajeros que necesita tener dos: "Uno para ir, y otro para volver". En efecto, van y vuelven entre los dos sueños de Alicia, y como ella, exploran otro mundo al tiempo que retienen un pedazo de su propia realidad. Van y vienen, y no se quedan atrás.



Hatta y Haigha cambian el té por una refrescante pinta en este anuncio de Guinness.
Anthony Groves-Raines (1948).



Fuentes:


CARROLL, Lewis; BUCKLEY, Ramón (trad.); GARRIDO, Ramón (ed.). Alicia en el País de las Maravillas. A través del espejo, Cátedra, Madrid, 2001. 


CARROLL, Lewis; GARDNER, Martin (ed.). The Annotated Alice, Penguin, Londres, 2001.


MORGAN AYRES, Harry. Carroll's Alice, Columbia University Press, Nueva York, 1936. 

 


4 de octubre de 2020

Wonderland Characters through the Looking- Glass

 

Haigha and Hatta, by Peter Newell (1902).


"Wonderland Characters through the Looking- Glass" was the title of a forcibly short article that I wrote, as a required end- of- lesson paper, during an online course named "Fantasy and Science Fiction: The Human Mind, Our Modern World". The course, which I took in 2014, was taught by Prof. Erik Rabkin from University of Michigan. 


Apparently, Prof. Rabkin's course has been no longer available since 2015, and I have not been able to access to the summary of lessons. As I recall, one of them was about Victorian Children's Fantasy, and students were expected to write a very short essay on a subject of their choice. I decided to explore the presence of the Hatter and the March Hare, from Alice's Adventures in Wonderland, in the sequel Through the Looking-Glassand what Alice found there


There was a ridiculous limit of about 320 words - if I recall correctly - and, even if I was aware that I had to keep it short, my early drafts were way longer. I was forced to keep removing whole sentences so the essay could be submitted. Unfortunately, I only saved the last draft, of about 430 words, before the last cut. This is the one I am presenting here, while I work in a rewriting closer to the essay I would rather have sent for review. 


WONDERLAND CHARACTERS 

THROUGH THE LOOKING-GLASS



Two of the most well-known and beloved characters from Alice in Wonderland, the Mad Hatter and the March Hare, make a notorious cameo in Through the Looking Glass, as Hatta and Haigha, messengers of the White King. Two questions emerge from this meeting. First, how come that Alice does not acknowledge her old acquaintances? Second, what are these two Wonderland residents possibly doing in the Looking-Glass world?


Alice was shown to have a very good recollection of her Wonderland dream when, at the end of the first book, she told her sister about it. But some months have passed, and probably Alice no longer remembers her adventures. Her dream, so fresh when she just awoke from it, is already forgotten. But even so, parts of that dream may have already found a place in her memory, and might be ready to come out in any moment. In another dream, maybe. Hatta and Haigha prove that Wonderland is still present in Alice’s life, that it won a place in her heart, even if she does not realize it.


Very appropriately, the White King says of his messengers that he needs two of them: “One to come, and one to go.” They indeed come and go through Alice’s two dreams, and they carry their tea-party with them: Haigha gives the King a sandwich, and Hatta is having a cup of tea and a piece of bread and butter when Alice, the King and Haigha join him. They are doing exactly what that they did in Wonderland: having their tea break while serving the royalty. The Queen of Heart’s anger had been the cause of their endless tea time, but now they have escaped the loop, and serve a different master. Like Alice, they are exploring another world while keeping a part of their own realityThey come and go, but they are not left behind. 


Source: 


CARROLL, Lewis. Through the Looking Glass, and what Alice found there, Penguin Books, Londres, 1984.


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