11 de mayo de 2019

Henry Holiday (1839 – 1927)


Henry Holiday circa 1870. 
Fotógrafo desconocido.


Henry Holiday, londinense, fue un pintor de paisajes y temas históricos, ilustrador, escultor y diseñador de vidrieras. Habiendo demostrado destacadas aptitudes desde muy joven, ingresó en la Royal Academy a los 15 años y conoció a la hermandad de los Prerrafaelitas (fundada en 1848 por William Holman Hunt, John Everett Millais y Dante Gabriel Rossetti, a los que más tarde se añadirían otros tres artistas), la cual influyó de manera determinante en su obra y en sus ideas sociales y políticas. Su otra gran fuente de inspiración fue Lake District, una región montañosa del noroeste de Inglaterra, donde pasaría largas temporadas y alabaría por su incomparable belleza.

Holiday pintaba tanto en óleo como en acuarela. Sus cuadros más reconocidos fueron Las doncellas del Rin (1879) y Dante y Beatriz (1883). En cuanto a sus vidrieras, se enviaron a iglesias de todo el mundo (en particular a los Estados Unidos), pero algunos de sus mejores trabajos están en el Worcester College de Oxford y en la Abadía de Westminster. Sus trabajos escultóricos también recibieron críticas favorables, aunque no ocupan gran parte en el conjunto de su obra.

Holiday y Carroll se conocieron en 1870, cuando el primero visitó Oxford para pintar el fresco de la capilla en el anteriormente mencionado Worcester College. En enero de 1874, Carroll alababa en su diario una serie de dibujos que Holiday le había enviado, y comentaba que bien podría ilustrar un libro infantil. “Si solamente pudiera dibujar grotescos, sería todo lo que yo podría desear: creo que la gracia y belleza de sus dibujos bien podrían rivalizar con Tenniel”. Unos meses más tarde, en julio del mismo año, a Carroll le vino repentinamente a la cabeza el que sería el último verso de La caza del snark.

Holiday realizó para el poema, en estilo de caricatura y en tinta negra, un total de doce ilustraciones, una de las cuales fue descartada por petición del propio Carroll, y otra está prácticamente en blanco. Se trata de dibujos en la línea de las viñetas de Punch que ya había desarrollado John Tenniel: una apariencia realista, pero con cabezas desproporcionadamente grandes, y motivos absurdos, oníricos o fabulosos, según requiriera el texto. Son ilustraciones minuciosas y detallistas, ricas en simbolismo y significado alegórico; hasta laberínticas en su construcción. En varias de ellas – especialmente en la correspondiente a “El destino del Banquero” – los estudiosos han encontrado referencias a grabados, fotografías u otras ilustraciones de la época. La página “The Hunting of the Snark: Lewis Carroll's, Henry Holiday's and Joseph Swain's Tragicomedy” se dedica íntegramente y con rigor académico a analizar cada ilustración, identificar los personajes y las referencias, y compararla con obras anteriores, contemporáneas y posteriores, y realiza un trabajo encomiable.  

A pesar de que ya llevaban varios años de amistad cuando Carroll le encargó a Holiday los dibujos para su poema absurdo, el proceso no estuvo exento de pequeños desacuerdos. En su artículo “El significado del snark”, de 1898, Holiday comentaría que Carroll le pidió tres ilustraciones, pero que la idea original se fue alargando, y con frecuencia le iba enviando nuevos fragmentos y pidiendo más dibujos para ellos. Holiday no creía que el argumento diera tanto de sí: “Lamenté bastante la extensión, ya que me parecía implicar una desproporción entre la magnitud del trabajo y su sustancia; y me preocupaba que la expansión fuera mayor de lo que una estructura tan ligera pudiese soportar”. Cumplió, dedicado y profesional, con cada renovada petición, y con el tiempo acabó felicitándose por ello: “Sin embargo, releyendo el Snark, siento ahora que es incuestionablemente divertido, de principio a fin, y no puedo desear que se hubiera cortado ninguna parte, así que supongo que mis temores fueron infundados”.

La anécdota más famosa sobre las ilustraciones del Snark, es, muy merecidamente, la ausencia de una que muestre a la criatura titular. Holiday llegó a realizar un boceto del boojum, pero Carroll le indicó explícitamente que no quería publicar ningún dibujo del objetivo de los cazadores, fuera snark o boojum. “Una de las tres primeras [ilustraciones] que tuve que hacer fue la de la desaparición del Panadero, y naturalmente me inventé un boojum. El sr. Dodgson me escribió que era un monstruo delicioso, pero inadmisible. Todas sus descripciones del boojum lo hacían inimaginable, y quería que continuara siendo así. Yo lo acepté, por supuesto, pero fui reluctante en descartar la que – todavía estoy seguro – era una representación acertada”.  

Holiday respetó el deseo de Carroll durante la vida del autor, y la suya propia: su delicioso concepto del boojum no vio la luz hasta después de la muerte de ambos. Fue publicado por primera vez en 1932, con motivo del centenario del nacimiento de Carroll, en la revista The Listener.

El delicioso boojum.

A lo largo de los años, y hasta la actualidad, los ilustradores de La caza del snark han honrado igualmente la voluntad del autor: en el último canto del poema, “La desaparición”, ninguno cae en la tentación de mostrar a la criatura. Dibujan al Panadero desvaneciéndose, al resto de la tripulación horrorizada, al Pregonero agitando su campana en señal de duelo; algunos, como mucho, esbozan unos largos tentáculos, unos terribles ojos o una ominosa sombra. El snark y el boojum quedan, como Carroll pretendía, inimaginables… o demasiado imaginables, en la mente de cada lector.

La relación con Holiday fue, con diferencia, la mejor que Carroll tendría con sus ilustradores; aunque su colaboración se limitó a La caza del snark, ambos creadores fueron amigos de por vida. En la actualidad, Holiday es considerado un artista notable, y sus vidrieras son admiradas a diario por miles de visitantes en docenas de iglesias repartidas por el globo. Personalmente, me parece maravilloso que su camino se cruzara con el de Carroll, y que, entre cientos de paisajes montañosos, imágenes de inspiración renacentista y escenas religiosas, Holiday dibujara las doce caricaturas sorprendentes y surrealistas que condensan la fantástica aventura de los expedicionarios del snark.

Fuentes:

Lewis Carroll: A Biography, de Morton N. Cohen. Random House, Nueva York, 1995.

The Annotated Snark, de Lewis Carroll, editado por Martin Gardner. Penguin Books, Londres, 1972.

The Hunting of the Snark: Lewis Carroll's, Henry Holiday's and Joseph Swain's Tragicomedy.

“The Snark’s Significance”, de Henry Holiday. En The Academy, 29 de enero de 1898, págs. 128-130.


Wikimedia Commons.

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