The Hunting of the Snark (La caza del snark) es una película de animación en volumen realizada por la productora británica From the 3rd Story Productions en 2015. Es una versión modernizada, y con algunas aportaciones originales, del poema de Lewis Carroll de 1876. Dura 65 minutos.
La directora Saranne Bensusan, nacida en el condado de Kent en 1974 y residente en Londres desde mediados de los años 90, comenzó a dedicarse al cine de manera aficionada en 2009, y se hizo profesional en 2014. Ha trabajado en la producción, dirección y/o edición de numerosos cortometrajes y largometrajes, y el documental Britain in a Day (2012). Compagina su tarea en el mundo del cine con la escritura: es coautora de la serie de historias cortas distópicas The Anthropocene Chronicles (dos volúmenes, publicados en 2017 y 2018). Sus obras más recientes son los cortometrajes, también de género distópico, Lavender's Blue y Ménage à Trois.
Para La caza del snark, Bensusan escribió el guion, diseñó el vestuario de las marionetas y proporcionó algunas líneas de doblaje sueltas, además de encargarse de la dirección y la edición. La animación de la película se llevó a cabo en la productora From the 3rd. Story Productions, y la banda sonora estuvo a cargo del compositor estadounidense Guthrie Lowe.
La película se financió parcialmente a través de una campaña de mecenazgo en Indiegogo, en 2012, que de hecho no alcanzó su objetivo de unas 3000 libras (recaudó una tercera parte de eso). "Elegimos La caza del snark de Lewis Carroll porque es un poema fuera de lo común, y una de las historias favoritas de nuestra directora desde su infancia", explicaba el productor Lawrence Mallinson en la presentación de la campaña. "Para dar vida a esta visión, creamos todas las marionetas y los escenarios desde cero, e hicimos tratos con diferentes empresas, como El Emporio de las Casas de Muñecas de Inglaterra, para que nos proporcionaran accesorios". Hay abundantes fotografías de los modelos en la página de la campaña.
Entre 2015 y 2017, la película recibió varias nominaciones y premios en diferentes festivales de cine fantástico y/o de animación, como el Fantasmagorical Film Festival, el Portsmouth International Film Festival o los Maverick Movie Awards, entre otros.
La historia sigue los ocho "espasmos" del poema original, que es narrado en off (por Tom Stanley) mientras se desarrolla la acción y los personajes hablan entre ellos. La mayoría de los diálogos son originales de la película, aunque en ocasiones cogen también versos del poema. Hay algunos cambios significativos en los personajes. Recordemos que en el poema son diez: el Pregonero, el Panadero, el Limpiabotas, el Bonetero, el Tasador, el Abogado, el Banquero, el Jugador de Billar, el Carnicero y el Castor. En esta adaptación, el Limpiabotas y el Bonetero son un solo personaje, que además ya no es humano sino animal, una gata. El único animal que aparecía en el poema, el Castor, es ahora hembra. Se ha añadido un personaje nuevo, que aparece referido en los créditos como Timonel. Y por último, se ha dado un nombre propio a varios personajes: el Pregonero es John Rubens, el Banquero es Félix Pilkington-Smith, la Limpiabotas- Bonetera se hace llamar lady Elizabeth Huntington-Page, el Abogado se llama David, y la Castora, Claire. También, como veremos, hay algunas modificaciones significativas en el destino de ciertos tripulantes.
La película comienza con el reclutamiento de la tripulación. El Pregonero (Joerg Stadler) está agitando su campana e invitando a todo aquel que quiera apuntarse.
'Tis the place for the Snark.
Lo acompaña el Castor, o Castora (Rowena Lennon), quien a lo largo del viaje lo atiende con la solicitud de una hermana o un ama de llaves de muchos años. El primero en unirse es alguien que no se presenta ni con su nombre ni con su cargo: simplemente dice que sabe cómo capturar al snark, y el pregonero le da la bienvenida a bordo sin más preguntas. Este hombre misterioso el que más tarde tendrá la ocupación de Timonel (J.P. Turner). Algo nos adelanta que puede no ser lo que parece... porque lleva una bolsa muy obvia con la palabra "botín", en la que va metiendo todo lo que puede pillar.
El Timonel, con un bolso que no levanta
ninguna sospecha en absoluto.
Poco a poco van apareciendo los demás personajes, que han respondido a un anuncio para unirse a la expedición: el Banquero (Laurence Aldridge), el Panadero (Simon Fox), el Carnicero (Andrew McDonald), el equivalente al Tasador, que aquí es un Agente de Bolsa (Shiraz Khan), el Jugador de Billar (el cual no tiene un actor de doblaje creditado; es posible que no hable en toda la película) y el Abogado (Kevin
Potton), un viejo amigo del Pregonero.
