29 de enero de 2023

Año Lunar del Conejo y censura china de Alicia

 

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Según el calendario lunar chino, el pasado 22 de enero comenzó el Año del Conejo, que terminará el 9 de febrero de 2024. Numerosos países y regiones en Asia, además de China, siguen este calendario de modo cultural y religioso, como Japón, Corea, Tailandia, Vietnam, Nepal, el Tíbet, Malasia o Singapur. Las celebraciones suelen durar quince días e incluyen desfiles con los llamativos dragones chinos o Nian (en realidad mezcla de dragón y león), fuegos artificiales, comidas festivas, muchos dulces, y lecturas y predicciones para el año según los horóscopos. 


Existen muchas variaciones de la leyenda de los doce animales del zodíaco chino, en muchas de las cuales se cambian unos animales por otros (por ejemplo, en Vietnam, Nepal y Tailandia, el Gato ocupa el lugar del Conejo, y en algunas regiones de Malasia, lo hace el Ciervo Ratón, un pequeño rumiante que es aproximadamente del tamaño de un conejo). En la versión más general, el Emperador de Jade, la mayor divinidad taoísta, convocó a todos los animales a su presencia, y decidió que los doce que llegaran antes y le parecieran dignos serían sus guardianes. Los países en que el Gato no forma parte de estos doce, lo explican diciendo que él y el Ratón (o Rata) eran muy amigos, y como el Gato dormía mucho, le pidió al Ratón que lo despertara cuando fuera hora de ir a visitar al Emperador. El Ratón se lo prometió, pero después pensó que, si el Emperador los veía juntos, saldría perdiendo en comparación con el Gato. Entonces lo engañó contándole que el dios los había convocado al día siguiente, y partió a su encuentro mientras el Gato, sin sospechar de su amigo, se pasó el día durmiendo. Cuando se enteró de que todos los animales menos él habían visto al dios, se enojó tanto por la traición del Ratón, que desde entonces todos los gatos persiguen y atacan a los ratones nada más verlos.


El mismo Ratón, viendo que había un caudaloso río en el camino, se subió a la cabeza del Buey (o Vaca), el cual vadeó pacientemente el río (algunas versiones dicen que en este momento el Gato estaba con el Ratón, pero ese aprovechó para empujarlo, y el Gato cayó al río, se fue corriente abajo, y no llegó a tiempo de ver al dios). El Ratón siguió viajando así de cómodo hasta las puertas celestiales, donde se bajó de un salto de la cabeza del Buey y fue el primero en llegar a la presencia del dios; por ese motivo, cada ciclo lunar comienza con el Año del Ratón.


A continuación llegó el esforzado Buey, seguido de cerca por el rápido Tigre, y este a su vez por el hábil Conejo, que había atravesado el río saltando entre las rocas que sobresalían. El quinto animal en llegar fue el Dragón. El dios le dijo que, si su hijo había venido con él, podría ocupar el sexto lugar, pero no era el caso. La Serpiente se deslizó entonces hasta la divinidad y le dijo que ella era la hija adoptiva del Dragón, con lo que se le otorgó el sexto puesto. El Caballo y la Cabra (u Oveja) llegaron al mismo tiempo, y se cedieron el uno al otro el séptimo lugar. La divinidad se lo dio al Caballo, y le dio el octavo a la Oveja, pero los admiró por igual a ambos por su modestia y amabilidad. El Mono se había entretenido jugando por el camino, pero logró llegar en noveno lugar saltando de árbol en árbol. Tras él llegaron el Gallo, el Perro, y el Cerdo (o Jabalí). 


El simbolismo del Conejo, y los rasgos que a las personas nacidas en un Año del Conejo atribuyen los horóscopos, suelen variar según la fuente que se consulte. Se dice que el Emperador de Jade valoró la docilidad y dulzura del Conejo, así como su sentido de la prudencia: está siempre atento y vigilante, avisa a los demás de posibles peligros, y excava madrigueras con muchas salidas para tener más posibilidades de ponerse a salvo. La fertilidad y la capacidad de las hembras para cuidar de muchas crías fueron también cualidades que apreció la divinidad. En general, se espera que los años del Conejo sean pacíficos, productivos y esperanzadores. 


El año 1931 no fue un año del Conejo (fue un año de la Cabra), y aparentemente no fue un buen año en China para el Conejo Blanco y los demás personajes del País de las Maravillas. Según recogió el periódico estadounidense The New York Times el 5 de mayo de 1931 en su sección "Topics of the Times", el libro de Lewis Carroll había sido prohibido en la región de Hunan, en el centro- sur de China. Dictó la prohibición el general Ho Chien (o He Jian en chino simplificado), gobernador en la provincia por el Kuonmintang, el Partido Nacionalista de China. La razón de la censura fue que en el libro aparecían animales antropomorfos que hablaban e interactuaban con los humanos. Según Ho Chien, atribuir a los animales lenguaje y características de los humanos podía llevar a los niños a considerarlos a un mismo nivel, lo que sería "desastroso" para su educación. 


