Henry Holiday circa 1870.
Fotógrafo desconocido.
Henry Holiday,
londinense, fue un pintor de paisajes y temas históricos, ilustrador, escultor
y diseñador de vidrieras. Habiendo demostrado destacadas aptitudes desde muy
joven, ingresó en la Royal Academy a los 15 años y conoció a la hermandad de
los Prerrafaelitas (fundada en 1848 por William Holman Hunt, John
Everett Millais y Dante Gabriel Rossetti, a los que más tarde se
añadirían otros tres artistas), la cual influyó de manera determinante en su
obra y en sus ideas sociales y políticas. Su otra gran fuente de inspiración
fue Lake District, una región montañosa del noroeste de Inglaterra, donde
pasaría largas temporadas y alabaría por su incomparable belleza.
Holiday pintaba tanto en óleo como en
acuarela. Sus cuadros más reconocidos fueron Las doncellas del Rin (1879) y Dante
y Beatriz (1883). En cuanto a sus vidrieras, se enviaron a iglesias de todo
el mundo (en particular a los Estados Unidos), pero algunos de sus mejores
trabajos están en el Worcester College de Oxford y en la Abadía de Westminster.
Sus trabajos escultóricos también recibieron críticas favorables, aunque no
ocupan gran parte en el conjunto de su obra.
Holiday y Carroll se conocieron en
1870, cuando el primero visitó Oxford para pintar el fresco de la capilla en el
anteriormente mencionado Worcester College. En enero de 1874, Carroll alababa
en su diario una serie de dibujos que Holiday le había enviado, y comentaba que
bien podría ilustrar un libro infantil. “Si solamente
pudiera dibujar grotescos, sería todo lo que yo podría desear: creo que la
gracia y belleza de sus dibujos bien podrían rivalizar con Tenniel”. Unos meses
más tarde, en julio del mismo año, a Carroll le vino repentinamente a la cabeza
el que sería el último verso de La caza del snark.
Holiday realizó para el poema, en
estilo de caricatura y en tinta negra, un total de doce ilustraciones, una de
las cuales fue descartada por petición del propio Carroll, y otra está
prácticamente en blanco. Se trata de dibujos en la línea de las viñetas de
Punch que ya había desarrollado John Tenniel: una apariencia realista, pero con
cabezas desproporcionadamente grandes, y motivos absurdos, oníricos o fabulosos,
según requiriera el texto. Son ilustraciones minuciosas y detallistas,
ricas en simbolismo y significado alegórico; hasta laberínticas en su
construcción. En varias de ellas – especialmente en la correspondiente a “El
destino del Banquero” – los estudiosos han encontrado referencias a grabados,
fotografías u otras ilustraciones de la época. La página “The Hunting of the
Snark: Lewis Carroll's, Henry Holiday's and Joseph Swain's Tragicomedy” se
dedica íntegramente y con rigor académico a analizar cada ilustración,
identificar los personajes y las referencias, y compararla con obras
anteriores, contemporáneas y posteriores, y realiza un trabajo encomiable.
A pesar de que ya llevaban varios
años de amistad cuando Carroll le encargó a Holiday los dibujos para su poema
absurdo, el proceso no estuvo exento de pequeños desacuerdos. En su artículo
“El significado del snark”, de 1898, Holiday comentaría que Carroll le pidió
tres ilustraciones, pero que la idea original se fue alargando, y con
frecuencia le iba enviando nuevos fragmentos y pidiendo más dibujos para ellos.
Holiday no creía que el argumento diera tanto de sí: “Lamenté bastante la
extensión, ya que me parecía implicar una desproporción entre la magnitud del
trabajo y su sustancia; y me preocupaba que la expansión fuera mayor de lo que
una estructura tan ligera pudiese soportar”. Cumplió, dedicado y profesional,
con cada renovada petición, y con el tiempo acabó felicitándose por ello: “Sin
embargo, releyendo el Snark, siento
ahora que es incuestionablemente divertido, de principio a fin, y no puedo
desear que se hubiera cortado ninguna parte, así que supongo que mis temores
fueron infundados”.
La anécdota más famosa sobre las
ilustraciones del Snark, es, muy merecidamente, la ausencia de una que muestre a la criatura
titular. Holiday llegó a realizar un boceto del boojum, pero Carroll le indicó explícitamente que no quería
publicar ningún dibujo del objetivo de los cazadores, fuera snark o boojum. “Una de las tres primeras [ilustraciones] que tuve que
hacer fue la de la desaparición del Panadero, y naturalmente me inventé un boojum. El sr. Dodgson me escribió que
era un monstruo delicioso, pero inadmisible. Todas sus descripciones del boojum lo hacían inimaginable, y quería
que continuara siendo así. Yo lo acepté, por supuesto, pero fui reluctante en
descartar la que – todavía estoy seguro – era una representación acertada”.
Holiday respetó el deseo de Carroll
durante la vida del autor, y la suya propia: su delicioso concepto del boojum no vio la luz hasta después de la
muerte de ambos. Fue publicado por primera vez en 1932, con motivo del
centenario del nacimiento de Carroll, en la revista The Listener.
El delicioso boojum.
A lo largo de los años, y hasta la
actualidad, los ilustradores de La caza
del snark han honrado igualmente la voluntad del autor: en el último canto del poema, “La desaparición”, ninguno cae en la tentación de mostrar
a la criatura. Dibujan al Panadero
desvaneciéndose, al resto de la tripulación horrorizada, al Pregonero agitando
su campana en señal de duelo; algunos, como mucho, esbozan unos largos
tentáculos, unos terribles ojos o una ominosa sombra. El snark y el boojum quedan,
como Carroll pretendía, inimaginables… o demasiado imaginables, en la mente de
cada lector.
La relación con Holiday fue, con
diferencia, la mejor que Carroll tendría con sus ilustradores; aunque su
colaboración se limitó a La caza del
snark, ambos creadores fueron amigos de por vida. En la actualidad, Holiday
es considerado un artista notable, y sus vidrieras son admiradas a diario por
miles de visitantes en docenas de iglesias repartidas por el globo.
Personalmente, me parece maravilloso que su camino se cruzara con el de
Carroll, y que, entre cientos de paisajes montañosos, imágenes de inspiración
renacentista y escenas religiosas, Holiday dibujara las doce caricaturas
sorprendentes y surrealistas que condensan la fantástica aventura de los expedicionarios
del snark.
Fuentes:
Lewis Carroll: A Biography, de Morton N. Cohen. Random House,
Nueva York, 1995.
The Annotated Snark, de Lewis Carroll, editado por
Martin Gardner. Penguin Books, Londres, 1972.
The
Hunting of the Snark: Lewis Carroll's, Henry Holiday's and Joseph Swain's
Tragicomedy.
“The Snark’s Significance”, de Henry Holiday. En The Academy, 29 de enero de 1898, págs. 128-130.
“The Snark’s Significance”, de Henry Holiday. En The Academy, 29 de enero de 1898, págs. 128-130.
Wikimedia Commons.
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