El Abogado.
El Panadero, que lleva siete abrigos.
El Carnicero, que se ha traído la bañera de casa.
El Agente de Bolsa, que no puede dejar de comprar y vender
mientras va de caza.
Se apuntan también la Limpiabotas- Bonetera (Hanna Raehse- Felstead), una gata con muchas ínfulas de grandeza, que luce una fastuosa capa, y está empeñada en que alguien le cargue su equipaje a bordo. El Pregonero y el Abogado bromean con que debió de confundirse al leer el anuncio, y creyó que buscaban reclutar a un Gato con Botas en vez de a un Limpiabotas.
Con la tripulación completa, el barco parte y se aleja del puerto, y por la noche todos celebran con una cena abundante el inicio de sus aventuras. El Panadero deja caer estas inquietantes palabras: "Si el snark resulta ser un boojum, me desvaneceré sin dejar rastro", pero como las dice en alemán, nadie le hace caso.
Se ha podido observar un comportamiento sospechoso del Timonel. En un momento en que ha estado a solas, ha hecho una llamada telefónica, y tras decirle a la secretaria (Saranne Bensusan) simplemente "Soy yo", se ha puesto en contacto con un hombre al que ha informado de que ha conseguido infiltrarse en el barco que va a la caza del snark.
Una soleada mañana se muestra la actividad cotidiana del barco. El Timonel está todo el rato discutiendo el rumbo con el GPS (Chris Lumb), a quien no logra hacer callar ni a martillazos. El Panadero y el Pregonero se ocupan de las redes, la Castora entra y sale de la cocina...
Mientras, la Limpiabotas-Bonetera se limita a tomar el sol en la cubierta, y decir que alguien de su clase debería ser tratado como un pasajero privilegiado. Cuando el Pregonero le insiste en que todos deben colaborar en las tareas de a bordo, ella reconoce que no piensa hacer ningún trabajo, y que se ofreció como Limpiabotas solo para que la admitieran en el viaje, porque tenía curiosidad por ver a un snark.
En otro momento, la Castora, el Abogado y otros tripulantes están viendo en la televisión un programa de cocina, el cual es interrumpido para dar una noticia de última hora: un asesino en serie, John Smith, se ha escapado de la prisión. En la foto que ofrece la policía, la Castora y el Abogado reconocen al Timonel, y se miran entre ellos, pero ninguno de los dos dice nada a los demás, pensando quizá que el delincuente solamente se parece a su compañero de navegación. Quizá deberían haber sido más recelosos, porque, mientras tanto, el Timonel se cuela en la cocina y envenena la sopa del Pregonero.
Esa noche, el Pregonero sufre dolor de estómago y se retira pronto a su camarote, acompañado por la Castora. El Timonel se queda solo en la cubierta y decide cambiar el rumbo para llegar al territorio del bandersnatch en vez de al lugar donde mora el snark. Cuando al día siguiente llegan a tierra, la Castora siente que algo no está bien, pero el Pregonero, convencido de que han llegado al lugar correcto, anima a toda la tripulación a coger su equipaje y bajar a la playa.
Allí se encuentran con la Esperanza (Maia Krall Fry), quien se une a la expedición y les ofrece un carro para transportar sus cosas. La Limpiabotas- Bonetera sigue intentando convencer a los demás para que carguen su equipaje por ella, aunque, como el Panadero ha comprobado antes, literalmente lleva ladrillos en su bolsa. Por la noche, todos celebran junto al fuego la exitosa llegada a la isla. El Pregonero comienza a explicar las cinco señales con las que se puede reconocer al snark.
El Panadero se ha desmayado al oír que algunos snarks pueden ser un boojum, y les cuenta a los demás cómo su querido tío le advirtió de que encontrarse con un boojum le haría desvanecerse sin dejar rastro.
Algunos se asustan ante esa posibilidad, mientras que otros - especialmente la Limpiabotas-Bonetera, que desde el principio ha estado tratando al Panadero como un criado - creen que se trata solo de fantasías enfermizas. Todos se preparan para pasar la noche acampados en la playa y emprender la búsqueda al día siguiente.
Los expedicionarios cargan sus dedales, horcas (otra de las traducciones de fork) y pastillas de jabón, y se disponen a partir en busca del snark.
Cada uno se arregla a su manera: el Jugador de Billar se empolva la nariz con una tiza para tacos, y el Carnicero se cambia la cabeza de cuerpo, en una descarada ruptura de la cuarta pared.