Sin embargo, y a pesar de que esta prohibición suele recogerse en todas las listas de libros históricamente censurados, estamos ante un caso primitivo de bulo informativo: es cierto que el general Ho Chien se opuso con rotundidad a los animales parlantes en los cuentos para niños, pero no se refirió directamente a Alicia en el País de las Maravillas, y el libro nunca fue prohibido ni censurado, ni en Hunan ni en otras regiones de China. 


El malentendido se remonta a dos meses antes de la aparición del artículo del The New York Times. El 5 de marzo de 1931, el periódico chino Shen Bao publicó un artículo titulado "Una petición para la revisión de los libros de texto en las escuelas". El autor era el general Ho Chien, el cual, en efecto, se quejaba de las "vulgaridades" que aparecían en los libros infantiles en que había personajes animales que hablaban e interactuaban con los personajes niños, e incluso recibían tratamientos respetuosos. En la segunda parte del artículo, también citaba algunas frases de los libros de texto que supuestamente tenían contenido político inadecuado para los escolares, porque los incitaba al comunismo. Ho Chien, él mismo un estudioso del Confucianismo, proponía que todos los libros de texto debían basarse en textos clásicos adaptados a la edad de los alumnos, no inventar historias con animales parlantes o peligrosa propaganda. 


Educadores e intelectuales no tardaron en responder a este artículo, defendiendo la importancia de la fantasía en la literatura infantil. Aunque tanto Ho Chien como sus defensores y detractores tenían en mente Alicia en el País de las Maravillas, que había sido traducida al chino por primera vez en 1921, el ataque de Ho Chien fue hacia los cuentos infantiles en general. Ni Alicia ni ningún otro libro fue prohibido ni censurado. Pero un desgraciado hecho llevó a "confirmar" este mito: en ese mismo año de 1931, el traductor de Alicia al chino, Chao Yuen-ren, completó la traducción de A través del espejo, pero esta fue destruida en uno de los primeros bombardeos japoneses a la ciudad de Shanghai. No fue la censura, sino una guerra, lo que impidió que se publicara la traducción al chino de A través del espejo, la cual no vio la luz hasta 1968.  



Cualquiera que en la actualidad vea un programa infantil de la televisión china, sus libros de cuentos o sus innumerables mascotas de productos de alimentación, verá inmediatamente que la propuesta del general Ho Chien - personaje con bastantes controversias en su carrera militar como para meterse en reformas educativas - no cuajó para nada en la cultura popular china, y los animales siguen hablando con los humanos, con las divinidades, y unos con otros. Este año de 2023 podemos felicitar al siempre nervioso Conejo Blanco por todos los homenajes que está recibiendo, y ver en su honor alguna de las incontables versiones de Alicia en el País de las Maravillas que se han hecho y siguen haciendo en China. 


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Fuentes:


Chinese Fairy Tales - Alice in Wonderland (cortometraje de animación por ordenador, en chino con subtítulos en inglés).

Little Fox Chinese - Alice's Aventures in Wonderland (serie de animación tradicional de veinticuatro capítulos, solo en chino). 


WONG, Sen. An Early Alice in China: A Rumor and a Translation." Knight Letter. II.19 (invierno de 2012), págs. 16-19.

2 comentarios:

  1. Lo leí hace un rato, interesante lectura. No me había llegado el bulo, así que leo la explicación de primeras. Como anécdota, añado que además del animal, hay asignado a éste un material (oro, madera, agua...) Y este año nuevo en concreto es el del conejo de agua. Cuando lo oí no pude evitar pensar en un conejo acuático o que viva cerca de los ríos o el mar. Una especie autóctona china, pensé, pero mis compañeros de Asia me sacaron pronto del error.

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    1. Los falsos mitos son como las falsas citas; alguien los lee en cualquier página de internet y los comparte sin investigar ni un poco. Quien añadió Alicia a la lista de libros censurados en China de Wikipedia, por lo menos citó como fuente el artículo de The New York Times, que es una autoridad bastante fiable. Pero quienes simplemente lo mencionan en las típicas páginas de "Diez cosas que no sabías de Alicia en el País de las Maravillas o "Diez libros clásicos que en algún momento fueron censurados" ni se molestan en indagar un poco.
      Lo cierto es que Alicia en el País de las Maravillas sí ha sido censurado en varias ocasiones, pero en Estados Unidos y por motivos asociados tanto al autor como a la obra. Este año me gustaría escribir un artículo sobre ello.
      Lo del elemento asociado al animal ya me pareció que haría el artículo demasiado largo, pero es también muy interesante por las propiedades atribuidas a cada elemento en combinación con las del animal. Y lo cierto es que "El Dragón de Metal" o "El Cerdo de Oro" habrían sido buenos títulos para películas de Bruce Lee.

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