Comienza
a nevar, y se oyen los graznidos del pájaro jubjub. Cuando intenta
contar hasta tres las advertencias del Carnicero, la Castora se lamenta
de que ya no sabe sumar, y el Carnicero saca un cuaderno y lápices para
enseñarle.
Al poco, aparece el pájaro jubjub, que es pequeño y
aparentemente inofensivo, e intenta robar uno de los sombreros de la
Limpiabotas- Bonetera, y un encaje de la Castora. Después de que el
Carnicero lo ahuyente, la Castora y él se hacen amigos de por vida.
El Abogado está charlando con la Castora sobre cómo lleva mucho tiempo obsesionado con cazar al snark. Tras un rato, se tumba a dormir y sueña con un juicio en que una versión joven de sí mismo está defendiendo a un Cerdo de la acusación de haber abandonado su pocilga, siendo el fiscal el mismo Snark (bien cubierto con una manta, y con voz de Nigel Osner).
El Juez (Andrew
Sellon) pide un veredicto, pero el jurado no se pone de acuerdo, y el Snark decide dictar sentencia: el Cerdo es condenado a extradición de por vida, y cuarenta libras de multa. Las campanadas del Pregonero, al siguiente amanecer, despiertan al Abogado.
Prosigue la búsqueda, y se oyen de nuevo unos graznidos. Temiendo que esta vez sea un bandersnatch, todos corren a esconderse tras unas rocas, salvo el Banquero, que se queda rezagado.
El bandersnatch, que en esta versión es un pájaro prehistórico, se abalanza sobre el infortunado Banquero, y aunque el éste intenta ofrecerle un cheque, lo atrapa entre sus garras y se lo lleva por los aires.
Los demás salen de su refugio y se preguntan dónde puede estar su compañero, pero pronto lo encuentran muerto en el suelo: ha debido soltarse de las garras del bandersnatch y caer desde gran altura.
Viendo que no hay más que se pueda hacer, los expedicionarios cavan una tumba y se disponen a despedirse del Banquero.
A la mañana siguiente, el Pregonero recita un improvisado panegírico sobre la tumba del Banquero, y todos brindan en su honor con tazas de té. Los ánimos han caído, y la Castora y la Limpiabotas-Bonetera se preguntan si vale la pena arriesgar sus vidas por una criatura a la que tal vez no encuentren nunca. Mientras reemprenden la búsqueda sin muchas fuerzas, los acontecimientos se precipitan: dos criaturas similares a arañas atrapan y se llevan a rastras al Timonel, el cual grita sin que nadie lo oiga porque están todos pendientes de un posible avistamiento de snark.
Sobre un pequeño promontorio, el Panadero está saltando y riendo porque ha visto a un snark. Pero comienza a decir que es un boo... y desaparece en un pestañeo. Confusos, sus compañeros creen que ha caído entre las rocas y comienzan a buscarlo, pero se ha desvanecido por completo. La película termina con la narración de la última estrofa del poema: "En medio de la palabra que trataba de decir/ en medio de su risa y regocijo/ suave y repentinamente se había desvanecido/ porque el snark era un boojum, ya veis".
Hay dos aspectos de esta película que destacan desde el principio. El primero, que la historia está ambientada en la época actual, como demuestran las numerosas apariciones de tecnología moderna: no solo televisores y aspiradoras, sino también teléfonos móviles, ordenadores portátiles y navegación por GPS. El segundo, que los modelos de los personajes parecen inacabados, con muchos hilos sueltos, pintura fuera de los bordes y pegotes de pegamento claramente visibles. Mientras que el primero, aunque puede no gustar a los puristas, no afecta demasiado a la narrativa y la imagen de la película, el segundo resulta algo extraño. No queda muy claro si se busca intencionadamente un efecto de rusticidad, de animación "casera" y aficionada, o si es el embarazoso resultado de los problemas de financiación de una productora pequeña. Es difícil valorar el arte de la película cuando los personajes principales de la tripulación tienen un aspecto tan chapucero.
La animación también deja bastante que desear: solo algunos personajes muestran un movimiento cuando hablan (el bigote del Pregonero, las orejas de la Limpiabotas-Bonetera, o los extraños dientes de la Castora), y cuando están hablando varios de los que no tienen animación, no está muy claro quién dice qué. Por este motivo, y porque no se distinguen más que por el peinado, en algunas escenas es fácil confundir al Panadero y al Timonel.
La mayoría de aportaciones al poema original son inexplicables. No hay nada raro en fusionar dos personajes menores en uno solo, ni tampoco importa mucho el cambio de sexo (incluso de especie) del Castor y el Limpiabotas- Bonetera. La presencia de un sistema de navegación por satélite que piensa por sí mismo y discute con el Timonel es una idea que podría habérsele ocurrido al mismo Carroll, si hubiera vivido en nuestra época.
Pero por otra parte, la trama del misterioso Timonel queda truncada, sin desarrollo ni explicación. Es un asesino en serie que se enrola en la expedición huyendo de la justicia, pero al mismo tiempo no disimula sus aficiones (va robando cosas descaradamente), se pone en contacto con un socio o jefe del que no se vuelve a saber nada, y tiene sus propios planes acerca del lugar donde quiere que atraque el barco.
Nunca llega a saberse qué pretendía al dirigir el barco deliberadamente a la tierra del bandersnatch. El
Abogado y la Castora, incluso después de ver el aviso del criminal
fugado, no se alarman ni dicen nada a ningún otro miembro de la tripulación (la Castora echa al Timonel de la cocina cuando lo encuentra merodeando por allí, pero tras la cena, cuando el Pregonero se siente mal, no parece sospechar que haya podido ser envenenado). Nada en la historia de este personaje - ni siquiera su desaparición, de la que absolutamente nadie parece percatarse - tiene ningún sentido.
A pesar de los premios recibidos en festivales de cine, las pocas críticas que he encontrado en línea (solo en Amazon; no tiene ni una sola reseña en IMDb ni en Rotten Tomatoes) son unánimemente terribles. La frase "marionetas hechas de basura" se repite en varias de ellas. Ciertamente, la tosquedad de los modelos y la animación cuesta de pasar por alto, pero podría ser lo menos importante si el guion tuviera algo más de encanto. Los textos originales de la película no aportan nada al poema de Carroll. El único personaje que llega a desarrollarse un poco es el Timonel, pero su historia se queda a medias. Dado que en el poema hay al menos cuatro personajes completamente anodinos, una adaptación puede darle vida y trasfondo a cualquiera de ellos, y aunque aquí hay un intento de hacer precisamente eso con la Limpiabotas-Bonetera, solo resulta un personaje antipático que tampoco añade ningún valor. Me parece una lástima que no trabajaran más el guion, porque las marionetas habrían sido perfectamente aceptables solo con que las pulieran un poco, pero la falta de imaginación en la historia desluce muchísimo el humor y la locura del poema de Carroll.
La película está editada en DVD y se puede adquirir sin dificultad, aunque es mucho más económico - y recomendable, ya que la estética y narrativa no parecen ser del gusto de todos - alquilarla o comprarla a través de canales de vídeo como Vimeo o Amazon Prime.
Let the hunt begin.
Fuentes:
Me gustan las películas hechas con títeres o marionetas, pero por lo que cuentas esta parece terrible. Si la falta de presupuesto era el problema, podrían haber dividido el guion original en dos partes y poner todo su empeño y dinero en hacer una buena media película. Esto habría aumentado las posibilidades de recaudar dinero más adelante para completar la historia con un segundo corto. Incluso podrían haber bromeado con esto llamando a las dos películas “primer y segundo espasmo”, como referencia a los actos del relato original.
ResponderEliminarLos títeres no están muy trabajados, pero eso se puede perdonar. Lo principal es una buena historia. Lastima que, al parecer, el guionista también se encontró con un bojuum.
¿No te ha pasado nunca que estás viendo una película, y desearías que te gustara más de lo que te gusta, porque hay fallos muy evidentes en un concepto muy bueno? Yo me sentía así conforme la veía (y la he visto varias veces para la reseña). Esta película podría haber estado muy, muy bien. Las marionetas tienen un estilo particular que a mí no me desagrada, y hay momentos de fotografía muy bien logrados, pero el guion y la narrativa estropean el conjunto. Suprimiendo la historia del Timonel/ Asesino (o por lo menos dándole una resolución), y las muchas escenas de la gata ordenando a los demás que lleven su equipaje o discutiendo sobre sus privilegios, habría quedado un buen corto de cuarenta y cinco minutos. Y tal vez podrían haber invertido ese presupuesto, como sugieres, en mejorar el acabado de las marionetas o darle más protagonismo a las criaturas de la isla. En general, la película no es espantosamente mala, pero se nota que podría haber sido mucho mejor.
EliminarComo comentaba hace un año al final de esta entrada, se está preparando un largometraje en imagen real que tiene muy buena pinta, y si cumple las expectativas puede que sea "la película definitiva" de La caza del snark. También se ha financiado con una campaña de mecenazgo, aunque, afortunadamente, ha superado con amplitud el objetivo. Espero que este equipo consiga capturar la locura y la magia tan particulares de este poema, lo que, hay que admitirlo, no es fácil en absoluto.